A un año de que el STJ ordenara la demolición del muro de tierra, la empresa que lo construyó comenzó con los trabajos en el Iberá por orden del Juzgado Nº 12 de Corrientes. Los defensores critican la falta de estudios de impacto ambiental.
Ayer por la mañana comenzó el derrumbe del terraplén por parte de la empresa ex Forestal Andina, por orden del Juzgado Nº 12 de Corrientes.
Las intendencias de Concepción y de Santa Rosa continúan defendiendo el muro de tierra como único acceso al paraje Yahaveré en el corazón de los Esteros del Iberá, y señalan que “esta medida perjudica a las familias que viven allí y que ahora quedarán anegadas en esa zona”.
La firma aduce, además, que el camino, que fue declarado de interés municipal por parte del Concejo de Concepción y que tenía el proyecto de ser utilizado para su desarrollo turístico, debe ser destruido sin haberse realizado un paso vital que es el estudio de impacto ambiental para saber la dimensión del daño a esta obra.
La demolición del camino implica, según el propio el Instituto Correntino del Agua y Medio Ambiente (Icaa), una obra nueva y, como tal, lo que Haciendas San Eugenio y el Municipio de Concepción trataron de realizar siempre es que, antes de la demolición, se lleve a cabo el estudio de impacto ambiental tal como lo establece la legislación de la provincia de Corrientes, el Código de Aguas y la propia Constitución Provincial.
El Icaa nunca se expidió sobre el estudio de impacto ambiental previo y el Juzgado Nº 12 exigió la demolición del muro.
El documento del Ejecutivo que ordena el derrumbe fue emitido el 21 de noviembre y se publicó en el Boletín Oficial recién el lunes 15 de diciembre (página 4, Nº 2.669).
Según la empresa Haciendas San Eugenio, que comenzó con la construcción del camino de tierra (un supuesto dormidero de ganado) la utilización del camino “formaba parte de un proyecto productivo y social de beneficio para todos los pobladores”. Considerándolo como el único acceso al paraje Yahaveré, donde viven unas 15 familias y donde funciona una escuela también reconstruida por la empresa.
Intervención del Gobierno
El anuncio formal del gobierno provincial de que próximamente se contratará una empresa que derrumbe el terraplén construido en los Esteros del Iberá fue recibido de distinta manera por los sectores afectados por esta construcción de más de 30 kilómetros lineales de extensión. Yahaveré, el paraje directamente comprometido con esta construcción, se encuentra en el medio de una compulsa de intereses.
Por un lado, un grupo integrado por pobladores y ambientalistas lleva reclamando desde hace tiempo no sólo que se derribe el paso, sino el cumplimiento del fallo del Juzgado Civil y Comercial Nº 12, a cargo de Mercedes Scaramellini Guerrero, que ratificó la medida en favor de un poblador.
Por el otro, dos intendentes y otro grupo de lugareños, de Concepción y Santa Rosa, afirman que el terraplén es hoy el único camino para ingresar sin inconvenientes hasta el paraje.
En materia ambientalista, la cosa también está dividida. El riñón del conservacionista Douglas Tompkins ya confirma el daño ambiental que el muro causó en los Esteros, pero también aseguró en su momento que derribarlo generaría otra debacle.
Sábado, 20 de diciembre de 2008