Corrientes (24-9-17): Aunque algunos no creían, Colombi fue hasta el hueso. Era lo previsible y lo anticipó esta columna el domingo anterior. No quedan dudas de que los números siguen sin cerrarle al Gobierno, que espera la visita salvadora del Presidente. En la recta final, para las elecciones del 8 de octubre Camau busca mostrarse como el cambio que reclama el 70% de los correntinos. Eduardo Tassano cobra importancia en la campaña. Vuelve el "Mono" y Ricardo levanta su perfil, mientras Valdés no logra cobrar identidad propia y Canteros es relegado a pesar de ser, según Zuleta, quien puso al ituzaingueño en condiciones de competir. Aun así, el ex gurú del radicalismo dejó en claro que el candidato de Corrientes Podemos Más conserva la punta que nunca resignó. En el peronismo se considera que las decisiones judiciales fueron una victoria a lo pirro para el Gobierno. Esperan beneficiarse por el rechazo que las proscripciones generan en la gente. Para ellos Colombi hace campaña para el PJ.

A dos semanas de la elección provincial donde Corrientes elegirá su nuevo Gobernador, se da aquello que dijimos que la pelea no será sólo política, sino que se librará en escenarios yuxtapuestos, inescindiblemente relacionados, como lo son el judicial, el mediático y en el de las situaciones de hecho.

Tal como lo anticipamos en la columna del último domingo, el Gobierno avanzó con las proscripciones a los intendentes de Goya y de Mercedes, con la luz verde del Superior Tribunal de Justicia que, en orden a filtraciones que surgieron de adentro, el último miércoles aceleró los tiempos de las decisiones previstas recién para la semana que se inicia.

En función a esta circunstancia, votaron sólo cuatro de los cinco ministros, por ausencia del decano de los jueces, Fernando Niz, que se hallaba en una reunión de la Junta Federal de Cortes en San Martín de los Andes.

Su voto estaba claro desde el comienzo, en ninguna circunstancia era determinante para el cambio de la mayoría.

El último domingo señalábamos que la decisión para hacer caer la candidatura de Víctor Cemborain ya estaba tomada. Que probablemente se daría por tres votos contra dos. Era, sin duda, la decisión más complicada para el Tribunal, por lo obvio y público de la situación del Jfe comunal de Mercedes, que ya había cumplido la condena en la denuncia por lesiones y no había sido inhabilitado para el ejercicio de cargos públicos.

La arbitrariedad era patente, estaba a la luz de la gente y constituía por sí un quebrantamiento de las garantías constituciones muy claro.

De hecho, la Juez Electoral lo habilitó. El Tribunal de alzada revocó la decisión de primera instancia y, a la vez, denegó el recurso para ir al Superior Tribunal, lo que motivó que Cemborain vaya por la vía directa.
La Corte provincial admitió formalmente la queja, abrió la instancia y finalmente resolvió el fondo de la cuestión, confirmando el fallo de la Cámara Electoral, como era de esperar.

A los tres votos, previstos desde el principio para este caso, se sumó el de Guillermo Semhan, quien a pesar de que se orientaba a convalidar la candidatura de Cemborain, tal se lo reveló al propio interesado, a la hora de la verdad aparentemente no quiso ser el voto en minoría, priorizando el espíritu de cuerpo y alineándose con la indisimulada intención del Gobierno provincial, que trabajó a destajo para lograr la proscripción del Intendente mercedeño.

Aun así, para Semhan el tema no es simple y podría tener sus secuelas. Es un mercedeño que aún sigue yendo a la localidad y al que no la resultará fácil dar cuentas de la decisión.

El propio Colombi anticipó, semanas atrás, lo que sería el fallo conocido el miércoles al entrar la noche, luego de dimes y diretes, cuando ya portales anticiparon la decisión que seguía siendo negada desde la Secretaria de Prensa del Superior hasta que se hizo público.

En el caso de Bassi, dijimos que la mayoría contaba con tres votos y medio que podrían ser cuatro. Nos referíamos, también, al voto de Semhan que, al momento de votar en último término, adhirió sin reservas al primer voto, autoría del ministro Eduardo Panseri.

