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Interés General
La escarapela, uno de los más importantes símbolos nacionales, cumple 202 años
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Sábado, 18 de mayo de 2013

Por Jorge Manuel Picchio
La celebración del “Día de la Escarapela” es importante y se debe inculcar en los niños que asisten a establecimientos educativos de todos los niveles de la enseñanza, para que aprendan a valorar y respetar los símbolos patrios.


Fue instituida por el Primer Triunvirato mediante el dictado de un decreto de fecha 18 de febrero de 1811 en el que se ordenaba: “…sea la Escarapela de las Provincias Unidas del Río de la Plata de color blanco y azul celeste”.

Para entrar en el tema: El Primer Triunvirato, órgano ejecutivo que reemplazó a la Junta Grande (quedó con atribuciones legislativas denominada Junta Conservadora de la Soberanía del señor Fernando VII y de las leyes nacionales), gobernó a las Provincias Unidas del Río de la Plata entre el 23 de septiembre de 1811 y el 8 de octubre de 1812, integrado por Feliciano Chiclana, Manuel de Serratea y Juan José Paso.

La Junta Grande estaba integrada por representantes, inclusive, de todas las ciudades del interior y sin lugar a dudas, era el órgano en el que se reflejaba sus opiniones. Su eficiencia ejecutiva era limitada por el excesivo número de sus integrantes. La oposición aprovechaba esa situación y acusaba a la Junta Grande de inoperante. Era indudable que al no tener un reglamento interno que regulara su funcionamiento, la discusión de manera tal que los asuntos más importantes, muchas veces quedaban relegados. Además, la derrota sufrida por nuestras fuerzas en la Batalla de Huaqui, ocurrida el 20 de junio de 1811, a manos de los realistas comendados por el general José Manuel de Goyeneche, aumentó aún más el desprestigio de la Junta Grande.

Además, Cornelio Saavedra, Presidente de la Primera Junta de Gobierno, había decidido hacerse cargo en forma personal, de reorganizar el Ejército del Norte. Ello tuvo decisiva influencia en el alzamiento de un sector que lideraba Mariano Moreno, quien presionó de manera tal que se procedió a elegir a dos nuevos vocales por Buenos Aires para la Junta Grande. Al mismo tiempo, se decidió concentrar el poder en un Triunvirato integrado por los dos nuevos diputados porteños (Juan José Paso y Feliciano Chiclana) y por el más votado de los electores que participaron de esa elección (Manuel de Sarratea). De esa manera, el poder representativo de la Junta Grande que daba reducido a los representantes de la Capital actual de nuestro país. La formación de este Triunvirato no significaba la disolución de la Junta Grande; pero quedó solamente con atribuciones legislativas, con excepción de dos de sus miembros: Joaquín Campana y Cornelio Saavedra. Fueron designados Secretarios sin voto: Bernardino Rivadavia, José Julián Pérez y Vicente López y Planes.

Origen de los colores

No hay precisión sobre el origen de los colores de nuestra escarapela ni tampoco cuáles fueron las razones que determinaron que sea blanco y azul celeste.
Una versión aseguraba que provenían de los colores borbónicos, de la “Casa de Fernando VII” (en esos momentos Rey ausente de España, prisionero de Napoleón Bonaparte) y también relaciona a algunas sectores que apoyaban la creación de la Primera Junta de Mayo, gobernando en nombre del rey depuesto.

También se afirma que los colores blanco y celeste fueron utilizados por primera vez durante las invasiones inglesas (1806 – 1807) por los Patricios, el primer cuerpo de milicia urbana del Río de la Plata que luego fueron popularizados entre los nativos. Otra versión también señala que la escarapela nacional fue utilizada por primera vez por un grupo de damas de Buenos Aires al presentarse, el 19 de mayo de 1810, a una entrevista con el entonces coronel Cornelio Saavedra, jefe del Regimiento de Patricios.
En las jornadas de los días 22 y 25 de mayo de 1810, los llamados “chisperos” o patriotas identificaban a los adherentes a la Revolución de Mayo otorgándoles unos cintillos.

