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Sexualidad
Mitos del Orgasmo Masculino
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Sábado, 13 de marzo de 2010

Cuando se habla del orgasmo masculino, hay muchas dudas que en general, se responden con mitos o creencias equivocadas. En primera instancia, se cree que el orgasmo del hombre y la eyaculación son lo mismo. Recientemente, se ha demostrado que es posible que el varón tenga orgasmos sin que necesariamente estén acompañados de la eyaculación, o por el contrario, eyaculaciones sin orgasmos. Es cierto que es común que se presenten simultáneamente y es por eso, que tienden a confundirse como un mismo fenómeno.

Por otra parte, se acostumbra a creer que no pueden controlar la eyaculación, por lo que se produce la eyaculación precoz o descontrol eyaculatorio, y que la única manera posible de retardarla es pensar en otras cosas durante el coito. Otra forma por la que han optado para controlarlo es utilizar cremas anestésicas, sin saber que están exponiéndose a la posibilidad de que se pierda la sensibilidad del todo, lo que inhibe la eyaculación, e incluso puede provocar la total pérdida de la erección. Hoy se sabe que la manera más efectiva de superar esta condición es mediante la realización de ejercicios terapéuticos en conjunto con la pareja.

Con respecto a la erección, hay otra creencia muy difundida y es que apenas el hombre termina de eyacular, pierde la erección. Esto es totalmente contrario a la realidad. La erección se mantendrá más tiempo después de la eyaculación, mientras más dure excitado.

Es debido a esto, que actualmente, también se sabe, a diferencia de lo que se maneja popularmente, que el hombre es igual de capaz que la mujer, de sostener el coito, después de la eyaculación, e incluso de tener varios orgasmos.

La verdad es que así como en la mujer, en el hombre se presentan distintos tipos de orgasmos, lo que posibilita que sea multiorgásmico.

El orgasmo que se conoce más es el que se produce acompañado de la eyaculación. Por otro lado, y el más frecuente en los hombres multiorgásmicos es el de contracciones musculares, pero sin eyaculación. En este caso, lo que sucede es que se presentan varios orgasmos, y hasta en el último se da la salida del semen.

Otro clase de orgasmo es el que se focaliza en la próstata, el cual es más común en las relaciones homosexuales masculinas, ante la posibilidad de la penetración anal. Por lo general, los heterosexuales tienen poca disposición a que sus compañeras incurcionen en caricias focalizadas en esta zona, debido al prejuicio hacia el homosexual, pero los que rompen esta barrera descubren una gama increíble de nuevas sensaciones. Practicar estas caricias y experimentar placer no quiere decir que exista tendencia o peligro de ser homosexual.

Otro tipo de orgasmo que se encuentra en investigación, es el que se produce ante la estimulación delicada y focalizada en alguna zona del glande o incluso en las tetillas. Este orgasmo debe ir acompañado de una especial relajación, pues sino la caricia puede resultar demasiado molesta. El orgasmo que se produce es diferente, y lo que se expulsa es un líquido claro y viscoso, parecido a la orina, el cual se cree es líquido prostático. Esto sería, aparentemente lo más parecido a la eyaculación de la mujer, y a la estimulación del Punto G femenino.

Como vemos la mayoría de los mitos son respecto a la sexualidad masculina, esto probablemente causado por el tabú que resultaba la sexualidad femenina hasta hace unos pocos años. Por otra parte, es posible observar que la respuesta sexual del hombre es más complicada de lo que se creía y tiene tantas variantes como la de la mujer.

Nunca está todo escrito en materia de sexualidad, por lo que es importante que la pareja esté dispuesta a experimentar y a probar nuevos caminos para enriquecer así, su relación y su vida sexual.


Sábado, 13 de marzo de 2010

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