La diputada autonomista y el bloque panuista retiraron sus votos de cláusulas clave para el oficialismo y rompieron la mayoría calificada, impidiendo que el Gobierno obtuviera herramientas financieras para la inversión productiva. Las extraordinarias podrían poner a prueba nuevamente su lealtad a ECO.
La votación del Presupuesto 2012, en la medianoche del miércoles, diagramó un nuevo esquema político con incidencia directa sobre el oficialismo de la Cámara de Diputados, pero que al mismo tiempo insufló las expectativas de la oposición. Ocurrió al constatarse cómo el Partido Nuevo y el autonomismo se apartaron del libreto escrito en el Gobierno, al que -por ir en contra del Artículo 20 bis- le quitaron la posibilidad de financiar inversiones mediante herramientas crediticias.
Omar Yung, Nora Nazar (ambos del Panu) y María Isabel Brisco (Partido Autonomista), dieron un virtual portazo al oficialismo el miércoles, al no acompañar puntos clave del proyecto de ley de Presupuesto 2012. De hecho, no votaron junto al radicalismo los puntos 17 y 20 bis.
Ambos artículos están referidos, en primer lugar, a la autorización para descontar 1,4 millón de pesos diarios de la Coparticipación en bruto para financiar gastos educativos y a tomar créditos por 650 millones de pesos, con los que el Po-der Ejecutivo planeaba financiar inversiones apuntadas, es-pecialmente, al desarrollo productivo de la provincia.
Aunque el recorte de la Coparticipación sí tuvo números suficientes para ser aprobado, significó un anticipo del gesto político concreto que harían, en conjunto, el Panu y el PA. Y que surgiera en un contexto de reclamo por espacios de decisión en la alianza con la UCR, Encuentro por Corrientes (ECO).
El hecho, anticipado también por negociaciones contrarreloj que se frustraron antes de la sesión del miércoles, surtió un efecto favorable para las expectativas de la oposición. Es que el Frente para la Victoria, que se llamó orgánica y públicamente a intentar un freno a la toma de nuevos créditos, logró su cometido con una mayoría emparchada. Pero mayoría al fin.
El 20 bis, que por representar un endeudamiento para la Provincia requería del voto positivo de los dos tercios del cuerpo (18 diputados), reunió 16 voluntades, con lo que dejó al descubierto la necesidad que tiene el ucerreísmo de sumar aliados clave.
Lo observado el miércoles podría no ser un hecho aislado, si se toman en cuenta las advertencias del autonomismo al exteriorizar su queja por la falta de lugares de decisión dentro de ECO. En ese marco fue que el dirigente Lucio Portel, después de anticipar que la diputada Brisco respondería orgánicamente a lo que el partido decida, puso en duda incluso el voto favorable para Pedro Cassani (PL) en su propósito de renovar su mandato en la Presidencia de la Cámara.
Si la actitud del bloque del Panu y de la legisladora del PA se convierte finalmente en un reacomodamiento que trascienda su pertenencia al oficialismo, los dos próximos años de gestión se le podrían complicar en su faz legislativa al Poder Ejecutivo, teniendo en cuenta que incluso con los demás aliados, sumaría unos 15 votos. Tres menos que la mayoría calificada que requieren los proyectos con cláusulas de toma de créditos o pagos de deuda.
El radicalismo en tanto, no salió a hacer consideraciones sobre la nueva relación de fuerzas diagramada en la Cámara baja, y minimizó la trascendencia del salto que dieran la autonomista y los nuevistas.
Mientras tanto, transcurre un tiempo de especulaciones en el arco opositor, por saber si habrá o no convocatoria del Gobernador a sesiones extraordinarias, una instancia en la que se volverá a poner a prueba la fidelidad de los aliados al proyecto del ucerreísmo en el Poder Ejecutivo de la Provin-cia.
Viernes, 25 de noviembre de 2011