Las resoluciones del Superior Tribunal eran, desde semanas atrás, un secreto a voces en los corrillos tribunalicios y en el mundillo político, por tanto las decisiones no tomaron de sorpresa a un PJ que intentó y logró sacar rédito por los altos costos políticos que el Gobierno paga por las proscripciones que impulsó.

El peronismo logró, además, dejar en evidencia la fina sintonía entre algunos jueces y el poder político provincial, lo cual no es poca cosa.

Aun con la caída de ambos intendentes, el PJ tendría absolutamente aseguradas ambas comunas, particularmente la de Mercedes, en la que la reemplazante Elvira Sánchez, esposa de Cemborain, hasta podría sacar más votos que el propio Intendente. Ello, en parte a la concientización que se formó por el embate proscriptivo. Incide en ello, por una parte, ser una militante política reconocida dentro y fuera de las esferas partidarias, contribuyendo además que su condición de mujer le da un plus importante en estas circunstancias, en que aparece victimizada por la ofensiva desordenada y desprolija del oficialismo provincial.

En la relación costo-beneficio, la jugada del Gobierno no lo deja bien parado. Y salvo un imponderable que no se advierte, Mercedes seguirá siendo peronista y seguirá controlada por los Cemborain.
Un aspecto que no es menor es la comparación de los resultados del 8 de octubre con los del 13 de agosto. Esta circunstancia, muy clara y verificable en los guarismos, muestra que la gente vota a conciencia y sabe diferenciar los distintos planos, esto es, el provincial del nacional y del municipal.

El 13 de agosto, Estela Regidor, como expresión del macrismo, obtuvo un resonante triunfo en Mercedes. Ahora, si las previsiones se cumplen, la alianza gobernante provincial perderá cerca de tres mil votos. Fenómeno Macri o fenómeno Regidor que debemos recordar es de Mercedes, donde conserva buena imagen y recuerdo, una ciudad de la que nunca se ha desarraigado. De hecho, Macri está bien visto por el conservador electorado mercedeño.

Lo cierto es que el 8 de octubre, un Cemborain, sea Víctor o Elvira, seguirá gobernando los destinos de Mercedes, más probablemente Elvira, aunque el Intendente es un gato que tiene siete vidas al que no se le debe considerar muerto ni aunque se lo vea en el cajón. No será fácil, pero tampoco imposible, para un hombre que ha hecho de la preponderancia en el trabajo una virtud, remontando una y otra vez las adversidades originadas por las piedras puestas en el camino por el Gobernador saliente que, quizás, con ello ha terminado favoreciendo a quien quería combatir al otorgarle cartel provincial.

En términos de posibilidades de que la Corte se avoque al caso, quizás podemos hablar de un 10 por ciento, lo que es poco o mucho según se mire y que, de darse, no tendrá efectos electorales directos en la cuantía de votos, sino será otra prueba de que nunca está dicha la última palabra para los hombres de lucha.

Un error puede atribuirse al Intendente de Mercedes. No entendió que la definición de la fecha de la elección no es resorte sólo del Jefe comunal local. Hace a la estrategia y a los intereses provinciales del sector político al que pertenece. Al hacer coincidir la fecha de la disputa municipal con la provincial quedó sometido, plena y excluyentemente, a la Justicia provincial, cuando, si hubiera pasado para el 22 de octubre, unificándolas con las elecciones nacionales, se hubiera dado un control cruzado de la jurisdicción provincial con la Federal al intervenir, al promediar el cronograma, la Junta Electoral Nacional con instancia de apelación a la Cámara Electoral Nacional y la posibilidad de llegar, por la vía directa y sin escalas ni demoras a la Corte Suprema, como ocurrió en el caso Carlos Menem.

EL CASO BASSI

El Superior Tribunal tuvo oportunidad recién ahora de fijar un criterio respecto al alcance de la norma constitucional. Nunca se había expedido al respecto. En 2013, el oficialismo provincial tenía intereses diametralmente opuestos a los actuales. El análisis se limitó a la primera y segunda instancia que, al resolver, establecieron un criterio que en esta oportunidad, cuatro años después, las jueces que ya habían fijado jurisprudencia ahora debieron revalidar.

