La Presidenta afirmó que su "gran arma política no es la argumentación, sino las cosas" que su Gobierno ha "hecho", y consideró que "la política no debe ser una cuestión de amigo o enemigo" pero que le gustaría quienes no están de acuerdo "argumentaran cómo hacer lo que dicen que se puede hacer mejor".
Durante una entrevista transmitida este mediodía por la TV Pública y Radio Nacional, la jefa de Estado sostuvo que la Argentina "tiene una política de metas de crecimiento" y que "en toda gestión hay que ver cuál es el saldo".
"Cualquier argentino, hoy, en su situación particular personal, no digo (en comparación) con 2003, sino con respecto hace cinco años atrás ¿Está mejor o no?", interrogó en forma retórica y respondió: "Yo creo que una gran parte de los argentinos por suerte puede decir que está mejor".
En ese sentido, la Presidenta dijo que "es importante saber qué es lo que te permite subir los peldaños de la escalera de la movilidad social ascendente: si es un proyecto político que sostiene una macroeconomía que permite hacer eso o qué".
Durante otro pasaje de la entrevista realizada Hernán Brienza, al escuchar una pregunta en la que el politólogo y periodista definió a "la argumentación" como su "gran arma política", Cristina respondió: "No, mi gran arma política no es la argumentación, sino las cosas que hemos hecho".
Durante el reportaje grabado esta semana, Cristina comenzó hablando sobre la deuda externa y subrayó que “sin lugar a dudas” la misma ha sido uno de los nichos de corrupción más grandes de la historia argentina “desde Bernardino Rivadavia en adelante”.
Cristina recordó que “éramos un país industrial y una economía con una sola moneda. El primer anuncio que sale publicado de venta de inmuebles en dólares fue en 1977. Nuestro sistema luego se transformó un sistema económico bimonetario”.
Siguiendo con la cuestión del endeudamiento, señaló que “los argentinos somos pagadores seriales. Para sostener el 1 a 1 (convertibilidad) fue necesario la venta de capital fijo del país y a través del roll over de la deuda externa, endeudando al país en miles de millones de dólares. Yo no emito dólares y los necesito para pagar deudas que no contraje”.
Ante la pregunta sobre los peronistas opositores, Cristina consideró que “todo el mundo tiene derecho a cuestionar todo, no es algo que (le) preocupe. Los liderazgos son o no son” y agregó que “en la discusión política, cuando hay descalificación y agravio es porque faltan ideas”.
Sobre el tema político, la Presidenta reflexionó que “hay una construcción mediática instalada de que el poder es el poder político, el gobierno de turno. Pero en realidad ese poder es el que menos poder tiene. Del 100% de lo que significa el poder en Argentina, el poder político debe representar el 40% en el sistema de decisiones”.
Cristina dijo que “no es que la gente sea tonta, sino que se ha producido en el mundo un fenómeno de los monopolios mediáticos”, y recordó la “corrida financiera para lograr una devaluación” tras las elecciones de 2011 y subrayó que “el poder también aprieta, no es sólo imaginando con una .45 en la cabeza”.
En retrospectiva, consultada sobre su militancia de juventud y la figura del ex presidente Juan Domingo Perón, Cristina sostuvo que siempre mantuvo un “reconocimiento total de liderazgo” hacia su figura, porque discutirle el liderazgo “era discutir las posibilidades de éxito como un proceso que se generó con su retorno”.
Y con respecto al presente y la definición ideológica del kirchnerismo, respondió: “Yo te digo (que soy) militante peronista, fijate que no te digo justicialista”.
“Es complejo, es la aparición de una generación en una Argentina totalmente dada vuelta, que abreva en el peronismo pero también en otros sectores que no tienen que ver con el peronismo. Son etapas de la historia, en las cuales uno no maneja la historia, sino es un instrumento de la historia misma”, concluyó.
Sábado, 14 de septiembre de 2013