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Opinión
Que nos está pasando?
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Sábado, 8 de agosto de 2009

Por Carlos A. Pérego
El terrible hecho de la madre ¿? Que ni bien nace su hijo lo apuñala, lo descuartiza, recorrió el mundo, por lo aberrante, por lo inentendible, y la pregunta sale sola ¿Qué esta pasando?, para que nuestra sociedad se comporte de esta manera. Ahora buscamos culpables, responsables, como si eso hiciera que el hecho fuera menos horrendo, pero algo nos pasa como sociedad.


Lo sucedido saca a la luz algo que siempre se dice, que todos entendemos, pero que a la hora de encontrar la solución nos enfrascamos en nuestras conveniencias y miramos para otro lado, sabemos que Paso de los Libres es una ciudad de casi 60000 habitantes, de los cuales el 75% no tiene todas las necesidades básicas satisfechas y hay una pobreza estructural de casi el 30%, índices mas altos que el promedio de la provincia, pero para subsanar esos problemas los libreños siempre miramos para otro lado, como si el hecho de no reconocer el problema lo hiciera desaparecer. Hace poco mas de un mes la mayoría de los libreños que no tienen sus necesidades satisfechas, muchos indigentes y pobres estructurales aprobaron para que en la ciudad se siga de la misma manera y que el progreso tan enunciado siga siendo para un grupo pequeño de ciudadanos y que la solución de los problemas graves de la comunidad se sigan escondiendo.

En la búsqueda de culpables se argumentarán diversas teorías, que la madre tuvo un ataque psicótico, que fue el tío, que fue culpa de la indigencia en que vivía, que la falta de educación, pero lo cierto es que se cometió un hecho que en el mundo animal no se ve, también es cierto que hay millones de pobres e indigentes que no cometen actos de esta naturaleza, pero es indudable que hay factores que deberían ser contemplados por el estado, nacional, municipal o provincial, que no se tiene en cuenta y que posiblemente hayan sido elementos determinantes para la comisión de este aberrante delito.

Es evidente que hay un problema psiquiátrico en la madre, pero también hay un problema social, y es en ese problema que el estado estuvo ausente, ausencia que no justifica bajo ningún punto de vista el hecho, pero que de haberse entendido en la problemática posiblemente no hubiera pasado, pero eso nadie lo va a saber nunca., la realidad es lo que pasó.

La justicia tendrá una ardua labor, si es que quiere sinceramente llegar al fondo del asunto, pero hoy vemos cosas que nos resultan absurdas, al menos desde nuestra ignorancia judicial, ¿Cómo se puede entender que la madre, de 17 años, diga que no sabía que estaba embarazada? Si de hecho la misma era madre de otra niña, no se dio cuenta que durante ocho meses, sin mestruar, algo en el vientre había, ¿Cómo nadie en una pieza escuchó los ruidos del parto?, las opiniones médicas dicen que la madre no podría haber parido sola ¿Quién la ayudó?, ¿Su tío, que dormía junto a ella y que dice no escuchó nada?, el tío de la menor recobró la libertad porque solo se lo puede encuadrar como encubridor, ¿Qué puede impedir que uno de los principales sospechosos, el tío, no se fugue al Brasil?, son muchos, demasiados los interrogantes y como ciudadanos no los entendemos.

Culpables hay, la madre, el tío, la abuela, el municipio, la provincia, la nación, todos quienes generan el caldo de cultivo de la pobreza, de la ignorancia, de la indigencia y todos quienes permitimos con nuestro silencio, con la falta de compromiso, que esa pobreza, esa indigencia, esa ignorancia no sean corregidas por políticas adecuadas ya que siempre privilegiamos el bien particular y no el general.

Ese ángel que, a pesar de las heridas gravísimas, lucho por su vida durante casi 12 horas habrá pensado antes de irse ¿para que seguir, si acá abajo no quieren arreglar las cosas?, y eso nos tiene que traer a la reflexión de que debemos ser partícipes de los destinos de nuestras comunidades, pensar con un poco mas de sensibilidad, en definitiva debemos a la hora de determinar el futuro que queremos, que debe ser el de la inclusión de todos los sectores para comenzar a erradicar la pobreza, la ignorancia, lo hagamos a conciencia, ya que a partir de esa determinación podremos estar colaborando para que esos factores que pudieron colaborar con el horrendo desenlace comiencen a ser solucionados.

Algo nos está pasando, y no es bueno, demonos la oportunidad de poder cambiar esta realidad hipócrita en la que estamos sumidos, hagamos las cosas bien, pensando en un bien mayor y no en lo mas cercano e irrelevante. Hoy si salimos a preguntar mayoritariamente diríamos que hubiéramos hecho algo para que esto no suceda, pero cuando lo tuvimos que hacer sin que el hecho sucediera pensamos en otra cosa, y esa es la hipocresía de todo este drama.

Culpables habrá, la madre, el tío, ¿Quién sabe?, pero quede claro que como sociedad todos somos culpables por permitir que en nuestra ciudad sigan habiendo 30% de indigentes y 75% de ciudadanos sin sus necesidades básicas satisfechas, pero también teniendo lindos paseos, lindos eventos, gastando millones en pavadas y a cinco cuadras podemos estar contribuyendo a que otro drama suceda. Es hora de reflexionar por que como sociedad somos el reflejo de lo que somos, y modestamente, no nos merecemos esa imagen.


Sábado, 8 de agosto de 2009

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