Esta noche cuando se levanten las copas para festejar el nacimiento de Jesús, tenemos también el deber de, por lo menos un segundo, dedicar un pensamiento para aquellos conciudadanos que luego de más de una década por primera vez no tienen más que agua para llenar su copa, que no tienen más que una pobrísima mesa, y que es una obligación nuestra, de todos, generar las condiciones para que nuevamente la Noche Buena sea realmente eso Buena y no una noche de desesperanza y privaciones. Que la Paz reine en el corazón de todos los argentinos para defender los derechos que ganamos y recuperar los que perdimos.
Una Feliz Navidad es mi deseo más sincero!!
Carlos A. Pérego
Director www.surcorrentino.com.ar
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Sábado, 24 de diciembre de 2016