El mandatario radical, de relación siempre tirante con la Casa Rosada, ya dio los primeros pasos junto con inversores dispuestos a invertir 250 millones de dólares en una planta productora de pasta y papel marrón en la localidad de Ituzaingó. Aunque Colombi niega intenciones de enfrentarse al Gobierno, el kirchnerismo correntino y organizaciones ambientalistas de la región ya se quejan de los posibles efectos contaminantes de la iniciativa, que podría desembocar en una reedición del conflicto que convirtió a Gualeguaychú en escenario de protesta permanente.
Un año y medio después de desactivar el conflicto binacional entre Uruguay y los asambleístas de Gualeguaychú, el gobierno se apresta a afrontar otro frente de tormenta mesopotámica relacionado con la instalación de pasteras. Esta vez, el proyecto se desarrolla en pleno territorio argentino. El gobernador de Corrientes, Ricardo en su provincia, a la vera de los ríos Paraná y Uruguay.
“La posición que tenemos es clara y firme. La vamos a llevar adelante más allá de los falsos ambientalistas”, dijo Colombi, en un reciente seminario sobre la industria de la forestación. “Corrientes quiere papeleras. Tenemos 500.000 hectáreas de árboles de eucalipto y pino y un microclima muy apto para esta industria”, confirmó el senador provincial Marcelo Checho Flinta, mano derecha del gobernador.
El ministro de Producción provincial, Jorge Vara, también defendió la iniciativa, que se complementa con la presentación en el Congreso de un proyecto de ley que sirva de marco legal para la instalación de plantas productoras de celulosa en territorio argentino, firmado por legisladores correntinos, misioneros y entrerrianos.
“La provincia no tiene pasteras y se viene trabajando desde hace mucho en ese sentido. Hay interés y conversaciones avanzadas con grupos inversores”, agregó Vara, que prefirió mantener en reserva la identidad del grupo inversor y sólo anticipó que se utilizará “tecnología china” en el emprendimiento. “Además, se hará allí cartón corrugado y pasta marrón, sin cloro contaminará mucho menos”, sostuvo el ministro.
Desde la oposición correntina ya surgieron voces críticas. “Estoy absolutamente en contra, se eligió el camino más fácil cuando hay otras formas de aprovechar la forestación. Colombi escucha más a los empresarios que a los políticos”, criticó el ex diputado nacional Eduardo Galantini, hoy intendente kirchnerista de Monte Caseros. Advirtió sobre la necesidad de realizar “audiencias públicas y consultar a la gente para que opine sobre el tema” antes de concretar la instalación de las empresas, que en el caso de Ituzaingó sería cercana a una población a orillas del río Paraná.
“La iniciativa va a generar resistencia social. No trae más trabajo ni se recaudan más impuestos. Sólo focos de contaminación”, coincidió Guillermo Luciano, de la organización FundaVida en Corrientes.
La iniciativa de Colombi llega en un momento complicado de la relación de Corrientes con la Nación. Fuentes del gobierno correntino afirman que el principal déficit reside en el dinero prometido para obras de infraestructura (que no llega y enoja al gobernador), y en los planes de vivienda, en los que la provincia “está discriminada” con respecto a otras provincias, “sobre todo Chaco y Formosa”, aseguran. “No tenemos que pedirle permiso a nadie, pero sería bueno coordinar el trabajo con la secretaría de Medio Ambiente”, reconoce Flinta.
Para despejar los rumores de ruptura con el Gobierno, cerca del gobernador recuerdan que el interés de Colombi por las papeleras tiene antecedentes. Cuentan que hace un año llegó a Fray Bentos a visitar la planta de producción de pasta de celulosa que la empresa finlandesa UPM (ex Botnia) tiene en esa ciudad uruguaya. “El tema papeleras no está en la agenda por discutir con el Gobierno”, dicen cerca del gobernador radical.
Algo debilitado luego de la derrota de Ricardo Alfonsín en las elecciones de octubre (Cristina Kirchner superó allí el 60 por ciento de los votos, aunque el gobernador ganó las legislativas por escaso margen), Colombi apuesta a más: cerca de él aseguran que la de Ituzaingó será sólo la primera de las papeleras que se instalarán en la provincia.
Domingo, 4 de diciembre de 2011