El diputado radical Oscar Aguad bajó a Corrientes a canjear su impunidad, como cuando cambio millones de dólares por CECACOR. Ofreció darle el perdón partidario a Ricardo colombi si se le congela la causa de los 60 millones que empernó a la comuna por décadas. Pidió que se le duerma el emblemático caso de los u$s 60 millones.

Un ex legislador nacional del PJ y amigo personal, fue su intermediario para la concreción del cónclave. Se asegura que el actual jefe de la bancada radical en Diputados de la nación, ofreció el “perdón” partidario para Ricardo Colombi, si la cámara del crimen Nº1, ratifica la prescripción de la causa otorgada en el 2007 por la jueza Laura Varela en un controvertido fallo: los tiempos procesales todavía no habían fenecido. El mandatario correntino tiene una sanción del Comité nacional ucerreísta. Le suspendieron la ficha de afiliado por haberse reunido con Néstor Kirchner antes de asumir su segundo mandato como jefe del Ejecutivo provincial. Y esa sería “la carta” que habría puesto Aguad en juego: impunidad judicial por perdón partidario. El diputado radical esta sumamente apurado. Las balas del gobierno kirchnerista comienzan a picarle cerca de los tobillos. Además, el municipio capitalino, el mas perjudicado por lo que se considera el “robo del milenio”, no designó nuevo querellante en el expediente. Algo sumamente insólito tras la dimisión del abogado Ricardo Maldonado como representante legal de la comuna en el proceso. Al penalista se le pidió su renuncia, luego que se supo que mantuvo una reunión “secreta” con el otrora interventor federal en Buenos Aires. La municipalidad apeló la caducidad de la instancia penal dictada por Varela, pero recién a pocas horas de la asunción de Carlos Mauricio Espínola como intendente. No hay dudas que la estafa esconde una de las tramas más escandalosas de la política local, la justicia y la corrupción de Estado.

EL CASO

En agosto de 2000, por intermedio del entonces interventor federal en Corrientes, Ramón Bautista Mestre, y su delegado normalizador en el municipio correntino, Oscar Raúl Aguad, se le solicitaría un préstamo de 60 millones de dólares al Banco Nación, destinados a cancelar deudas con el IPS, el Ioscor y concretar algunas obras menores. La garantía del crédito: los fondos federales coparticipables. Al arribar aquella montaña de dinero, sería canjeada casi inmediatamente por los entonces bonos CECACOR, la tristemente célebre cuasimoneda implementada por la gestión del odontólogo ya desaparecido. Los dólares que quedaron tras el canje virtualmente se esfumaron. Un perito contable designado por el juzgado que atendía la instrucción, dicen que lograría justificar el destino de u$s 15 millones. Después se sabría que el profesional tenía “órdenes” de esconder la fabulosa maniobra fraudulenta. Aquel empréstito, dejaría hipotecado al tesoro municipal por décadas.

Desde que se iniciaron las actuaciones el sistema judicial se mostró blando y sometido a las indicaciones que bajaban desde el poder político.

Aguad fue procesado, pero una y otra vez zafaría de la prisión hasta lograr la ansiada inmunidad parlamentaria al asumir en un escaño legislativo en la cámara baja del Congreso Argentino, en diciembre de 2005. Con sus fueros encima, la justicia local no congeló el expediente hasta la culminación de su mandato (como debía ser). Insólitamente le haría correr los tiempos procesales para buscar la prescripción de la causa. Algo que finalmente sucedería en diciembre de 2007. Aguad se compraría varios bienes en Corrientes, y hasta tendría negocios ocultos en la provincia. Una cuenta en un banco privado por calle Carlos Pellegrini, sería por un largo periodo, la depositaria de sus recaudaciones locales.

Lunes, 21 de junio de 2010