New York (12-4-16): Las nefastas consecuencias que se anticipaban con el arreglo con los fondos buitres en las condiciones a las que se sometió el gobierno de Mauricio Macri ya se comenzaron a dar cuando ni siquiera se efectuó pago alguno, y que no se sabe si el gobierno conseguirá el dinero para concretarlo, con la presentación de uno de los fondos que se habían acogido a la restructuración de la deuda efectuada por Cristina Fernández solicitando al Juez Griesa la diferencia entre lo que cobró y lo que debería cobrar de acuerdo al arreglo efectuado por Macri. Se prevé una cataratas de reclamos del 97% de los acreedores que se acogieron en su momento a la reestructuración de la deuda, situación que podría llevar a la Argentina a concentrar una deuda externa inédita en la historia y que comprometería por generaciones a los argentinos. Esto es parte de la Revolución de la Alegría
El fondo Greylock, que se había sumado a la reestructuración de deuda de 2010, se presentó ante el juez Griesa para reclamar la diferencia entre lo que cobró y lo que debería cobrar con el acuerdo impulsado por Macri.
Como era de esperar, los fondos que ingresaron a las reestructuraciones de deuda en 2005 y 2010 han recobrado entusiasmo judicial a partir del acuerdo alcanzado por los que no entraron y acaban de pactar acuerdos más beneficiosos con el gobierno de Mauricio Macri.
El fondo buitre Greylock, del magnate Hans Humes, que se había sumado a la reestructuración de deuda de 2010, se presentó ante el juez Thomas Griesa para reclamar el mismo trato que el obtenido por los holdouts por parte de Macri y su gabinete económico.
El lunes, este fondo volvió al juzgado del magistrado neoyorquino reclamando por la aplicación del ´pari passu´ a su favor y sin haber pasado por el bufete del "special master" Daniel Pollack.
Hasta el momento y según informa el diario Ámbito Financiero, no se sabe si se trata de una operación particular de Humes o si se podría tratar de un primer "arrepentido" de una catarata de nuevos reclamos judiciales de fondos que ingresaron a las reestructuraciones de 2005 y 2010 y ahora buscan el mismo trato que el obtenido por aquellos que no ingresaron y arreglaron con el gobierno macrista.
Al parecer, Greylock ha mutado de "amigo" en "enemigo" de la Argentina e iniciaría nuevas demandas por el reconocimiento de la diferencia entre lo que cobró y que ahora pretendería cobrar: el ciento por ciento de los bonos más un 3 por ciento anual de interés.
Martes, 12 de abril de 2016