Viernes, 29 de Noviembre de 2024
  
29/11/2024 05:40:40
Sexualidad
Jóvenes que debutan con Viagra. El uso recreativo del fármaco implica riesgos muy altos
Compartir en Facebook    Compartir este artículo en Twitter    Compartir este artículo en WhatsApp    Imprimir esta nota
Jueves, 25 de noviembre de 2010

La viagra está diseñada para combatir la disfunción eréctil y no debe combinarse con ninguna otra sustancia. La primera relación sexual es algo que inquieta a cualquiera antes de que se produzca. Pero muchas veces, en el caso de los hombres, esta ansiedad se multiplica debido al miedo a no saber responder de manera adecuada ante la situación.

Por miedo a no cumplir, en resumen. Para vencer este estereotipo que ha acompañado al hombre des de tiempos inmemoriales, cada vez más jóvenes están recurriendo a la Viagra como método para tener sexo sin sorpresas negativas. Un comprimido estimulante que es muy eficaz para el tratamiento de la disfunción eréctil pero que no debería usarse para prevenir un problema que ni si quiera se sabe si existe, ya que los riesgos de ello son muy altos.

De acuerdo con investigaciones realizadas en los últimos años, una media de dos de cada diez comprimidos son comprados por menores de 25 años para buscar una mayor firmeza del miebro e incluso para hacer más duraderas las erecciones. Una cifra que seguramente incrementaría si se computasen las ventas clandestinas. Lo más alarmante es que la conducta se está convirtiendo en una moda entre los jóvenes ‘fiesteros’, que acaban mezclando el fármaco con el alcohol, o incluso con drogas de diseño.

En principio, la viagra (o el sildenafil) es un medicamento que precisa prescripción médica para poder ser vendido en una farmacia española. Pero este requisito no siempre se cumple, y el acceso al estimulante se convierte en algo muy sencillo por parte de los jóvenes. Y es que, como hemos repetido tantas veces en este blog, las ventas por internet son muy habituales (aunque profundamente inseguras), así como lo son los favores entre ´colegas´.

El uso indiscriminado del fármaco, junto con su combinación con otras sustancias, puede traer consecuencias fatídicas para quién lo consume. Son posibles la muerte cardíaca súbita, desmayos muy graves, arritmias ventriculares o hipertensiones. Eso, por no decir que si se empieza teniendo este tipo de incentivos, será difícil dejarlos después. Te acostumbras a un rendimiento que no es normal, por muy joven que seas, y una vez has sido dios, ya no querrás bajar. Comprensible.

Además también hay que tener en cuenta las amenazas publicitarias hechas entorno a este tema. Y es que los grandes laboratorios han cambiado las tendencias de sus spots de forma drástica en los últimos años, reemplazando las viejas figuras canosas que recomendaban el producto por rostros juveniles que esperan el fármaco con curiosidad.


Jueves, 25 de noviembre de 2010

Copyright ©2008
Surcorrentino.com.ar
Todos los derechos reservados

DESARROLADO POR:
www.chamigonet.com.ar