Si bien la sequía había hecho prever menos de 70.000 hectáreas de arroz sembrado para esta campaña, las lluvias de octubre posibilitarían llegar a las 76.000, unas 3.000 menos que el año pasado. Sin embargo, hay incertidumbre en el sector por el cierre de mercados internacionales y la caída de precios.

Las lluvias posibilitaron la normalización en el nivel de los canales y represas que sirven para el riego.

LOS NUMEROS: $750 El la cotización de la tonelada de arroz cáscara que se estima para esta campaña.

EL DATO: La provincia de Entre Ríos incrementó considerablemente su área sembrada con arroz. Desde la Acpa estiman que en esta campaña podría igualar la producción correntina.

La sequía registrada durante el año en casi toda la provincia hacía prever un importante déficit en la producción de arroz. Sin embargo, las importantes precipitaciones que se produjeron desde mediados de octubre hasta principios de noviembre, permitieron la normalización de las represas y, por consiguiente, un considerable incremento en el área sembrada, que llegaría a las 76.000 hectáreas, 3.000 menos que la campaña 2007/2008.

No obstante a estas previsiones, la crisis financiera internacional ha generado incertidumbre entre productores y molineros, ya que son varios los mercados que cerraron las importaciones y el precio de la tonelada del grano cayó cerca de un 20%.

La siembra de arroz se inició en septiembre y las previsiones de los técnicos del sector para esta campaña 2008/09 no eran alentadoras. La sequía que afectó durante gran parte del año a la provincia, sumada a la incertidumbre que generó la crisis internacional, hicieron prever un déficit de unas 10.000 hectáreas, respecto a la siembra del año pasado. No obstante, las lluvias caídas desde el 12 de octubre hasta principios de noviembre -entre 400 y hasta 600 milímetros en algunas regiones de la provincia- obligaron a planificar nuevas evaluaciones para determinar el área sembrada que tendrá Corrientes para este año.

Según explicó a El Litoral el presidente de la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz (Acpa), Jorge Vara, estas precipitaciones pararon la siembra, pero a su vez normalizaron el nivel de las represas y canales que sirven para el riego del cultivo, sobre todo las situadas desde el río Miriñay hacia la costa del Uruguay. Ello posibilitó una mayor siembra de parte de los productores.

Vara señaló que si bien no podrán alcanzar las 79.000 hectáreas sembradas de la campaña anterior, las nuevas previsiones hacen pensar en unas 76.000. “Estamos mejor de lo que pensábamos hace unos meses, cuando habíamos pronosticado unas 10.000 hectáreas menos que el año pasado por la sequía”, señaló el dirigente arrocero a este medio.

No obstante, el productor explicó que las lluvias importantes serán las que se registren una vez los campos estén sembrados, aspecto fundamental para el rendimiento que pueda tener el cultivo. “El año pasado tuvimos un buen rendimiento, de unos 6.800 kilos por hectárea. Este año veremos cómo se portan las lluvias, porque si no llueve más en noviembre, vamos a bajar considerablemente el rinde”, dijo el profesional de la actividad.

Respecto a los precios, Vara comentó que hubo una baja de alrededor del 20% respecto a la campaña anterior en los precios pagados al productor. De los $950 promedio que se pagaron a principios de este año, se prevé que para esta campaña los acopiadores paguen unos $750 por tonelada de arroz cáscara a los productores.

Otro factor desfavorable, estrechamente ligado al descenso de los precios, es el mercado internacional. Vara comentó en este sentido, que el cierre de importaciones de arroz de Brasil (sumado a la incógnita por la cotización de la moneda brasileña) y la incertidumbre que reina por la crisis financiera global, son condicionantes para las ventas al exterior. “Está costando vender afuera y eso va a condicionar el mercado interno, porque al haber una superproducción, el precio va a bajar”, explicó el titular de la Acpa.

Viernes, 21 de noviembre de 2008