El billete con la cara de Eva Perón que fue anunciado con bombos y platillos y esperado con ansias por los coleccionistas y los curiosos no empezó a circular con el pie derecho. Es que muchos comercios minoristas no lo aceptan por desconocerlo y pronto llegaron también las primeras falsificaciones. Y es justamente contra el mercado «trucho» y para simplificarles la tarea a los comerciantes que surgió el primer manual de identificación.

Una empresa de seguridad y de transporte de caudales, tras un estudio de observación, dio a conocer diferentes tips a tener en cuenta para poner el ojo: la marca de agua, en donde a trasluz se aprecia la imagen de Eva Perón y las iniciales de su nombre. La tinta de variabilidad óptica: al inclinar el billete el área brillante de color verde se desplaza hacia abajo apareciendo un color azulado. En el hilo de seguridad se ve una sucesión de rectángulos plateados y a trasluz se vislumbra el retrato de Evita.


Además, el pequeño rombo en la parte superior del billete debe presentar un relieve que está pensado para los ciegos. Por último hay que poner la mirada en el dorso, allí el motivo de la balanza se complementa con el del reverso por transparencia.

Es entonces que lo principal a tener en cuenta y más fácil para identificar los billetes como falsos es el tipo de papel. En caso de ser «trucho» es rígido, con calidad de impresión gastada y con falta de brillo. Además la tipografía del número de serie presenta números desnivelados y no guarda la misma distancia entre sus caracteres. El hilo de seguridad, que es el que atraviesa el billete, en caso de ser falso tiene el perfil de Evita mirando hacia la izquierda -cuando debe estar a la derecha-.

El lanzamiento del nuevo billete fue hecho en julio del año pasado al cumplirse 60 años de la muerte de Evita.

Miércoles, 9 de enero de 2013