Jujuy (23-1-16): En los pasillos de la casa de gobierno y después de 40 días de gestión, Gerardo Morales enfrenta su primer dolor de cabeza entre su propia tropa y el tema vino por el sector que aparentemente estaba más seguro: la seguridad. Desde sectores de la fuerza se quejan por promesas incumplidas por el mandatario y por la "militarización" que se dió poniendo a ex militares al mando de la misma. La detención de Milagro Salas fue el detonante de esta situación ya que muchos agentes son de clases humildes y tiene parientes en el acampe de la tupac y otras organizaciones sociales y ven con desagrado la posible represión de los manifestantes

A pesar del espectacular operativo montado para detener a Milagro Sala, el ministro Ekel Meyer y sus secretarios, el coronel Siri y el ex gendarme Luis Martín, han recibido con desagrado la difusión vía redes sociales sobre el creciente malestar de un importante sector de la Policía y el servicio penitenciario por una sobrecarga de horas de servicio y por el incumplimiento de aumentos salariales prometidos en diciembre.

El mensaje entre las filas policiales se filtró y está corriendo como reguero de pólvora mediante un mensaje vía whatsapp que dice: “encima q no nos han dado el aumento, tenemos q estar sobrecargados en la plaza, los puentes, rutas y las casas de los funcionarios”. Además según fuentes policiales, oficiales y suboficiales de la fuerza estarían muy molestos por el maltrato que están recibiendo de parte de “los milicos” que manejan el ministerio de seguridad.

Según los trascendidos, los más de 30 días del acampe de la Tupac y la tensión por tener que actuar bajo las órdenes militares de los funcionarios de Morales están haciendo mella en la moral policíaca. Algunos agentes no están tan convencidos de las órdenes y la metodología de una posible represión y que han venido ensayando desde hace varias semanas. Además muchos de ellos, de extracción humilde, tienen familiares en las organizaciones sociales o viven en Alto Comedero y conviven con la gente que está acampando.

Con la “militarización” del nuevo ministerio a cargo de Ekel Meyer, surgieron voces disidentes entre el radicalismo y sus socios, por la designación de “militantes” con prontuario de dudosa moralidad en puestos políticos importantes. Según versiones, hay al menos 3 funcionarios que habían sido “limpiados” por la gestión del “Chuli” Jorge por quedarse con varios “vueltos” en las cajas chicas municipales y ahora encontraron espacio en un área tan sensible como la de seguridad. Algunos oficiales de policía con trayectoria y otros militantes radicales se quejan ante sus superiores por esta aparición de personajes nefastos en los pasillos del ministerio.

Sábado, 23 de enero de 2016