Santo Tomé (12-11-17): “La Sole” de Arequito fue la frutilla del postre de una noche colmada del mejor folclore argentino. Se trató de la segunda y última noche del 53° Festival del Folclore Correntino que tuvo lugar en el Anfiteatro Genaro Berón de Astrada, escenario Isaco Abitbol. Importantísimas figuras pasaron durante toda la velada, que contó con unos 8 mil asistentes, y la visita del ex candidato a vicegobernador Eugenio “Nito” Artaza.


Al inicio ingresó la Escuela Municipal de Música y Danza, y el Ballet Municipal a cargo de la profesora Claudia López. Luego fue el turno de la Princesita, un nuevo valor santotomeño del chamamé genuino, y seguidamente actuó el Ballet Paraná.

También pasaron por el escenario la santotomeña Johana Fernández, el grupo Trivarietal, Sangre Paiubrera, La Esclava y Felipe Moreyra. Tuvo su espacio el grupo misionero Los Núñez, quienes año a año deleitan al público local con su chamamé de salón, haciéndolos bailar hasta al más tímido.

Luego fue el turno de Soledad Pastorutti, el plato fuerte de la velada, quien hizo un repaso por su historia musical, e incluso cantó temas de otros géneros como por ejemplo cumbia y baladas. No podía faltar su “revoleo” de poncho durante el tema “A Don Ata”, lo que fue replicado en todo el anfiteatro por los presentes.

Le siguieron Alan Guillen, Los Hijos de los Barrios, Velázquez Olivera y los Gurises del Chamamé, prácticamente al amanecer de este domingo.

“Siempre es bueno volver”

Al finalizar su show, Soledad dio una conferencia de prensa a la que se unió el Intendente Víctor Giraud, el secretario de Gobierno e intendente electo Mariano Garay, la viceintendenta electa Viviana Storti, Nito Artaza, invitado de la noche, entre otros funcionarios municipales.

Giraud expresó: “Estamos despidiéndonos de la edición 53 del Festival del Folclore Correntino, el más antiguo de la provincia de Corrientes, y con mucho orgullo de recibirla nuevamente a Soledad, y agradecerle obviamente por venir a Santo Tomé a compartir esta fiesta. Agradecemos también la presencia de Nito Artaza, amigo del pueblo santotomeño”.

Nito Artaza afirmó: “Yo simplemente quiero decir que quedé admirado por el crecimiento permanente, el profesionalismo, la estética del show extraordinario que tiene Sole, su hermana, todo el grupo, los músicos, excelente. Para Santo Tomé creo que ha sido un gran broche para este festival tradicional. Tengo que felicitarlos tanto al Negro (Giraud), a los artistas que pasaron, a todos”.

Soledad, por su parte, dijo: “La verdad es que Corrientes, desde aquella primavera que empezamos a venir, ya hace unos cuantos años, siempre digo que fue la única provincia que me tocó pisar como cantante. Conocía todas las provincias del país menos Corrientes, pero cuando la pisé es como que nos enamoramos hasta hoy, y venimos casi siempre, si no es Santo Tomé es otro lugar, pero siempre con la alegría de saber que venimos a cantar música que es propia, lo reciben con cariño, y lo ven bien, que no siempre ocurre”.

Recordó que cuando era muy chica y empezó a cantar, “todo productor que me veía decía que yo imitaba a Teresa Parodi al cantar. Entonces me empecé a alejar un poco del repertorio para encontrar mi propia identidad. Con los años incorporamos el acordeón, porque no teníamos, nosotros empezamos con dos guitarras y un bombo, y la verdad es que teniendo un acordeón, y un acordeonista de estas características, no hacer chamamé es casi un pecado”.

En cuanto a la incorporación de una voz masculina en su espectáculo, Soledad contestó que “desde hace algunos años empezamos a incorporar los coros. Empezamos con dos mujeres y dos hombres. Hoy más que nada, que todo pasa por lo visual, importa mucho lo que la gente ve. Y hemos incorporado gente muy joven y se crece mucho con ellos, en seguida absorben cualquier información, y son ellos quienes nos muestran a nosotros, que con tantos años a veces nos cuesta encontrar el camino y seguir creciendo. Ahora nos quedamos con Pablo, que es el corista que queda, porque además de ser un excelente cantante, es un tipo que graba discos de Chayanne, de Alexander Pires, de quien se te ocurra. Es un gran compositor, nos arregla vocalmente y me encanta como queda su voz pegada a la mía. A mí me pasa que soy muy estridente, medio gritona en el escenario, y si yo grito mucho hay un espacio entre la música y mi voz que hay que llenar, y la voz de Pablo cumple una función muy importante en ese sentido”.

Una vez más en Santo Tomé, la artista dijo: “Es importante volver a un lugar, porque significa que tan mal no hicimos las cosas, y nos quieren volver a ver”.

Se confesó fanática del chamamé, al punto que dijo: “no termino un disco de Mario Bofill sin llorar, porque le canta al viejito que vendió el acordeón para pagar sus remedios, o a la pareja grande que vio como sus hijos se fueron del nido, a situaciones tan reales que obviamente no hay otros géneros que le dediquen temas”.

Domingo, 12 de noviembre de 2017