El fiscal federal Patricio Evers reabrió hoy la causa del homicidio del ex secretario general de la CGT, José Ignacio Rucci, al requerir la realización de medidas de pruebas relacionadas con el crimen, ocurrido en 1973.
El dictamen de Evers, dirigido al juez federal Ariel Lijo, "significa la reapertura de la investigación penal" por el asesinato de Rucci, perpetrado en esta capital el 25 de septiembre de 1973, dijeron las fuentes.
La misma conclusión surge de la resolución de Lijo de tener por "querellantes" a los hijos del sindicalista, Claudia y Aníbal Rucci, quienes anteayer habían pedido reiniciar la pesquisa.
"El juez no rechazó la presentación" de los hijos de Rucci, y Evers, quien "podría haberse pronunciado sobre la prescripción de la acción penal", dio curso a las medidas de pruebas reclamadas por los querellantes, explicaron las fuentes consultadas.
El miércoles último, Claudia y Aníbal Rucci, asistidos por el abogado Jorge Casanovas, pidieron la reanudación de la pesquisa por el asesinato.
El "hecho nuevo" sobre el que se basó el planteo judicial fue la reciente aparición del libro "Operación Traviata", del periodista Ceferino Reato, según el cual dos de los presuntos responsables del crimen "estarían vivos".
Los querellantes solicitaron, entonces, que se ordene a Editorial Sudamericana la remisión de un original del texto y que se cite a declarar como testigo a Reato.
Para los hijos de la víctima la investigación periodística de Reato "despeja muchos interrogantes" y posibilita la reapertura de la investigación que, sin procesados, fue archivada en 1988.
Lijo, tras admitir como querellantes a los hijos de Rucci -cuyo objetivo es conocer a los autores materiales e intelectuales del homicidio-, notificó la presentación a Evers, para que el fiscal brindara su opinión.
Evers "como no fue requerido sobre otras cuestiones, se limitó a requerir la producción de las dos medidas de prueba reclamadas" por los querellantes, indicaron allegados al fiscal.
Rucci murió debido a las decenas de balazos que recibió aquel mediodía, cuando salía de su casa de la avenida Avellaneda 2.935, en el barrio Flores de esta capital.
Los disparos, que también alcanzaron a los guardaespaldas de ex titular de la CGT, partieron de una obra en construcción vecina al inmueble del que salían las víctimas.
Viernes, 26 de septiembre de 2008