Por Gabriel Link
Dijo el Gobernador en la Rural de Mercedes: “Los que defienden la supuesta ecología seguro nunca agarraron una pala o un rastrillo”. Es común que los políticos se desencajen cuando no pueden explicar lo que hacen, se encierran en posturas personales, se dicen “perseguidos y se enojan descalificando a quienes les piden explicaciones...

... Como si estuviera mal que se les discuta algo. Los políticos suelen huir hacia adelante, creen que eso es bueno para su imagen, que de ese modo están mostrando liderazgo y cuando se sienten descubiertos en algún chanchullo replican, a los dedos acusadores, con insultos y descalificaciones.

Pero lo que hizo ayer Colombi, eso de llamar “extremistas” y “fundamentalistas” a los integrantes de las asambleas ambientales, por reclamar que se preserve el medio ambiente, es una enormidad. Al gobernador ayer se le salió la cadena y al no poder controlarse demostró, con la tozudez con que defendió la construcción de la represa de Soros y Aranda en el Ayuí Grande, que tiene las manos manchadas. Hoy solo las tiene manchadas de verde dólar, pero si la represa finalmente se construye también las tendrá manchadas de rojo sangre.

Pero lo más preocupante es ver como todos los chupamedias de Ricardo se matan por subir al tren del poder, y me refiero al intendente y sus concejales, quienes defienden esta obra como si también ellos hubieran cobrado coimas, mintiendo descaradamente con el argumento de la necesidad de generar producción, sin importarles lo que le pasaría al ecosistema si desaparecieran decenas de especies animales y vegetales de la zona, o a los cientos de pequeños y medianos productores que también tienen sus campos a orillas del Ayuí y que con la represa se quedarían sin agua.

Veamos… quienes defienden el proyecto dicen que el desarrollo económico va a ser importante para la provincia por la creación de cientos de puestos de trabajo directos y miles indirectos, sin embargo se sabe que para la siembra de arroz el personal utilizado es mínimo y que por cada empleado “en blanco” las arroceras emplean a tres “en negro” con sueldos paupérrimos y que de cada cuatro peones solo uno es permanente y los otros tres trabajan apenas tres meses por año. ¿Así se desarrolla a la provincia?.

No hay proyectos conocidos, por parte del gobierno para instalar factorías que generen puestos de trabajo genuinos, industrias que aporten valor agregado a los productos primarios que se producen en Corrientes y salen de ella en bruto para que se industrialicen en otras zonas del país. La nuestra es la segunda provincia en producción de vacas, pero solo se producen vacas flacas que luego son engordadas en otras zonas donde se encuentran los frigoríficos y es ahí donde se genera el valor agregado de las vacas correntinas. Lo mismo ocurre con las forestaciones, Corrientes es la primera productora de palos del país, que luego se convertirán en tablones, muebles o casas de madera cuando lleguen a Entre Ríos, Santa Fe o Buenos Aires, pues los aserraderos y las fábricas están ahí. Y también se repite la ecuación con la producción de arroz, que es el tema en cuestión. Para que tomemos dimensión del engaño oficial un dato determinante, solamente el 20% del arroz producido en Corrientes se industrializa aquí, el 80% restante va a parar a molinos de otras provincias, sobre todo a Entre Ríos y Buenos Aires, o incluso de otros países, como Brasil.

Al igual que en el caso de la producción de carne vacuna y las forestaciones, el arroz se produce en Corrientes pero la mano de obra se genera en otro lado. Y el gobernador pretende justificar la construcción de esta represa alegando que viene a generar desarrollo para nuestra provincia. El mandatario tiene en cuenta los 50 empleados fijos y los 150 que tendrán trabajo 3 meses al año, pero no contempla los más de cien pequeños y medianos productores que irán a la quiebra por haberse quedado sin agua y varios cientos de peones rurales que irán a la calle por la misma causa.

El gobernador Ricardo Colombi ayer criticó y hasta se dio el gusto de insultar a un grupo de correntinos que aman a su tierra y se plantan para exigirle que cumpla con su deber, que sea custodio de las riquezas naturales; un grupo de gente, en su mayoría muy joven, que le cuestiona sus negociados y reniega de que se siga favoreciendo, desde el estado provincial, a unos pocos foráneos en desmedro de la salud de miles de correntinos y el empobrecimiento cientos de pequeños y medianos productores que verán que a sus campos ya no llegan las aguas del Ayuí.

No solo eso, los acusó de ser los responsables de la pobreza de la provincia que entre él y su primo gobiernan desde hace 9 largos años y que sin esfuerzo alguno supieron colocar y mantener en el último lugar de la grilla.

Y también pretende, Ricardo Colombi, que el millón de estúpidos nos creamos que se van a inundar 8.000 has y a desmontar otras 15.000, sin que haya impacto ambiental alguno... aunque que desaparezcan decenas de miles de animales salvajes y millones de árboles que sostienen el equilibrio ecológico; sin que haya un aumento desmedido de las enfermedades endémicas como el dengue, la leishmaniasis y la fiebre amarilla; sin que se potencie la proliferación de algas en el Miriñay y el Uruguay; y a todo esto tenemos que creérnoslo sin que nos hayan mostrado un solo estudio de impacto ambiental. Ricardo habló ayer del valor de la palabra…

Es posible que tanto los ambientalistas como quienes cuestionamos sus negociados seamos todos extremistas, pero él y toda su prole… son unos pistoleros, que solamente piensan en negocios y poder retroalimentándose entre sí en puro beneficio de ellos mismos. Sería lindo verlos a Ricardo y su gabinete con palas y rastrillos, trabajando al sol, del otro lado del alambrado, con traje a rayas y grilletes en los pies.

Martes, 14 de septiembre de 2010