Jueves, 9 de Mayo de 2024
  
09/05/2024 21:36:11
Seguridad
A nueve días del ataque a Marcos Obregón a manos de una “pandilla” no hay ningún detenido
Compartir en Facebook    Compartir este artículo en Twitter    Compartir este artículo en WhatsApp    Imprimir esta nota
Lunes, 20 de julio de 2009

Por Gabriel Link
Pasaron nueve días desde que se perpetrara el brutal ataque a Marcos Obregón y dos jóvenes abogados amigos que iban en su auto acompañados por sus novias, y a pesar de que el relato recorrió toda la ciudad, con la certeza de los nombres y apellidos de, al menos dos “pandilleros”, a pesar de que hay cinco testigos, a pesar de que los médicos que atendieron a “Maico” confirmaron los dichos de los testigos en el sentido de que el joven fue agredido con un hierro, no hay, hasta el momento, ningún detenido. Ni la policía ni la justicia local parecen considerar importante que un grupo de jóvenes alocados y envalentonados por el alcohol patrulle las calles locales en busca de víctimas para divertirse golpeándolos.


Hay cosas que se saben y otras que no, lo que no nos queda claro es si alguien está trabajando en esclarecer el caso y averiguar lo que no se sabe o si en verdad se intenta tapar el hecho por tratarse de “hijos y hermanos de...”

No se sabe cual fue el móvil, Obregón declara que no conoce a sus agresores más que “de vista”, que nunca entabló dialogo alguno con el conductor de la camioneta que lo envistió y que jamás tuvo algún problema con él.

No se sabe quien fue el que golpeó a Marcos con el hierro en la cabeza, el amontonamiento era tal que se confunden las versiones, una de las testigos dice que era “un gordito”, de quien aún no trascendió el nombre.

Se sabe que el conductor era Olivera (hijo del abogado), este chico es responsable, al menos de dos delitos, el de agresión (al chocar deliberadamente con la camioneta de su papá el auto de Obregón para hacer que este se detenga) y el de abandono de persona (al dejar tirado al joven desangrándose en plena calle); sin embargo el chico jamás fue detenido.

Se sabe que uno de los agresores es el hermano del vice intendente (y también su secretario privado), Fernando Ferreyra estaba entre los que bajaron de la camioneta y golpearon a Obregón, y además, habría sido uno de los tres que persiguió y golpeó a un joven abogado (Vergara) que lo acompañaba y que descendió del auto al ver que la “pandilla” completa parecía querer matar a sus amigos, y corría a buscar ayuda a Prefectura. Fernando Ferreyra tampoco fue detenido.
Nota: El joven había recibido un trasplante de córnea hace muy poco tiempo, por lo que está en estudio si los golpes que recibió en la cabeza le producirán daños permanentes.

Se sabe que Obregón fue golpeado con un hierro, presumiblemente una llave de rueda; que tuvo fractura de cráneo; también que otro de los integrantes de la pandilla esgrimía una mancuerna, como las que se utilizan en los gimnasios, con la que se supone le habrían abierto la frente y también que cuando estaba tirado en el suelo, ya sin conocimiento, uno de los “pandilleros” le pateó la cabeza, mientras otros tres golpeaban al amigo de Obregón, de apellido Quirico, (hijo del ex comisario) que había bajado del auto para intentar calmar a los agresores.

Se sabe que luego de aplicarles sendas palizas a estos tres jóvenes, la “pandilla” completa se subió nuevamente a la camioneta de Olivera dejando a Obregón tirado en la calle desangrándose.

Lo que nadie sabe, lo que nadie puede entender es porque ni el jefe de policía ni la justicia ordenaron la detención de estos jóvenes, al menos de quienes fueron individualizados por CINCO testigos. Uno de ellos, es hijo de un conocido abogado del foro local, el otro es hermano del vice intendente municipal.
¿Tendrá esto algo que ver con la inacción de la policía y los fiscales de instrucción?; ¿existiría la misma “protección policial y legal” si los “pandilleros” vivieran en el barrio Picaflor o en el barrio Cementerio y tuvieran piel más oscura y ropas más baratas que estos chicos?. Lo cierto es que tres jóvenes que salieron a cenar con sus novias y luego a pasear en un auto terminaron en el Hospital y uno de ellos trasladado a Corrientes con su vida en riesgo, mientras los integrantes de la “pandilla” que los atacó durmieron (y continúan durmiendo) plácidamente en sus casas.

Hay una fuerte versión que indica que este mismo grupo de chicos ya habría realizado las mismas correrías con otras víctimas, al menos una historia (la víctima sería un joven que vive en el barrio 508 viviendas) coincidiría con la descripción de la camioneta, claro que con resultados no tan graves como lo fue en el caso de “Maico” Obregón.
Una pregunta final para que respondan las autoridades policiales y judiciales, ¿Esperamos a que maten a alguien?


Lunes, 20 de julio de 2009

Copyright ©2008
Surcorrentino.com.ar
Todos los derechos reservados

DESARROLADO POR:
www.chamigonet.com.ar