Qué se puede decir del sexo anal que no se haya dicho ya. Podemos realizar un recorrido por algunas de las cosas que se han comentado con respecto a éste.
Por ejemplo, para introducir el tema, podemos recordar que para la Iglesia Católica el sexo anal era considerado "contra natura" debido a que para ellos el único sexo natural era el sexo con fines reproductivos. Asimismo, en muchas ocasiones se ha usado esta práctica para mantener la virginidad vaginal.
M. A. Martín
Para algunas personas, mientras no haya coito vaginal, puede haber cualquier otro tipo de práctica sexual y la virginidad se mantiene intacta, curiosamente.
El sexo anal requiere ciertas condiciones y es por eso que su práctica es mucho más recomendable en estados de excitación intensa. En este sentido, es necesario preparar la situación lo mejor posible. Una buena preparación augura unos resultados agradables y satisfactorios para ambas partes. Además de toda la parte lúdica, que permite que la persona se relaje al tiempo que se excita, es aconsejable asegurarse de que hay una buena lubricación. Entonces, por un lado, el ano se va relajando y, por otro, la lubricación adecuada facilita la penetración.
A las personas que no tienen mucha experiencia en esta práctica se les recomienda tener cuidado e ir poco a poco. El esfínter no siempre cuenta con la flexibilidad suficiente para la penetración pero la puede ir adquiriendo. No obstante, el criterio debe ser siempre el malestar y el dolor. Cuando el malestar excede el placer, no hay que esperar a que el dolor sea intenso, es hora de parar.
Asimismo, la práctica del sexo anal presupone una buena higiene y desde ese punto de vista, los preparativos conllevan más tiempo. En cuanto al lubricante a emplear, recomendamos los que tienen una base acuosa. Los lubricantes con bases de aceite pueden dañar el preservativo y los de base acuosa resultan menos agresivos para el cuerpo. Asimismo, no se puede olvidar que se trata de una práctica de alto riesgo por lo que hay que extremar la protección si no se conoce el estado serológico de la otra persona.
El sexo anal es practicado por un porcentaje alto de parejas, pero por su estigma y los prejuicios que despierta muchas veces podríamos tener la impresión de que es menos popular. En consulta a veces escuchamos la confesión de algunas mujeres que revelan que su pareja les ha solicitado sexo anal y que a ellas nos les hace mucha gracia probarlo por las connotaciones que tiene. Cualquier práctica sexual sólo es recomendable cuando el consentimiento es mutuo, así como el gozo. Hay muchas formas de dar y recibir placer sexual y buscar la sintonía siempre ofrece muchas más garantías.
¿Te gusta el sexo anal? ¿Cuál es tu experiencia al respecto? ¿Qué recomendaciones harías para los que quieren introducirse en esta práctica? ¿Y con respecto a las precauciones que hay que tener?
Domingo, 27 de febrero de 2011