Paso de los Libres (19-11-10): De los 40 ocupantes del micro de la empresa Singer, una veintena fue atendida en el centro asistencial público de Paso de los Libres. Ayer, durante el transcurso del día, parte de los lesionados se retiraron. Dramáticos relatos del choque.
Durante el transcurso de la jornada de ayer, gran parte de los pasajeros fueron dados de alta del hospital San José, de Paso de los Libres, y emprendieron el regreso a sus destinos, en tanto que otros siguieron internados en observación. De acuerdo con su evolución y el examen médico a que serán sometidos en la mañana de hoy, también podrán abandonar ese centro asistencial.
Minutos después de las 3 de ayer, cuando la policía recibió el aviso del accidente por parte de ocasionales automovilistas, se puso en práctica desde el hospital y de la Unidad Especial de Bomberos de la Policía de Corrientes y de Bomberos Voluntarios un diagrama de emergencia para socorrer a las víctimas.
Un retén de enfermeros y médicos esperaron a las ambulancias que comenzaron con el traslado de los heridos.
“Fue un desastre”
“Venía durmiendo. Ocupé una butaca de la fila izquierda casi en el medio del coche. El impacto me despertó bruscamente porque fui a golpear contra el respaldo del asiento delantero. Fue tremendo. Me di cuenta al instante de que chocamos, pero no sabía contra qué, y los gritos y llantos eran espantosos en la oscuridad”, comentó un pasajero a la prensa.
Y agregó: “En esa situación en que todo es confusión, uno trata de salir del encierro. Fue desesperante ver cómo la gente buscaba escapar del colectivo entre las lamentaciones y gemidos de dolor de los heridos”.
Luego una señora indicó a una radio: “Trataba de dormir. Recliné el asiento y cerré los ojos. El viaje se hacía con normalidad, hasta que una brusca frenada y un golpe me hizo abrir los ojos, pero al instante todo quedó oscuro, y entre gritos se trató de salir del colectivo en medio del desorden.”
Un comerciante que viajaba a Buenos Aires también contó su experiencia: “Los que estábamos en los asientos de atrás sólo recibimos golpes y abandonamos como pudimos el colectivo. Al aparecer los primeros automovilistas, que acomodaron los coches para iluminar la escena, nos dimos cuenta de la magnitud de la tragedia y empezó la ayuda a los heridos; mientras otros, mediante teléfono celular trataban de avisar a la Policía y pedían ambulancias y médicos. Pudo haber sido peor el accidente”.
Viernes, 19 de noviembre de 2010