Viernes, 29 de Marzo de 2024
  
29/03/2024 04:02:09
Interés General
Hoy Viernes Santo
Compartir en Facebook    Compartir este artículo en Twitter    Compartir este artículo en WhatsApp    Imprimir esta nota
Viernes, 14 de abril de 2017

(14-4-17): El Viernes Santo conmemora la Muerte de Cristo en la Cruz. Ya en las páginas del Nuevo Testamento se manifiesta que la devoción es muy antigua. La misa inicia alrededor de las tres de la tarde, hora en que según los evangelios fue la crucifixión. Este día es conmovedor y doloroso para los fieles, pero a la vez de esperanza porque anuncia la próxima resurrección de Jesús. Él invita a pensar en los propios pecados, en la compasión hacia el prójimo y la renovación de la Fe. Durante el Viernes Santo los fieles participan del dolor y sacrificio del Cuerpo y Sangre de Jesús en la Cruz. Pero este día también evoca el amor y el perdón de Cristo ante las mayores crueldades. El Viernes, junto con el Jueves y el Sábado de la Semana Santa, conforma el Triduo Pascual (los tres días en que la misa conmemora la pasión de Jesucristo).

Viernes Santo - Datos y Frases Célebres

Este día la misa conmemora el sacrificio de Cristo de una manera parca: El altar queda desnudo, el sagrario vacío, el presbiterio sin flores ni ornamentos de ninguna clase. Es el día en que la iglesia presenta un aspecto extremadamente austero. Nada distrae nuestra atención del altar y la cruz. La Iglesia permanece vigilante junto a la cruz del Señor.
Este día se adora la Cruz, en la que Cristo se pronunció siete veces.
Desde allí él enseñó a sus fieles, que aun a pesar de los azotes y las deshonras de sus verdugos, su respuesta, desde el amor, es pedir el perdón de los que no saben lo que hacen. Que aun cuando siente por un momento que su Padre lo abandona no pierde en ningún momento la fe, y se entrega a su misión misericordiosa:

Padre: Perdónalos porque no saben lo que hacen (Lucas 23, 24).

Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso (Lucas 23, 43).

Mujer, ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu Madre (Juan 19, 26-27).

Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? (Marcos 15, 34).

¡Tengo sed! (Juan 19, 28).

Todo está consumado (Juan 19, 30).

Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu (Lucas 23, 46).
Todos errábamos como ovejas, cada uno por su lado, y el Señor cargó sobre él todos nuestros crímenes. Maltratado, aguantaba, no abría la boca; como cordero llevado al matadero, como oveja muda ante el esquilador, no abría la boca. Sin arresto, sin proceso, lo quitaron de en medio, ¿quién meditó en su destino? Lo arrancaron de la tierra de los vivos, por los pecados de mi pueblo lo hirieron. Le dieron sepultura con los malvados y una tumba con los malhechores, aunque no había cometido crímenes ni hubo engaño en su boca. Por los trabajos soportados verá la luz, se saciará de saber; mi siervo inocente rehabilitará a todos porque cargó con sus crímenes (Isaías 53, 6-9;11).

A media tarde Jesús gritó con voz potente: - Elí, Elí, lema sabactani, o sea: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Algunos de los presentes, al oírlo, comentaban: - Está llamando a Elías. Enseguida uno de ellos corrió, tomó una esponja empapada en vinagre y con una caña le dio a beber. Los demás dijeron: - Espera, a ver si viene Elías a salvarlo. Jesús, lanzando un nuevo grito, entregó su espíritu. El velo del templo se rasgó en dos de arriba abajo, la tierra tembló, las piedras se partieron, los sepulcros se abrieron y muchos cadáveres de santos resucitaron. Y, cuando él resucitó, salieron de los sepulcros y se aparecieron a muchos en la Ciudad Santa. Al ver el terremoto y lo que sucedía, el centurión y la tropa que custodiaban a Jesús decían muy espantados: - Realmente éste era Hijo de Dios (Mateo 26, 46-54).

Si hablamos de Jesucristo como Dios, no podemos decir de él que es el representante de una idea de Dios, la cual posee las características de la omnisciencia y la omnipotencia (¡no hay tal cosa como una naturaleza divina abstracta!); más bien, se debe hablar de su debilidad, su pesebre, su cruz. Este hombre no es un Dios abstracto (…) Sin embargo, tenemos que decir de este humillado… "Este es Dios". Él no manifiesta ninguna de sus propiedades divinas en su muerte. Al contrario, vemos a un hombre dudar de Dios mientras muere. Pero de este hombre afirmamos, "Este es Dios" - Dietrich Bonhoeffer, Berlín-Alemania, 1933. Pastor luterano, teólogo, mártir de la resistencia al nazismo.


Viernes, 14 de abril de 2017

Copyright ©2008
Surcorrentino.com.ar
Todos los derechos reservados

DESARROLADO POR:
www.chamigonet.com.ar