Cuando la prevención es el recurso más importante. No hace falta temer, sólo aprender a conocer el propio cuerpo. El estrés, el trabajo, los estudios y hasta la familia hacen que no se encuentre el tiempo ideal para ir al doctor por un chequeo anual. Es por eso, que la mayoría de la gente espera a que algo no ande bien para visitar a un profesional.
Sin embargo, es preferible realizar análisis al menos cada doce meses para prevenir enfermedades que con el tiempo se pueden llegar a convertir en factores de riesgo de vida.
Tanto la hipertensión arterial como los trastornos cardíacos tienen que ser controlados asiduamente, especialmente por aquellos que viven una vida poco saludable. Estas enfermedades pueden ser controladas fácilmente y, con el tratamiento correcto, muy pocas veces se transforman en una amenaza. Igualmente, existen otras que sólo pueden prevenirse mediante la detección temprana. El cáncer es una de ellas y la patología de mamas es precisamente el más fácil de controlar. Sólo hay que detectarlo cuanto antes para comenzar con el tratamiento adecuado y vencerlo.
Muchas personas creen que su vida está arruinada o simplemente terminada cuando la palabra cáncer sale de la boca de sus doctores. Pero seguramente lo que desconocen es que el éxito del tratamiento corresponde directamente a la cantidad de tiempo que se cuenta para aplicar las terapias necesarias.
Más allá de los esfuerzos que se realicen para sobrellevar esta enfermedad o la visita a los profesionales más preparados para tratar esta problemática, lo que resulta imprescindible es la detección temprana y, por consiguiente, la visita anual al doctor.
Más allá de la realización de los estudios ginecológicos necesarios, tales como las ecografías mamarias o las mamografías –dependiendo de la edad de las pacientes- es importante realizar un tacto diario para notar para presencia de bultos o formaciones raras en las mamas. Estas prácticas se pueden realizar por una misma durante el baño y ayuda, en gran medida, a complementar el diagnóstico médico.
Otro de los factores a tomar en cuenta, es la historia familiar de cada uno. Si uno o más casos de cáncer de mama se han registrado dentro del árbol genealógico del paciente, es muy probable que cuente con mayor predisposición a desarrollar una alteración a nivel celular, lo cual es justamente lo que genera la formación de tumores malignos.
A esta altura no hay por qué tenerle miedo al Cáncer de mama, sólo hace falta contar con un diagnóstico rápido, tomar algunas medidas para prevenir el avance y tener mucha fe, porque en esta vida todo es solucionable.
Martes, 7 de diciembre de 2010