Bs. As. (5-3-14): Desde hace un mes Camau Espínola está a cargo de la Secretaría de Deporte de la Nación. “No extraño las preocupaciones de la competencia. Ahora estoy enfocado en trabajar en la función pública. Entendí que con una cosa chiquita que hagas le podés cambiar la vida a la gente”, explica el correntino.

Carlos Mauricio Espínola es sinónimo de deporte olímpico. En sus cinco participaciones como timonel (tres en windsurf y dos en Tornado) subió a cuatro podios y fue dos veces el abanderado de la delegación. Tras bajarse del barco se enfocó en la política: fue intendente de su Corrientes natal, fallido candidato a la gobernación de su provincia y, desde hace poco más de un mes, Secretario de Deporte de la Nación en reemplazo de Claudio Morresi, quien estuvo en el cargo por una década. Además, desde hace una semana, preside el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard).

“No extraño las preocupaciones de la competencia; fueron muchos años. Ahora estoy enfocado en trabajar y trabajar. Desde que me bajé del barco, dejé de pensar en la competencia; ahora vivo la adrenalina de la gestión. El deporte me dio constancia, capacidad de sacrificio y entender que si no sé de algo debo buscar a alguien que sepa para que me enseñe y trabajar en conjunto. Entendí que con una cosa chiquita que hagas le podés cambiar la vida a la gente. Eso me incentiva mucho”, asegura Camau.

-¿Por qué entraste a la función pública?

-Cada vez que volvía con una medalla veía que el deporte era un motivo de orgullo, de felicidad y de reconocimiento de la gente. Un deportista es un ejemplo de trabajo, de planificación y de sacrificio. Cada vez que gana Argentina todos nos ponemos contentos. Cuando me convocó la Presidenta, ése fue el mensaje que me transmitió. El deporte sigue siendo la mejor herramienta de trabajo social, más allá de los resultados.

-Sabés que tenés asegurado un mínimo de 20 meses de trabajo. Es mucho y poco al mismo tiempo. ¿Cuáles son tus prioridades?

-La idea es generar infraestructura que hace falta en el interior del país; abrir centros de mediano y alto rendimiento. Estamos abiertos a las propuestas de intendencias y gobernaciones comprometidas a desarrollar lo que actualmente tienen para que el deporte llegue a todos los sectores de la sociedad.

-¿Cuáles son tus prioridades para el deporte del alto rendimiento?

-Un desafío es conseguir mayores recursos para generar infraestructura. Incorporar a la ley que generó el Enard ese punto para que pueda invertirse en nuevas obras. Además, buscar mecanismos para que la Secretaría de Deporte sea más eficiente en la parte administrativa para las becas y los pagos de subsidios a deportistas y entrenadores.

-¿Cuál es tu previsión para los Juegos Odesur, que comenzarán el viernes en Chile?

-Hoy, los deportes de Odesur no son los más favorables para Argentina. No sé si en este contexto vamos a tener los resultados que se lograron en otras etapas. Un buen resultado deportivo no está sólo en colgarse una medalla. La actuación servirá para ajustar más adelante, trabajando para los Panamericanos del año próximo y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Es una oportunidad muy importante para articular acuerdos con Brasil y que nuestros atletas puedan aprovecharlo. Nosotros tenemos expectativas de que nos vaya bien, porque nos incentiva. Pero si no nos va bien, el mensaje va a ser: “Veamos las cosas que hicimos mal para poder mejorar en los próximos Juegos”. Siempre dentro de un proyecto de valores constantes de transmisión a la sociedad.

-¿Cuál es el modelo de gestión que rescatás?

-Hay muchos modelos exitosos en el mundo. Uno puede copiar, pero el desafío es adaptarlo y que funcione en la Argentina. Para mí es muy importante que desde 2010 esté en funciones el Enard ( NdeR: el ente de alto rendimiento que se sustenta con el 1% de la facturación de la telefonía celular) y que su accionar se note. Por eso pudimos encarar una planificación de búsqueda de talentos para los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018 como nunca se hizo aquí.

Jueves, 6 de marzo de 2014