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Salud
Temen por el avance de la leishmaniasis en Misiones y Corrientes
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Lunes, 22 de junio de 2009

Esta es la enfermedad que oculta el Intendente Vischi, cuando se emite el alerta por parte de científicos nacionales sobre la misma, en Paso de los Libres se esconden los casos para evitar perjucicios en la campaña electoral.
En Misiones y Corrientes ya hay infectados. Una investigadora de la UNLP advierte sobre la problemática y lasgravísimas consecuencias que trae aparejado la enfermedad para el ser humano. Gravedad que en esta ciudad no se tiene en cuenta, la desidia oficial nos puede llevar a un problema en la salud tremendo.


En los últimos meses los argentinos hemos escuchado bastante de enfermedades. Si algo nos faltaba era la leishmaniasis. Actualmente no es un mal del que se tenga registro en la región bonaerense. Se lo asocia a otras provincias, como ocurrió en un principio con el dengue. En Misiones y Corrientes ya hay infectados. Y una investigadora de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) advirtió que viene bajando por el Río Paraná.
La leishmaniasis es producida por la presencia en el cuerpo de un parásito: un protozoo que llega al hospedador (cualquier mamífero) a partir de un vector que es un insecto denominado flebotomo.

El insecto es parecido a un mosquito. Mide unos 2 milímetros y su ciclo de vida es terrestre. Prolifera en lugares con mucha humedad y al igual que el mosquito chupa sangre.
El parásito se llama leishmania. Hay diferentes especies de leishmania que son vehiculizados por varios tipos de flebotomos. Las distintas especies de flebotomos transmiten diferentes tipos de parásitos. Y eso produce diferentes tipos de leishmaniasis.
Existen dos grandes grupos de leishmaniasis: la cutánea y la visceral.

La doctora en Ciencias Naturales, María Soledad Santini, trabaja en el Centro Regional de Estudios Genómicos (CREG) de la UNLP y en el Centro Nacional de Diagnóstico e Investigación en Endemo Epidemias (CENDIE), que depende del Conicet, y está investigando sobre la enfermedad bajo la dirección del especialista Daniel Salomón, que es el referente en la Argentina.

Según explicó la científica a Hoy, la leishmaniasis ataca el sistema inmune, puntualmente, unas células llamadas macrófagos. “Los macrófagos son los primeros soldaditos de batalla que tenemos en el organismo. El parásito se mete en las células, se reproduce y provoca la muerte de las mismas. Eso hace que la persona se inmunodeprima”, indicó.

La diferencia entre los distintos tipos de leishmaniasis radica en dónde se va a depositar el parásito para invadir a los macrófagos: puede ser en la piel, en las mucosas o en las vísceras.
Santini señaló que la cutánea produce una ulcera en el sector de la piel donde el insecto pica. “Es como si fuera un volcán, un agujero a carne viva y con los repliegues levantados. Donde pica produce eso”, graficó la investigadora.

Respecto a la mucocutánea, la especialista mencionó que el parásito ataca las mucosas. La persona afectada puede llegar a quedarse sin cartílagos si no es tratada a tiempo. “En casos extremos te deforma la cara. Puede comerte, por ejemplo, el cartílago de todo el aparato respiratorio, empezando por la nariz”, afirmó. En tanto, en la visceral puede ir ocupando el hígado, el bazo, el estómago o los ganglios, que son órganos del sistema inmune. Santini investiga sobre este tipo en particular, que la transmite el flebótomo Lutzomyia longipalpis. El parásito que la produce es el leishmania chagasi.

La científica indicó que en Argentina, si bien la leishmaniasis existe desde hace mucho tiempo (atacaba principalmente a los perros) ahora hay más de 50 casos y cinco personas murieron por no ser tratadas a tiempo.

Santini afirmó que en Misiones la enfermedad ya está arraigada y hay miles de perros infectados (pueden contagiar al hombre). “El vector está disperso en todos los sitios urbanos de la ciudad de Posadas, cuando antes eran focos más definidos. Eso denota que avanza muy rápido. Y la presencia en el sur de Corrientes demuestra que está bajando por el Río Paraná. Todavía no hicimos estudios en Entre Ríos, pero podría llegar. Acá, mientras tanto, casi no se sabe que existe”, concluyó.

Peor el tratamiento que el mal

La investigadora de la Universidad Nacional de La Plata, María Soledad Santini, señaló que la leishmaniasis es muy dolorosa como así también
el tratamiento. Si no es diagnosticada y atendida a tiempo puede provocar la muerte.
Según explicó la bióloga a Hoy, existen drogas para matar el parásito en la sangre, pero son muy fuertes y el efecto es similar a una quimioterapia. “La droga (se coloca mediante inyecciones) no discrimina entre las células infectadas y las sanas. Las mata como en la quimioterapia. La persona queda exhausta. La enfermedad es muy dolorosa y también el tratamiento. Además es costoso”, afirmó. La científica mencionó que los médicos no asimilan aún que la enfermedad está presente. “En el Garraham, en el Muñiz y en otros hospitales de Buenos Aires han llegado casos y se los trató como cáncer. Te inmunodeprime tanto que piensan que es leucemia u otra enfermedad”, comentó
La especialista señaló que los casos mal tratados pueden llevar a la persona a la muerte. Los síntomas son fiebre alta prolongada, estados gripales fuertes, dolor y cansancio.

De los animales al hombre

En la Argentina siempre existió la leishmaniasis, pero antes se limitaba a regiones zoonóticas, es decir, era exclusivamente una enfermedad de animales (zorros, marsupiales, osos hormigueros y perros). Las grandes modificaciones de los ambientes y la invasión del hombre a esos lugares vírgenes hicieron que el ser humano pasara a formar parte del ciclo natural de la enfermedad.
La investigadora de la UNLP, María Soledad Santini, señaló que en la actualidad se habla de un ciclo zoonótico y un ciclo urbano. En el 2000 comienza a haber muchos casos en Paraguay y en Brasil. También el tráfico de perros traídos de Europa contribuyó a que se urbanizara más la enfermedad.

La científica añadió que un estudio de preferencia alimenticia de los insectos vectores de la leishmaniasis demostró que tienen gran atracción por las gallinas. Después están los
perros, y por último los caballos y los chanchos.
Cabe mencionar que existen insecticidas, pero matan al insecto adulto y no a las larvas.


Lunes, 22 de junio de 2009

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