Lo aseguró ayer una de las cámaras del sector. Hay una fuerte preocupación por la caída de los mercados internacionales. Sostuvieron que las exportaciones comenzaron a decrecer el año pasado.
Los representantes de productores, aserradores y manufactureros forestales denunciaron que la caída de esta actividad llegó al 75 por ciento, una de las más graves que sufrió el sector en los últimos 50 años.
El cierre de empresas o la disminución del ritmo de producción ya es moneda corriente y se teme que el quiebre pueda ser masivo en caso de que no haya una solución en el corto plazo.
El titular de la Asociación de Productores, Industriales y Comerciantes Forestales de Misiones y NE de Corrientes (Apiconfor), Pedro López Vinader, admitió, 24 horas después de emitir un duro documento, que la actividad maderera cayó un 75 por ciento en el último año.
Esta asociación aseguró en una misiva que se “viene la noche” para este sector, que fue uno de los que más creció empujado por los precios internacionales.
“La crisis en el sector viene agudizándose hace más de un año con la falta de exportación, y ahora rebalsó el vaso con la crisis que está atravesando el mundo, pero ya veníamos con mucha disminución de las exportaciones”, expresó.
“Ya la veíamos venir desde hace más de un año, porque Estados Unidos dejó de comprar en gran número, por eso si todos nos volcamos a vender en el mercado interno nos vamos a pelear entre todos”, subrayó el presidente de Apiconfor.
“Nosotros tratamos de no despedir gente, pero hay industrias totalmente cerradas y una disminución de la actividad en un 75 por ciento”, destacó.
Los empresarios también sostuvieron que la utilización de aberturas que no son de madera también complicó el panorama del sector.
Antes de que estalle esta crisis internacional, las fábricas de aberturas de madera señalaron que desde hace al menos 4 años se utiliza cada vez menos ese material en las construcciones locales.
En ese sentido, Vinader sostuvo que “lo que estamos buscando es que se trate de consumir en las viviendas la mayor cantidad de maderas, es decir que se hagan casas de madera, con ventanas de madera e instalaciones, porque se está haciendo todo de chapa y eso está generando un mayor problema al sector”.
En tanto, la reducción de la actividad forestoindustrial podría también frenar los proyectos para producir bio-oil y biomasa, dos combustibles alternativos que estaban por utilizarse a gran escala en la provincia.
Los capitales que se estaban por invertir para producir bioenergía demorarían la concreción de las plantas hasta que el panorama internacional se aclare.
Es decir que algunos de los anuncios que estaban previstos para este año no se cumplirán y serían diferidos hasta el año entrante.
Las estimaciones privadas anticipan que hasta el segundo semestre de 2009 la recesión seguirá presente.
Lunes, 13 de octubre de 2008