En una tensa reunión Amado Boudou les advirtió que serán vigiladas para que no compren dólares ni retiren depósitos. Dijo: “No jueguen contra Argentina”. Respuesta de los mercados: la Bolsa 5,67 abajo y el dólar trepó a 3,31.
El Gobierno les reclamó a las AFJP que “no jueguen contra la Argentina” y que se abstengan de comprar dólares o vender títulos públicos y acciones. El planteo estuvo a cargo del jefe de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), Amado Boudou, durante una reunión que mantuvo con los gerentes de inversiones de las empresas. Una resolución de la Comisión Nacional de Valores y la Superintendencia de las AFJP obligará a las empresas a repatriar u$s 600 millones invertidos en Brasil. También se traerán otros u$s 400 millones de garantías de depósitos en el exterior que maneja la sociedad mixta Sedesa. Las petroleras liquidarán otros u$s 400 millones de exportaciones y la tarjeta Visa unos u$s 120 millones de pagos argentinos afuera. El Gobierno cuenta con estos u$s 1500 millones para sumar dólares al mercado y controlar la cotización del billete verde sin vender tantas reservas del Banco Central. La última carta que se guarda Boudou es el derecho de intervenir las AFJP.En la mira oficial están Met y Orígenes, que sólo cuentan en el país con el negocio de la jubilación privada y amenazan con dar batalla para frenar el proyecto oficial con juicios y lobby.
Las administradoras retomaron ayer las actividades financieras luego de una semana de suspensión, dispuesta por el juez federal Claudio Bonadío. El magistrado, que la semana pasada allanó las diez empresas, citará en los próximos días a los directores para que detallen sus planes de inversión.
Boudou se reunió con los ejecutivos ante el temor de una oleada de ventas de bonos y acciones en poder de las administradoras, que deprimiría aún más las cotizaciones. También les advirtió que no compraran dólares, para no presionar sobre un mercado cambiario con mucha demanda de divisas en los últimos días. Los fondos del sistema de capitalización que manejan las AFJP rondan los $98.000 millones, de los cuales $50.000 millones son bonos de la deuda pública y unos $10.000 millones, acciones de las principales empresas locales.
Tras el encuentro, el funcionario juzgó necesario que las AFJP colaboren para llevar “tranquilidad a los mercados”. “No deberían ir a meter mayor presión al mercado de tipo de cambio, ni operar contra el valor de los bonos públicos, y mantener sobre todo la liquidez, el nivel de crédito, el nivel de fideicomisos para el consumo”, agregó.
Para generar tranquilidad en medio de la incertidumbre, el funcionario garantizó que mantendrá intacta la cartera de inversiones de las administradoras, en particular las acciones de compañías y los plazos fijos contratados con bancos privados. Y en lo inmediato exigió reciprocidad: les demandó renovar los plazos fijos por 7.000 millones de pesos que tienen depositados, de los cuales 30% están colocados en dos bancos de capitales nacionales. Los fideicomisos de consumo son los que financian las ventas en cuotas de las casas de electrodomésticos y otros grandes comercios.
Otro eje de los tironeos es la suerte de las acciones. Las administradoras invirtieron en los últimos años en una variada cartera que incluye entre el 10 y el 25% de las acciones de las principales empresas del país. Las empresas privadas temen por el futuro de estos papeles en manos del Estado, y el Gobierno teme a su vez por los movimientos inmediatos de las administradoras. Parte de la reunión se centró en impedir el derrumbe de las cotizaciones.
El Gobierno insistirá a las administradoras para que retornen al país los alrededor de 2.000 millones de dólares invertidos en acciones y bonos en el exterior, sobre todo en Brasil y Estados Unidos. El Ejecutivo deberá extremar los cuidados para evitar ventas apuradas en un escenario financiero volátil, que perjudicarían más los fondos previsionales. Además, si se concreta la estatización del sistema y esos fondos permanecen en el extranjero, pueden sufrir el asedio de los fondos buitre, en su búsqueda permanente de recursos embargables del Estado.
Detrás del clima amable de la reunión de ayer se esconde una interna entre las propias administradoras que amenaza con sumarle obstáculos al proyecto de estatización del Gobierno. Por un lado, están las AFJP dispuestas a iniciar demandas judiciales e instar a sus afiliados a seguir ese camino, y las que prefieren cuidar sus otros negocios en la Argentina y dejarle allanado el camino al Gobierno. Entre los primeros se encuentran Met AFJP, del grupo asegurador estadounidense Metropolitan Life, y Orígenes, controlada por ING. Entre los pacíficos están Máxima, del banco HSBC, y Consolidar, del BBVA Banco Francés, que recibieron la orden de sus casas matrices –Londres y Madrid– de negociar sin conflicto una compensación a cambio de mantener a salvo sus operaciones bancarias en el país. A este grupo se sumó ayer Previsol –controlada por el Credicoop–, que dio a conocer su desvinculación de la unión de administradoras.
Martes, 28 de octubre de 2008