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Opinion
Opinión: “Peteco” en su afán de reelegirse, dibuja números de cara al 28
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Viernes, 19 de junio de 2009

Cuando no hay ideas ni obras para mostrar hace falta disfrazar situaciones y la mejor manera de disfrazar es "construyendo" el colectivo imaginario, para ello solo bastan algunas decenas de miles de pesos y mercenarios mediáticos que difundan pseudas encuestas "dibujadas" para el caso. La táctica "goebeliana" suele dar resultados dispares, "miente, miente, que algo quedará" decía el jefe de la propaganda hitleriana. Aunque no siempre la mentira redunda en resultados gratificantes.
Por Salvador Hassan


El tiempo de elecciones suele ser muy especial, y en nuestra ciudad, en escala con lo que sucede en la provincia y en el país, últimamente no se puede votar a lo mejor, sino a lo “menos malo”, producto quizás, de la devaluación de la clase política o de que los propios políticos últimamente son una caja de sorpresas, nadie sabe quien es quien, hasta que “el fulano” alcanza un espacio de poder.

Esto desde varios puntos de vista genera situaciones que derivan en diversas sensaciones y temperaturas en el pre-acto eleccionario, que no hacen otra cosa que confundir a la gente.

Una de las estrategias, quizás la más utilizada por “la fauna”, es la de generar, mediante mucho dinero, aparatos publicitarios que instalen, no al candidato, sino al ganador de las elecciones, aún cuando faltan días, semanas, o meses para los comicios. Sin dudas, una “jugada” hábil, porque el siempre exitista argentino es fácilmente influenciable por los “bolazos” que se puedan instalar desde los medios, lo que genera una sensación que no es precisamente (aunque bien puede serlo), lo que va a pasar luego del escrutinio.

Esto mismo sucede actualmente en la ciudad; ha sido instalado un imponente y costosísimo aparato publicitario, que sumado a una cantidad increíble de sedes partidarias, demostrando un derroche de dinero que va a contramano de la situación económica del mundo, que dicen que, bastante antes de las elecciones, el intendente continuará con “el cambio” que tanto promocionó (en vano porque en la realidad el cambio no se ve) en los mismos medios.

Ahora bien… ¿ya ganó Vischi las elecciones? Obviamente, no. Sin embargo el mensaje triunfalista crece cada vez más, los carros de sonido aumentan diariamente, los medios pagos dicen hasta estupideces tales como que el intendente “es el más lindo que tuvo Paso de los Libres nunca”. Esto deja entrever que la intensificación sistemática del mensaje no muestra otra cosa que desesperación por captar el voto del elector que todavía es reacio a caer en “el jueguito” y que sigue pensando que en Libres lo único que cambió es la situación económica de un círculo cercano o afín al intendente, y se mejoraron o maquillaron algunos lugares para solaz de un sector muy selecto de la población.

Claro… es de esperarse que la campaña se intensifique si se sabe que no está haciendo el efecto esperado. Al intendente y a su séquito le asustan los números que ven. Las encuestas que no pudo comprar o amordazar empiezan a asomarse y la realidad está muy lejos de los dibujitos que le venden a los libreños diciéndoles que el acto comicial “es un trámite”.

El 28 de junio va a traer sorpresas ingratas para el intendente, y él se niega por todo los medios a aceptarlo con lo cual sigue invirtiendo onerosas sumas de dinero para que su imagen (lo poquito que le queda), se grabe en la retina y su nombre en el oído de la gente, porque no se quiere ir, quiere cuatro años más cueste lo que cueste.

Cabe entonces preguntarnos… ¿Le alcanzará a Vischi el aparato publicitario financiado por el pueblo para quedarse esos cuatro años más? ¿será suficiente mandarles a decir a sus bufones (pesos de por medio) que Vischi lidera todas las encuestas y que ya es prácticamente el intendente reelecto de la ciudad?

La verdad está muy cerca, casi a la vuelta de la esquina, y los cuatro puntos que por ratos lo separan de su contendiente inmediato, y que por momentos lo dejan por debajo del otro candidato lo tienen muy preocupado, pero sobre todo y lo que más le preocupa es que ya no tiene más armas para revertirlo.

El intendente no escarmienta… la calle no le miente más y ya no le alcanza con que su círculo le “sobe el lomo”, ahora necesita votos, y es probable que no junte los suficientes para cumplir con su apetencia de otro mandato.

El próximo domingo los libreños irán a las urnas y en la soledad de sus conciencias, sin nadie gritándoles en el oído quien es el mas lindo o el más bueno, sin ningún deformador de opiniones tergiversando la verdad y cambiándola por ilusiones decidirán si quieren cuatro años de mentiras de cambio, o un gobierno que pueda esperanzarlos en que la ciudad va a mejorar para todos por igual.


Viernes, 19 de junio de 2009

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