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Política - efecto jazz
Bush agitó el caos, pero no consiguió los votos
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Sábado, 27 de septiembre de 2008

El plan de salvataje sigue en el limbo parlamentario. El secretario del Tesoro imploró de rodillas ante los legisladores demócratas.
El presidente norteamericano apeló al pánico al anticipar una recesión "larga y dolorosa" si no se aprueba su programa de rescate.


El futuro de la economía mundial quedó anoche en la nebulosa. En medio de la campaña electoral, George W. Bush no logró que el Congreso apruebe su paquete para rescatar a los grandes bancos de Wall Street, en jaque por la crisis de las hipotecas. Implorante, tras otra semana lúgubre para las bolsas, Bush insistió en que si no hay plan, la principal potencia del mundo entrará en una recesión “larga y dolorosa”. Pero no convenció a su propio bloque, que pidió más cambios al salvataje de 700 mil millones de dólares que propuso la Casa Blanca. El paquete tendría consenso recién mañana, aunque nadie garantiza que vaya a frenar el “pánico angustioso” que vaticinó el mandatario si no se aprueba de inmediato.

Con una quinta parte del producto global, Estados Unidos todavía marca el paso de la economía. Por eso cayeron nuevamente las bolsas de Asia y Europa, donde ya hubo despidos a raíz de la crisis financiera. El francés Nicolas Sarkozy pidió “refundar el capitalismo”, tras haber reclamado en la ONU reformular el FMI y el Banco Mundial.

En la Argentina, el Gobierno sigue pendiente de que no caiga la soja por la menor demanda que implicaría un frenazo global.

El secretario del Tesoro estadounidense, Henry Paulson, está en el ojo de la tormenta. Según The New York Times, llegó incluso a arrodillarse frente a un grupo de legisladores demócratas para que no objetaran su plan para comprar a los bancos sus activos “tóxicos”, especialmente hipotecas incobrables.

La principal oposición, sin embargo, es la de los propios republicanos. Como los justicialistas disidentes con las retenciones en el Congreso, un ala del partido (la más conservadora) se rebeló. Se niega a subsidiar a los grandes bancos con fondos de los contribuyentes. Aducen que implicaría un “riesgo moral”: que nadie mida los riesgos al decidir una inversión por descontar un posterior salvataje estatal.

Los gigantes financieros siguen al borde del abismo. Y no sólo la banca de inversión, sino también la que atiende al público y recibe depósitos. Las acciones del banco Wachovia cayeron ayer un 30% y sus directivos anunciaron tratativas para venderla al Citigroup o incluso al español Santander. Fue después de que el JP Morgan absorbiera el Washington Mutual, otra caída que marcó un récord histórico.

Las acciones de Wall Street recuperaron un 1,1%, porque hasta el cierre aún se esperaba un entendimiento y porque Bush despejó algunos de los temores con un oportuno discurso matinal. El lunes, si no prosperan las negociaciones, un nuevo derrumbe será inevitable.

En las discusiones que seguirán hoy, la oposición demócrata busca que el paquete incluya alguna ayuda a los deudores que enfrentan juicios de desalojo. Desde que estalló la crisis, hace un año, las cuotas mensuales de los hipotecas subieron 35% promedio. Cada vez más familias dejan de pagarlas.

“Los préstamos se dieron tan livianamente que con un aumento del 5% ya había mucha gente que no iba a poder pagar”, dijo a este diario el economista José María Barrionuevo, ex directivo de Barclays. La burbuja se creó sobre la base de las bajas tasas que mantuvo durante años el ex jefe de la Reserva Federal, Alan Greenspan. Los bancos prestaron casi sin exigencias y luego crearon bonos mediante los cuales se desprendieron del riesgo. Los compraron las entidades hoy en bancarrota.

El plan de Bush sufrirá retoques. Uno de los prácticamente acordados es que el dinero no se use para indemnizar a los ejecutivos que deberán despedir los bancos, blanco preferido de las manifestaciones de los sindicatos y de la izquierda.

También se reduciría el monto del salvataje. Los demócratas aceptan hasta 250 mil millones bajo la administración Bush y el resto en 2009. El riesgo es que no alcance.

Para la inefable Anne Krueger, ex directora del FMI, la recesión es inevitable. “Lo que hay evitar es que dure una década, como en Japón”, escribió ayer en The Washington Post. Por eso apoya el paquete.


Sábado, 27 de septiembre de 2008

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