Por ello sostuvimos, desde el comienzo, que en las instancias ordinarias, Bassi sería habilitado. Así fue. No podía ser de otra manera porque se trataba, como señalamos, de los mismos jueces. Cuatro mujeres que sólo ratificaron su criterio.

En la instancia del Superior Tribunal estaba claro se abría otro escenario. Los ministros nunca habían tenido oportunidad de pronunciarse y, para los que conocen el paño, no existían dudas de la forma cómo lo harían.
Colombi se había ocupado de construir artesanalmente una mayoría funcional a sus propósitos que no eran los de todo el Gobierno pero sí los de Ricardo.

La integración de las listas legislativas, resueltas a dedo y a mano firme por el Gobernador saliente, dieron la pauta cierta de la importancia que el Gobierno atribuía al andarivel judicial.

Donde puso el ojo, puso la bala. Colombi apuntó a matar y se aseguró no quedar pagando, como en otras oportunidades, en que el Superior le dio algo más que una sorpresa.

Los que conocen a Ricardo no dudaron un solo momento de cuál sería el final. Lógico y previsible, Colombi no por nada llegó tres veces al sillón de Ferré. Cuando muchos van, él vuelve. Pescado de muchas espinas, el Gobernador tenía en claro que no podía errar. El tema era esencialmente político y los intereses eran políticos. En estos casos, las leyes pasan a segundo plano, tanto más cuanto las decisiones quedan al margen de la posibilidad de ser reexaminadas en tiempo útil por la Corte Suprema.

Aun así, tampoco debe sorprender lo que pasó. En Corrientes, siempre, para la aplicación del Derecho, la ley es un punto de referencia perdido en el espacio. Por ello es que tantas veces la Corte dio vuelta fallos de los tribunales correntinos al punto que la creación pretoriana del recurso extraordinario por arbitrariedad se originó en un caso proveniente de las cámaras civiles de Corrientes, que eran antes la instancia previa al examen de la Corte.

Bassi, como Cemborain, equivocaron al fijar la fecha. Ese fue el punto. Si hubieran desdoblado la elección, pasándola al 22 de octubre, después de que se eligiera Gobernador, Colombi no hubiera tenido motivación o interés en perjudicar su posibilidad de reelección y, por lógica, hubiera integrado su lista de legisladores de otra forma y con otro criterio.
Esta dificultad mayúscula para armonizar intereses en la conformación de las listas legislativas es lo que llevó precisamente a Colombi a no anticipar las elecciones parlamentarias, como lo dijo no menos de ocho veces.

El tema pasaba porque, candidato a candidato, votando sólo a Gobernador, Camau superaba en Goya holgadamente a Valdés. Quizás en algo más de 15.000 votos. Incluir la boleta comunal en forma conjunta permitía mejorar las chances del candidato a la Gobernación del oficialismo por la tracción que ejercía Ignacio Osella; y si, simultáneamente, se lograba hacer caer la candidatura del profesor Bassi, reemplazándolo por otro candidato del PJ, la brecha se achicaba. Aunque probablemente no en la medida de lo esperado por el Gobierno.

El candidato nominado lo fue por unanimidad y aclamación en una reunión ampliada del Consejo Departamental. No fue por decisión propia del Intendente. Su elección fue fruto del consenso dentro y fuera del PJ, con los aliados firmes en la alternativa que se muestra como la más sólida. Marcos Bassi aceptó el desafío y priorizó su responsabilidad ante los goyanos en desmedro de la banca en Diputados que, por su lugar en las listas, estaba asegurada.

PARTIDA DE AJEDREZ

Colombi esperó que el Intendente mueva sus fichas. Al fijar la fecha del 8 de octubre, Ricardo no dudó en mover las suyas y avanzó con el plan de las proscripciones.