Juan Manuel Beruti comenta en sus “Memorias Curiosas”, el uso de un cintillo blanco en la casaca y en el sombrero una escarapela encarnada acompañada con un ramo de olivo a modo de penacho. Sí está documento que cuando llegó a Mendoza – a mediados de junio de 1810 – la noticia del nuevo gobierno, sus partidarios usaron cintas blancas en sus vestimentas, de esto fue testigo el funcionario español Faustino Ansay que para entonces residía en la ciudad de Mendoza. Otra versión indica que un manuscrito anómino que cita el historiador Marfany expresa que el lunes 21 de mayo de 1810, los patriotas eran identificados con cintillos blancos en sus casacas y sombreros. Además, hay otra, en donde se menciona una carta de Ramón Manuel de Pazos que afirma que el 21 de mayo de 1810 Domingo French y Antonio Luis Beruti repartían tales cintas blancas como signo de paz y unión entre los patriotas y los partidarios de España pero que ante la hostilidad de los segundos (realistas), el 30 de mayo comenzaron a repartirse cintas rojas como signo “jacobino” (violentos). Estos colores (blanco y rojo) fueron adoptados por el cabildo de Tarija (actual República de Bolivia) al plegarse a la Revolución de Mayo. El historiador Bartolomé Mitre dice que French “entró en una de las tiendas de la Recova y tomó varias piezas de cintas blancas y celestes. Puso piquetes con orden de dejar entrar solo a los patriotas y hacerles poner el distintivo”.

Estos comentarios de Bartolomé Mitre, robustecidos por varios testimonios, en el sentido que los “chisperos” habían establecido piquetes alrededor de las Plazas de La Victoria y La Plaza Mayor (ambas hoy reunidos en la Plaza de Mayo) y que éstos identificaban con cintillos a los participantes del movimiento revolucionario. Es probable, afirman otros, que Bartolomé Mitre, uno de los integrantes de la fuerza política que se denominara Partido Unitario, agregara en el texto lo del cintillo celeste (es llamativo que no dijera azul o azul celeste) ya que el celeste fue (con el verde) uno de los dos colores emblemáticos de los denominados “unitarios”. También consta que en el mes de marzo de 1811, la Sociedad Patriótica, creada por los allegados a Mariano Moreno, usaban cintillos blancos y azul-celestes.

La solicitud

El general Manuel Belgrano, el 13 de febrero de 1812, suscribió una nota en la que solicitaba al Triunvirato que se establezca el uso de la escarapela nacional bicolor: azul-celeste y blanco. Nuestro prócer omitió el color rojo pues como él mismo lo manifiesta, las tropas españolas y pro-españolas, lo usaban en sus emblemas.

"Manuel Belgrano vio el cielo celeste y las nubes blancas, y en esto se inspiró para crear la Bandera nacional. Se fundaba en que los cuerpos del ejército usaban escarapelas de distintos colores y que era necesario uniformarlos a todos, puesto que defendían la misma causa”.

Manuel Belgrano

El 18 de febrero de ese mismo año el Gobierno resolvió reconocer la Escarapela Nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata con los colores blanco y azul celeste.

Esta decisión estimuló al general Manuel Belgrano a diseñar una bandera con los mismos colores y la hizo jurar el 27 de febrero en la batería Independencia, en las barrancas de la actual ciudad de Rosario (Provincia de Santa Fe). Por coincidencia, ese mismo día, el Triunvirato ordenaba al general Manuel Belgrano a hacerse cargo del Ejército del Norte, desmoralizado después de la derrota de Huaqui como ya mencionáramos. El general marchó al norte en forma inmediata y no se enteró, sino hasta después, que el Triunvirato había resuelto rechazar a la nueva bandera.


Sábado, 18 de mayo de 2013

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