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Opinión
Ricardo entre las mentiras y la impotencia
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Miércoles, 26 de enero de 2011

Por Carlos A. Pérego
Las declaraciones altisonantes del Gobernador Ricardo Colombi en las últimas horas, denunciando que el peronismo pretende la intervención provincial, pidiendo a sus allegados para que lo defiendan y que ataquen al Intendente de la Capital, Camau Espínola, denostando permanentemente al Ing. Fabián Ríos, anunciando acercamientos de dirigentes e intendentes del PJ sin nunca dar un nombre, son una clara muestra de la impotencia y nerviosismo en que se encuentra sumido el gobierno provincial jaqueado por una realidad social que no acierta a revertir, con una caída en la consideración popular tan notable como el aumento de Camau en la misma.


El increíble pedido a sus correligionarios reunidos en el Club San Martín para que lo salgan a defender y para que ataquen a “ese chico”, por Camau, marcan sin duda una pérdida de rumbo importante, ya que nunca se escuchó, o al menos se lo hizo en público, que un Gobernador reclame que lo defiendan a él, no a su gestión, y pedir que minimicen el arrollador crecimiento del intendente de la capital infantilizándolo y difundiendo falacias, es algo muy poco serio y temeroso a su vez, lo de la seriedad se ve en que merecieron sus dichos pocas respuestas por lo inconsistentes de las mismas y lo de la temeridad se encuadra en la intención gubernamental de querer imponer un manto de dudas sobre la continuidad de la institucionalidad provincial.

Las declaraciones sobre acercamientos de dirigentes e intendentes peronistas hacia el espacio de ECO, sin dar ni un solo nombre, le quitan toda seriedad a declaraciones que solo tenían como objetivo causar resquemores dentro del justicialismo, que de hecho negó terminantemente la posibilidad, pero lo más curioso aún es que fue el propio Colombi quien se encargó de desmentir sus propias mentiras al reconocer, en las últimas horas, “que no hay alianzas con dirigentes del Justicialismo, pero sí personas de ese partido que trabajan con ellos”. Estas idas y vueltas demuestran que el timón del barco gubernamental no pudo ser reparado desde hace más de un año y van de babor a estribor como si fuera la misma cosa.

Las declaraciones más preocupantes y que marcan claramente que el objetivo de Ricardo Colombi es tratar de generar un caos institucional son las referentes a que “dirigentes del PJ”, nuevamente sin decir quienes, intentan intervenir la provincia o el Poder Judicial, lo mismo da cualquiera, sin siquiera una sola prueba para refrendar sus dichos, que merecieron por supuesto el desmentido no ya solo del justicialismo, en la voz de Fabián Ríos y de “Camau” Espínola, sino de hasta el propio Ministro del STJ, Carlos Rubín. Solo a una mente afiebrada se le puede ocurrir decir que “dirigentes”, se supone que serán de alto nivel, lleguen hasta la Corte Suprema para preguntar cómo se puede lograr una intervención, hay que ser muy ignorante para no saber cuáles pueden ser las causales para el remedio federal y que además se necesita una Ley del Congreso nacional para ello.

Claramente la soberbia y la impotencia marcan el rumbo de este gobierno que no acierta a encausarse, con problemas internos insolubles, con aliados que pretenden mucho más de lo que merecen, con una elección en la que pone en juego la mayoría de sus legisladores y que es imposible que los recupere, con un frente social cada vez más complicado en lo salarial, con actitudes discriminatorias entre los empleados , aumentos a algunos empleados del IPS, aumentos a su gabinete en más del 100%, con las obras en la provincia que son esencialmente efectuadas con fondos nacionales y con una marcada baja en la consideración popular, lo están llevando a que la única salida para frenar el embate del peronismo sea mentir, mentir y mentir.

Que el PJ va por la cabeza de Ricardo, no lo tiene que espantar, ya que metafóricamente su figura representa lo que es hoy la provincia y todo lo que pretende cambiar el peronismo, no es que el Senador Bassi tenga preparado un grupo de cimitarras para llegar a degüello a la casa de gobierno, la ofensa llega a ser hasta ridícula máxime cuando se trata de una persona que ostenta el primer sitial provincial.

La intención de permanentemente inmiscuirse en la interna peronista, tratando de generar desencuentros entre dos de los máximos referentes, Fabián Ríos y Carlos Espínola, no tiene sentido entendiendo que este año es Fabián Ríos el candidato y va a ser seguramente uno de quienes marque la estrategia política, junto a Camau, camino al 2013, donde ahí sí la candidatura a Gobernador se dirimirá entre Ríos y Espínola. Los chisporroteos de hoy son solo eso, chisporroteos, instalados por el colombismo, que ve en ambos referentes una pared inexpugnable a sus aspiraciones de hegemonismo y que terminarán seguramente con una de las etapas más nefastas para la provincia, los 14 años gobernados por el radicalismo.

La repetitiva actitud de Ricardo Colombi de hacer denuncias grandielocuentes pero vacías de contenido, ya que nunca menciona una fuente seria mucho menos da nombres, muestra la poca seriedad de las mismas, es lo mismo que manifestara en oportunidad de la ampliación de denuncia efectuada por legisladores del PJ sobre enriquecimiento ilícito y posible asociación ilícita, cuando trató de falsas las mismas pero se negó a aportar un solo dato que revirtiera su situación procesal, acusó a los legisladores denunciantes de falaces, de que fue una denuncia armada, acompañado en dichas declaraciones por el Intendente de paso de los Libres, Eduardo Vischi, pero no pudo justificar ni un solo punto de las denuncias. Seguramente tratará de frenar la misma, ya que terminada la feria judicial se lo llamaría a prestar declaración testimonial y deberá justificar, junto a su “amigo benefactor”, Marcelo Lazlo, el origen del dinero con que Lazlo siendo un empleado del PAMI adquirió dos propiedades, subvaluadas, y en el mismo acto de escriturarlas efectúa una cesión de derechos irrevocable a nombre de Ricardo Colombi, algo verdaderamente insólito por la bondad demostrada entre dos verdaderos amigos, que dicho sea de paso en las primeras declaraciones luego de la denuncia el propio Colombi dijo desconocer a Lazlo, de haberlo visto en una o dos oportunidades.

Se viene un año complicado políticamente donde dos proyectos se disputarán el poder en la provincia, el representado por el peronismo alineado con la presidenta Cristina Kirchner de inclusión y distribución, contra el conservador y de concentración representado por Ricardo Colombi que gobierna para las corporaciones, como ejemplos proyecto Ayuí (Clarín – Soros), Hotel de Turismo (Goitia – Casinos del Litoral) y las pasteras en Ituzaingó, sin inversiones propias y con un claro proyecto personalista, elitista y discriminatorio, que ha llevado a la provincia de Corrientes en los dos gobiernos de los Colombi a colocar a nuestra provincia como la más pobre en el contexto nacional, mérito por cierto exclusivo de este gobierno que pretende manejar a los trabajadores con la presión sobre los salarios, publicitar una realidad que no existe, mediante las pautas publicitarias, para ocultar su inoperancia.

Carlos A. Pérego – Director – www.surcorrentino.com.ar


Miércoles, 26 de enero de 2011

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