CAMAU YA NO CORRE SOLO, PERO CONSERVA CLARAS DIFERENCIAS A SU FAVOR

Por muchos meses, el candidato peronista corrió solo sin oponente en carrera. Ello, y el alto grado de conocimiento, precedido por el 53 por ciento que obtuvo como Senador nacional lo colocó en cómoda ventaja.
El propio gurú del Gobierno, Martín Baintrub admitió que Valdés entró tarde en escena, mientras que Enrique Zuleta Puceiro reconoció que Camau lideró desde el principio todos los sondeos y que la decisión de rescatarlo a Gustavo Canteros obedeció a la necesidad de tornar atractiva y competitiva a la fórmula de ECO.

Algo queda en claro. A Colombi no le cierran los números. Por eso volvió con el caballo cansado, tras el hombre que había denostado y al que le había cortado el rostro, el caso de su Vicegobernador que, de la noche a la mañana, salió de la penitencia. Aunque el perdón del número uno no pareció extenderse a otros jerarcas de la primera línea de campaña que lo siguen ninguneando a Canteros.

Que no le cierran los números lo demuestra también la forma cómo anduvo para lograr el acompañamiento de "Tato" Romero Feris, de quien estuvo tantas veces cerca como lejos. Se conocen y desconocen una y otra vez. A esta altura, está en claro que no hay "feeling". Ya es una cuestión de piel, indisimulable. Los votos demostrarán que quizás muchos nuevistas terminen votando a Camau y no precisa o solamente por voluntad propia.

La representación legislativa del PaNu en ambas cámaras actuará en función a los resultados electorales. No son socios plenos, sino con juego propio como lo han venido mostrando.

Si a Colombino le cerraran los números no habría sido tan generoso en la conformación de las grillas legislativas, donde el radicalismo se quedó sólo con dos bancas para asegurar el acompañamiento de sectores que podían sumarse a la boleta de Gobernador.

Si le cerraran los números no hubiera apelado a pagar el costo político, a cara descubierta, de las proscripciones.

Primero intentó que la Justicia, de oficio y sin intervención de los apoderados partidarios, disponga la inhabilitación. No lo logró. La Juez Electoral lo descartó de plano cuando fue sondeada por esa posibilidad. Pudo lograr que jueces mercedeños intenten, en el caso Cemborain, una jugada ante la Justicia Federal que fue rápidamente desbaratada, lo cual llevó a que, finalmente, sea la propia UCR quien pague el costo político de las proscripciones, costo no sólo ante la gente, ante el electorado, sino ante otros candidatos propios que, como Raúl Pelozo, Juan Fraga y otros, terminaron, siendo la variable de ajuste de la ofensiva oficialista que se los cobró como víctimas.

EN LA CANCHA SE VEN LOS PINGOS

Los que de carreras conocen saben lo que es un Carlos Pellegrini o un Pueyrredón, los dos clásicos más renombrados del turf nacional.
La primera carrera del Carlos Pellegrini se cumplió hace 130 años, en 1887. Entre los caballos más conocidos que ganaron esta carrera figuran nombres emblemáticos como los de Botafogo y Yatasto. Y entre los jockeys, el legendario y para muchos, inigualable Ireneo Leguizamo, que sabía como pocos cuándo sacar la fusta bajo el brazo para castigar en la arremetida final.

Valdés y Camau están ya en la recta final. Para estos clásicos de 3 o 4.000 metros podría decirse que están pasando los 2.000. Las encuestas, los sondeos son fotos con corte a los 1.000, a los 1.500, a los 2.000 y así sucesivamente. Lo que vale es el fuego sagrado del temple competitivo. De aquél que saca fuerzas de donde no las hay y sabe arremeter en el momento justo con el olfato del competidor nato que tiene esa particularidad que otorga la experiencia.

Algo está claro. No habrá segunda vuelta y ambos estarán por sobre el 45 por ciento. Hoy, Camau sigue en punta. Nunca dejó de liderar ninguno de los sondeos. A su favor está el que se ha criado en la disciplina de la competencia, que ha sabido de triunfos y de derrotas, pero que tiene un objetivo claro desde hace tiempo, que es ser Gobernador de Corrientes, una motivación movilizadora que lo coloca en una posición inmejorable.

