La Cámara baja presentó ayer un informe en el que recusó a dos juezas que fallaron por la suspensión del juicio político. Así cumplió con su trámite y aguarda –con pocas esperanzas– una resolución para avanzar.
La Cámara de Diputados jugó ayer sus primeras cartas en la Justicia para defender la continuidad del juicio político que persigue la destitución del ministro del Superior Tribunal, Juan Carlos Codello, en un contexto en el que el oficialismo sospecha que podría perder la batalla con los jueces locales y, por ello, afirma que está dispuesto a llevar el caso hasta la última instancia judicial: la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Las primeras cartas fueron presentadas ante la sala 4 de la Cámara Civil que suspendió el proceso contra el magistrado: Diputados pidió la recusación de dos juezas que fallaron en contra, Analía Durand de Cassis (presidenta) y María Eugenia Sierra, planteó un conflicto de poderes y presentó el informe requerido sobre las actuaciones contra el juez cuestionado.
Con esta presentación, realizada ayer a la mañana por el asesor legal de Diputados, el abogado Rafael Morante Serneguet, la Legislatura dejó todo en manos de los camaristas y sólo le queda esperar un fallo judicial para ver si continúa o no la investigación en el juicio político.
El oficialismo, que impulsa en minoría el proceso, sabe que la situación es complicada porque el fallo de la Cámara que suspendió el juicio generó la reacción de sus dirigentes que salieron a acusar a los jueces de entrometerse en el Poder Legislativo y, además de plantear un choque de poderes, salieron públicamente a disparar sus dardos contra sectores de la Justicia.
No con muchas esperanzas el oficialismo juega sus cartas y quizá por ello, ayer, Morante Serneguet afirmó en diálogo con La República: “Vamos a llevar el caso hasta la Corte, hasta la última instancia si es necesario”.
Claro que en ese caso, primero, el expediente deberá pasar por manos del Superior Tribunal, es decir, por los colegas de Codello que tendrán que decidir si los diputados tienen pruebas para avanzar con la investigación o desterrar la misma al considerarla inconstitucional.
Hasta el momento, en los tres meses que van de esta gran polémica, lo que más se cuestiona en los tribunales es la acusación que pesa contra el ministro de la corte provincial: mal desempeño y supuesta inhabilidad psíquica. Muchos funcionarios judiciales se preocuparon, por interés propio, de leer una copia del pedido de juicio político y construyeron una opinión generalizada en el fuero que dice: “No tienen pruebas para demostrar lo que denuncian porque no hay ningún fallo en el que Codello haya cometido tales irregularidades”.
Así las cosas, los diputados deberán esperar que la Justicia juegue sus nuevas cartas: podría ratificar la suspensión del juicio, dejando al denunciado libre de culpa y cargo.
Como ni el Superior Tribunal, ni la Cámara Civil tienen plazos para resolver la cuestión de fondo, el juicio podría quedar dormido en Diputados por tiempo indeterminado. Al menos todo indica que este año ya no habrá tiempo por más que exista una prórroga de las sesiones ordinarias que vencen el 30 de noviembre. Además, el oficialismo aún no consigue el voto que le falta para ganar en el recinto. Hoy perdería 13 a 12 contra la oposición.
Fuente: La República
Sábado, 22 de noviembre de 2008