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Deportes
River campeón y con el pasaje a la Libertadores en una final electrizante
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Viernes, 16 de diciembre de 2016

Córdoba (16-12-16): La presión con la que llegaron a la final no alcanzó para modificar las ideas futbolísticas dentro de las cuales tanto River Plate como Rosario Central se mueven por estos días, tanto en el campeonato oficial de Primera como en la Copa que se cruce, en este caso la Argentina.

River llegó angustiado por la derrota del fin de semana frente a Boca Juniors, en un Superclásico muy cargado, sin público visitante en las tribunas, que ganaba en el Monumental y terminó perdiendo por 4 a 2.

Central jugó con el antecedente de haber perdido dos finales, una recordada por un pésimo arbitraje, contra Boca, lo cual no era poco, ya que otro fracaso significaba un dolor grandísimo, con secuelas de efectos inimaginables.

Pero se olvidaron de todas esas cargas, y ni bien la pelota empezó a rodar en el estadio Mario Alberto Kempes, de Córdoba, cuyo estado mereció críticas de todas las partes, la búsqueda del arco de enfrente pasó a ser el objetivo central.

En estos términos se armó un partido final de gran intensidad, con jugadas de ataque, y réplicas que no se hicieron esperar. No hubo un equipo dominador y otro dominado, porque se alternaron el predominio, aunque cada vez que pasaron la mitad del terreno amenazaron con llegar al gol.

Volvió a fallar Batalla, el arquero de River, igual que en el Superclásico del domingo pasado en el Monumental, en este caso dos veces, facilitando el primero y el tercero de Central

A los 8 minutos empezaron las polémicas, que no fueron pocas. Un centro al área desembocó en un agarrón de Ponzio a Teo Gutiérrez, que Patricio Loustau no observó, ni tampoco sus colaboradores, quienes un par de veces se hicieron notar con aportes que ayudaron al árbitro del encuentro.

Todavía los rosarinos pedían por la falta que pasó de largo, cuando enfrente se filtró Ignacio Fernández dentro del área, siendo tocado abajo por Musto, lo cual si cobró Loustau. Penal, Lucas Alario colocó la pelota a la derecha del arquero y River 1 a 0 cuando se jugaban 10 minutos.

El gol no cambió prácticamente nada, porque siguieron atacando los dos, sin medir las consecuencias que esa actitud podía representar atrás, y luego de una pelota en un palo por cabezazo de Teo, que el árbitro dejó en la nada por una supuesta posición adelantada, se produjo el empate de Central.

Y otra vez el responsable fue Augusto Batalla, igual que frente a Boca en el 2 a 2 de Tevez. El arquero saltó para capturar arriba una pelota sin aparentes complicaciones, pero se le escapó en forma insólita y Damián Musto, que fue a buscar, aprovechó para tocar al gol sobre los 25 minutos.

El empate significó una verdadera inyección de ánimo para el conjunto rosarino, que profundizó su búsqueda, y a los 29 minutos, antes de cumplirse la primera media hora de juego, Marco Ruben bajó un pelotazo cruzado desde la derecha por Teo, y dejando fuera de escena al juvenil Olivera, superó la resistencia del arquero con un remate cruzado.

Con los tres goles de anoche, Lucas Alario, de River, se consagró máximo anotador de la Copa Argentina. Llegó a siete tantos, superando a José Michelena, de Puerto Madryn, que hizo cuatro

River quedó en estado de shock, verdaderamente, expuesto a los ataques de Central, pero cuando no había elementos suficientes como para imaginar algo contra el arco del uruguayo Sebastián Sosa, el marcador Dylan Gissi, quien había sido amonestado por agarrar a un atacante a espaldas del árbitro, volvió a utilizar ese medio, en este caso para complicar a Alario dentro del área, y Loustau no dudó: penal para el conjunto de Nuñez, que a los 39 minutos otra vez Alario transformó en gol con un derechazo cruzado a la derecha del arquero.

Sin la velocidad del primer tiempo, el partido continuó siendo de ida y vuelta en la segunda parte, y cuando les costaba elaborar situaciones de alto riesgo, volvió a fallar Batalla, esta vez para cortar un centro abajo, que manoteó dando un rebote que pegó en Marco Ruben, quien atropellaba... Y gol, 3 a 2 Central a los 17 minutos.

¿Caso cerrado? No, nada que ver. Marcelo Gallardo sacó a dos volantes para poner en cancha a los uruguayos Rodrigo Mora e Iván Alonso, con quienes buscó desborde y altura en el área. Acertó con Alonso, quien asistió a Alario para el empate a los 26, y pudo a los Millonarios en ventaja a los 29 en lo que fue una devolución de gentilezas de Alario.

Esto si que marcó una tendencia irreversible, ya que Central perdió el equilibrio, se quedó con uno menos por la expulsión de Marco Ruben, y sobre la hora casi lamentó otro gol de Alario, cuyo cabezazo pegó en el travesaño.


Viernes, 16 de diciembre de 2016

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