No fue un candidato a dedo. Su nominación fue precedida de un proceso electoral interno en el que quedó como el único aspirante, algo esencialmente distinto a la elección a dedo sin reglas de juego claras de cara a la sociedad.

AHORA PRENDEN UNA VELA PARA QUE MACRI BAJE A CORRIENTES

Se hizo de todo hasta ahora, y los números y las proyecciones siguen sin cerrar. Se achicó la diferencia, pero Camau sigue adelante. Esta realidad se sabe en Buenos Aires.

Los operadores del Gobierno provincial quieren que el Presidente se comprometa. Días atrás estuvo en el Iberá, pero la foto con Colombi y Valdés no se dio. Horas atrás estuvo en el Chaco, para una elección que recién se dará el 22 de octubre, pero tampoco cruzó el puente, al menos, para un abrazo simbólico.

Simultáneamente, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en su exposición ante el Senado de la Nación, lo dejó algo más que descolocado políticamente a Colombi al reconocer que le había cerrado los grifos al Gobierno de Corrientes porque éste había firmando un convenio con Nación por la caja previsional y no había cumplido su parte. Ello a pesar, dijo, de recibir de anticipo una remesa de 163.000.000 de pesos.

Las revelaciones de Peña corrieron como reguero de pólvora. Se ponía sobre el tapete de cara a los correntinos el llamado decreto de la discordia que contendría un anexo con cláusulas secretas que movilizaron a los sectores afectados. Pero nunca se dio a conocer públicamente el anexo ni tampoco, hasta ahora, se derogó el decreto.

LA VACA SE VOLVIÓ TORO

Colombi, desde el comienzo, minimizó las posibilidades del candidato peronista, mientras tejía tras bambalinas, con algunos opositores, la posibilidad de una prórroga de mandatos, primero, y luego, de una reforma constitucional que lo habilite para un nuevo período.

Nada de eso logró, como tampoco la designación de Gustavo Fresneda como Juez Federal de Paso de los Libres. Debió desdecirse del anuncio, varias veces publicitado, del desdoblamiento de las elecciones legislativas y terminó conformándose con el logro de anticipar las elecciones de Capital y de dejar, en agua de borrajas, el pomposo anuncio del voto electrónico.

¿Quién que lo conociera a Colombi podría pensar que abandonaría el sistema de las boletas de papel, colectoras mediante, que sirven para confundir al electorado?

Una y otra vez las usinas del oficialismo buscaron emparentar al candidato con el kirchnerismo sin recordar que, uno de los primeros radicales K fue el propio Colombi, que estuvo por meses con tarjeta amarilla en el Comité Nacional de la UCR luego de una publicitada reunión en las oficinas de Puerto Madero con Néstor Kirchner, luego de ganar las elecciones de 2009. Para entonces, Ricardo había hecho todos los deberes para el kirchnerismo. Fue aliado carnal desde 2003, al punto que compartieron listas sin ruborizarse.

Luego, se cansaron de señalar que sin el Gobierno nacional, Camau quedaría sin padrinos y no tendría resto para la empresa épica de doblegar a la estructura del Gobierno provincial.

A posteriori vinieron las campañas sucias que hicieron foco, primero, en Perugorría y luego en Itatí, que apuntaban a dejar al candidato peronista bajo una imputación penal.

Lo paradójico fue que Colombi terminó acercándose a los perugorrianos que denostó. Por aquello de que la necesidad tiene cara de hereje y siempre tras los votos que aún faltan Ricardo, con sentido pragmático, terminó levantando la mano de Jorge Corona, un destacado dirigente al que había demonizado.

Estas idas y vueltas del número uno del Gobierno muestran las características de su liderazgo, carente de principios y pleno de pragmatismo, algo que por estos meses se ha extendido dentro del universo radical, cada vez más absorbido por la ola amarilla del macrismo que prepara un plan de extensión territorial fuerte luego del 22 de octubre, con la clara intención de licuar la incidencia de los socios ucerreístas.

