Por Carlos Pérego
Amplia repercusión tuvo la nota de opinión sobre la salud en Paso de los Libres, decenas de llamadas telefónicas y de mails, pusieron de manifiesto una realidad lamentable de nuestra ciudad, a pesar de ello ninguna autoridad se manifestó al efecto, la Clínica Madariaga, sigue con las puertas cerradas y nadie que las abra, con dos enfermeras para todos los internados y sin médico de guardia en el lugar, en una clara afrenta al pueblo libreño. La falta de atención en horas nocturnas podría llegar a encuadrarse como abandono de persona.

Llega a tal punto el desparpajo de los socios que uno de ellos al ser impuesto por un paciente “cliente” del hecho de poner un portero, manifestó muy suelto de cuerpo que no podían por los costos “ya se va a fundir la clínica y van a ver a donde se internarán” concluía a modo de una sutil amenaza, hecho que marca claramente que a los socios de dicha empresa les interesa simplemente el lucro. Cabe destacar que en forma casi permanente las camas están ocupadas, lo que de hecho marca que tan mal no le puede ir “al negocio”.

Alguno de los relatos recibidos son verdaderamente espeluznantes, pero esta situación no es de ahora, la misma data desde hace mucho tiempo, uno de los primeros casos lamentables que se recuerda sucedió hace muchos años atrás cuando un vecino de la clínica con un principio de ataque al corazón, fuertes dolores en el pecho, se cruzó hasta el lugar y se encontró con las puertas cerradas y que nadie abría ante los golpes y llamados, el resultado de la profunda indignación del vecino ante la falta de respuesta fue que sufrió un severo infarto en la puerta misma de la Clínica Madariaga. Vaya uno a saber cuantos casos similares hay y que no se conocen, a pesar de lo cual la política de la “Casa de Salud” siempre siguió siendo la misma, achicar gastos donde no se debe.

Lo curioso de toda esta situación es que la gente sigue teniendo temor a denunciar a la corporación médica, a las clínicas, al hospital, debido a que en esta ciudad no hay opciones para la internación, tanto las dos clínicas privadas como el hospital adolecen seriamente de los más mínimos parámetros para atender bien la salud y curar a los enfermos, por razones diferentes por cierto los privados por solamente ver el afán del lucro y el nosocomio estatal por la incapacidad manifiesta de sus administradores, que curiosamente atienden y son socios de una de las clínicas privadas.

Paso de los Libres viene sufriendo por las decisiones de la corporación médica, es la única ciudad en donde los médicos no atienden IOSCOR, con el agravante que las autoridades del Colegio Médico amenazaron con expulsar de la entidad a los pocos profesionales que efectuaron convenios privados para atender por dicha obra social, al respecto cabe destacar que el presidente de la entidad que nuclea a los médicos, el Dr. Héctor Abdeinchuk, es socio de Clínica Madariaga, situación que implica que se tiene una actitud corporativa en lo que respecta a la salud, sin importarles la situación de la gente que necesita de dichos servicios sanitarios.

Cabe recordar que desde hace pocos años viene trabajando en esta ciudad la Fundación Vida y Esperanza, primero ayudando al hospital, luego armaron una obra social local, tiene consultorios, atención ambulatoria, atienden por IOSCOR, de a poco van adquiriendo aparatología de punta y hasta adquirieron un tomógrafo, el cual esta pronto a comenzar a funcionar, hecho elogiable por cierto pero lo lamentable fue nuevamente la actitud de la corporación, uno de los directivos de la entidad habría advertido al titular de la Fundación “deja de joder con el IOSCOR porque ya te vas a enfermar vos también” en otra suerte de amenaza solapada.

En definitiva, como ya lo expresara en otra oportunidad “la salud de Paso de los Libres está en terapia”, con el agravante que el único médico terapista está convaleciente por la inescrupulosidad de los propietarios de la clínica para la cual trabajaba.

Fuerte fueron las críticas cuando una de las clínicas de la ciudad de Curuzú Cuatiá instaló una suerte de consultorio en esta ciudad en donde se daban los turnos de atención para que los pacientes tuvieran previsibilidad al viajar hacia esa ciudad, pero nada hicieron para que los libreños queden en su localidad, es lamentable tener que admitir que a pesar de todo “tenemos suerte porque la Santa Casa de Uruguayana está a pocos minutos” y que Curuzú está muy cerca.

Las autoridades políticas, sanitarias, judiciales o policiales deben tomar definitivamente cartas en el asunto, no es posible seguir de esta manera, a merced de un grupo de personas que en el afán de enriquecerse no hesitan en dejar de lado los principios básicos que rigen su profesión, el hecho de dejar a 30 o 40 enfermos internados sin por lo menos un médico de guardia en el lugar a la noche es negligencia, dejar a todos esos pacientes “clientes” en manos de tan solo dos enfermeras, que por mas buena voluntad que tengan no pueden dar cuenta de toda esa tarea, además de oficiar de porteros, es lisa y llanamente una estafa ya que cobran por brindar una atención determinada y no la brindan, situación esta que debería ser denunciada a las obras sociales, pero lo más grave aún es que dicha situación podría ser encausada en el delito de abandono de persona y por ende algún fiscal debería tomar cartas en el asunto.

Cuantos casos de mala praxis deben haber existido sin que se supiera?, todas las muertes y las malas atenciones que suceden son inevitables?, estas y muchas más son las preguntas que deberían hacerse nuestras autoridades, pero en honor a la verdad no son solo ellas las que tiene el deber de modificar este sistema de salud hipócrita que tiene Paso de los Libres, son también los ciudadanos ya que de nada vale que se gasten ríos de tinta, se comente el problema en algunos pocos medios, al respecto cabe destacar que la gran mayoría de los medios locales abonados al municipio (vaya a saber uno porque razón) no tocaron el tema nunca, o se debata por internet sino que es la propia ciudadanía, nosotros, los que debemos salir a denunciar, no podemos salir a pedir por favor que nos brinden una atención por la que pagamos, no podemos seguir arrodillados ante un grupo de profesionales, pequeño por cierto, que maneja la salud en esta ciudad en su beneficio, no se puede seguir teniendo el temor de no alzar la voz reclamando nuestros derechos por miedo a que nos atiendan mal si lo necesitamos.

Muchos perdimos a seres queridos y no son pocos los que los perdieron por negligencia y muchos más a los que les sucedió y no lo saben, debemos dar un basta y ante la falta de respuesta de las autoridades solo nosotros debemos tratar de cambiar nuestro presente.

Son muy bonitos los slogan de “Libres está cambiando”, “El cambio que se ve” o el mas nuevo “Ciudad grande”, pero debemos tener en claro que una ciudad grande no se construye con palabras, o con plazas arregladas o con negocitos, sino con compromiso con la gente, y una de las bases para ser grande verdaderamente es tener buena salud para poder adquirir cultura y tener seguridad. Hoy como ciudad somos nada más que un slogan, pero tenemos la oportunidad y el deber de comprometernos y comenzar verdaderamente a cambiar a partir de exigir el mejoramiento de nuestra salud.


Sábado, 27 de noviembre de 2010