Y en el caso de Itatí, cuyo Intendente era la punta del iceberg de un acuerdo con un ramillo de dirigentes del PJ que prometían 8.000 votos para las fallidas elecciones legislativas, cuando estalló el escándalo Colombi no dudó un solo momento en tomar distancias de una relación que se había vuelto carnal y de la que dan cuenta algunas escuchas telefónicas. En sus primeras declaraciones públicas y luego de que la propia Ministra de Seguridad de la Nación tuviera un lapsus al mencionarlo, el Gobernador emparentó a Roger Terán como un hombre del Frente para la Victoria sin recordar que, desde tiempo atrás, venían anudando acuerdos políticos de los que, rápido de reflejos, tomó distancias.

LOS HECHOS DE GOYA

La irrupción del Gobernador -que es a la vez abogado- en un procedimiento ordenado por el Juez Federal de Reconquista y la sorprendente decisión de ordenar a la Policía de Corrientes la detención del jefe de la División Narcóticos de la Policía de Santa Fe generaron un escándalo de alcance nacional, con fuerte repercusión en los medios y en los ámbitos de la magistratura, en los que se respaldó, absolutamente, la investigación abierta por el Juez Federal amenazado con la promoción de un juicio político por el aún consejero y candidato a Gobernador, Gustavo Valdés.

Lo notable es que, meses después, Colombi, olvidando quizás aquel episodio que tan mal dejó a la Provincia a los ojos del país, sorpresivamente cargó contra uno de los candidatos a diputado del Frente opositor, denunciando que había actuado como abogado de narcotraficantes.

Una polémica que volvió a colocar a Colombi en posición incómoda, porque no era él quien estaba en condiciones, precisamente, de tirar la primera piedra, acaso como si el muerto se asustara del degollado.

En este contexto cobró importancia el duro pronunciamiento del Colegio Abogados de Corrientes que, ante la situación planteada entre dos profesionales, uno Diputado y el otro Gobernador, hizo pública su solidaridad para con el legislador, más allá de que puso sobre el tapete un tema que no es menor y que debe aclararse como lo es la posibilidad, a la luz de las normas constitucionales y legales, de ejercer la profesión mientras se está en ejercicio del mandato legislativo, un tema que es interesante, aunque harina de otro costal.

EL PARTIDO DE LA BANDERITA VUELVE A LOS CUARTOS OSCUROS

Que el Superior no la sacó gratis está claro. Quedó salpicado por las formas cómo manejo la difusión del fallo de Cemborain, anticipado por los medios antes de que se firme y notifique. Quedó bajo sospecha de parcialidad y de ser funcionales a los intereses del poder político de turno.

A modo de compensación, se cree, bajó la candidatura de Raúl Pelozo, quien, en los hechos, pagó una cuenta que no le correspondía. El caso Pelozo era un calco del de Carlos Menem. La Corte, como cabeza indiscutida del Poder Judicial y quien es el intérprete final de la Constitución, había revalidado el criterio de que, mientras no haya condena firme, no podía impedirse el ejercicio del derecho constitucional de ser elegido. El Superior Tribunal hizo caso omiso de esta jurisprudencia tan reciente y tan pública e inhabilitó a Pelozo, quien, consciente de que los plazos procesales impiden llegar en tiempo útil a la Corte, prefirió proceder a la inmediata sustitución para poner en carrera a su hija.

En este contexto, no extrañó entonces que el "partido de la banderita" termine siendo habilitado, luego de largos años de estar fuera de carrera.
En este turno electoral, la boleta 51 volverá a estar en los cuartos oscuros y obligará a los liberales a redoblar el esfuerzo en lo que será una interna abierta con EL, el partido de las hormigas.

A la postre, la falta de crédito del Superior para otro embate posibilitó que el PL zafe sobre la raya cuando muchos descontaban que, una vez más, quedaría fuera de la contienda electoral. Ahora, tienen por delante el desafío de hacer una buena elección.
El Libertador

Domingo, 24 de septiembre de 2017