Paso de los Libres (6-2-11): Las declaraciones de la modelo Ingrid Grudke, contratada por la municipalidad para desfilar en la 2ª noche de corsos, al canal local luego de su paso por la pasarela, causaron por lo menos extrañeza a quienes escuchaban las mismas cuando en medio de los agradecimientos a la gente espetaba “estamos RECUPERANDO el carnaval de Paso de los Libres”, haciéndose partícipe de una recuperación que no es tal. Evidentemente la distinción que le efectuará el intendente Vischi al nombrarla Madrina de nuestros carnavales la posiciona para opinar sobre nuestra fiesta mayor sin saber esencialmente que es el carnaval de Libres, que por cierto nadie lo está recuperando goza de muy buena salud desde hace varios años.
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Muy discutido y controvertido es la presencia de estos personajes de la farándula nacional en nuestros carnavales contratados por la municipalidad, gastando los dineros de todos los libreños, ya que no aportan nada a una fiesta que brilla por el trabajo de las agrupaciones y de sus integrantes, que durante meses trabajan y ensayan para darle el lustre merecido que tiene el carnaval de Paso de los Libres y en el cual ningún “espécimen humano”, como los catalogó el Director de Prensa de la comuna y mando el parte a los distintos medios provinciales, tuvo nada que ver. Cabe aclarar también con la noticia difundida por la comuna sobre que las modelos desfilaron en un carro construido al efecto no es verdadera ya que el mismo era el carro principal de la comparsa Zum Zum, de una belleza extraordinaria por cierto, pero no construido para que paseen su humanidad Ingrid, Carolina y Hernán.

Habría que dejarle bien en claro a quienes vienen a Paso de los Libres a ver o a participar, pagados o no, que el carnaval libreño no necesita ningún tipo de RECUPERACIÓN sino de PRESERVACIÓN, ya que la esencia misma está en las comparsas y en la gente de esta ciudad que hacen el carnaval. Sería sumamente interesante poner en un concurso de belleza, de gracia y de simpatía a nuestras reinas y madrinas a competir con las modelos que dicen “vinieron a prestigiar y realzar” a nuestros carnavales. El resultado está cantado son las libreñas las que pueden prestigiar cualquier fiesta en cualquier parte del país.

El pago a los modelos Ingrid Grudke, Carolina Baldini y Hernán Drago es un secreto guardado a siete llaves, junto al Bahiano y de acuerdo a lo que perciben por presentaciones de esta naturaleza supera ampliamente los $ 150 mil, teniendo en cuenta también los gastos de alojamiento y las comidas para todo el séquito de aduladores municipales que rodearon desde su llegada a los contratados. El pago a dichos personajes de la farándula es un tema muy controversial, tanto que hasta los locutores y periodistas municipales ayer manifestaban ante la crítica de oyentes que “la mayoría vino gratis”, para minutos después a un pregunta similar manifestar “no sé bien cuanto cobraron”, dando por cierto que los mismos cobraron algo, aunque el locutor oficial del Intendente sabe perfectamente bien cuanto es el canon pagado tiene la orden de no difundirlo y negar cualquier tema referente a dichos pagos.

La contratación de la Sra. Ingrid Grudke le insumieron a la comuna entre caché, alojamiento, comidas, movilidad y pasajes y algún otro gasto efectuado por su conexión local, algo cercano a los $ 70 mil, aunque tanto la modelo como las autoridades libreñas lo quieran negar para no evidenciar el contraste en gastos superfluos y lo entregado a las agrupaciones, tan solo $ 120 mil. Hablando de gastos también hay que tener en cuenta lo invertido por el municipio en fuegos artificiales adquiridos a un comercio local más de $ 50 mil, bonito por cierto la pirotecnia municipal.

Pero “la culpa no la tiene el chancho, sino quien le da de comer” y en este caso las modelos contratadas están cobrando por su trabajo, mostrarse y hablar bien de su contratante, aunque si primara el sentido común no opinarían sobre la RECUPERACIÓN de los carnavales.

El carnaval libreño goza de excelente salud, aunque desde la comuna se lo quiere elitizar desnaturalizando totalmente lo poco que le quedaba ya de popular, cabe aclarar por cierto y haciendo honor a la verdad que la millonaria inversión efectuada en el alquiler de las tribunas y demás infraestructura lograron que se pudiera estar más cómodo y darle otra vista al sambódromo, aunque lo prohibitivo de los precios llevó a que en ninguna de las dos noches se superara el 70 % de su capacidad, dicho esto por los propios periodistas municipales, y teniendo en cuenta que la capacidad total es de 7800 personas, no hubieron más de 5500 personas, de hecho en las fotos distribuidas por la propia Dirección de Prensa municipal, se pueda apreciar un sector de tribunas casi vacío y los bares y camarotes no llenaron su capacidad, lo único colmado fue el palco oficial. A modo de comparación el año anterior hubo noches que se superaron las 9 mil personas, aclarando por cierto que estaban dentro de sambódromo también los integrantes de las agrupaciones, lo que este año se les impidió otorgando tan solo 250 entradas para una sola noche.

El sábado venidero Momo dará su último grito en nuestra ciudad y por ende tal vez vaya más gente, pero definitivamente lo más grande que tiene el carnaval libreño es ese espíritu que vive en los protagonistas, que no son tan solo quienes desfilan, sino los padres, los carroceros, los artistas, las costureras, los herreros, en fin todo un conjunto de ciudadanos que están viendo este año la serie de inconvenientes que trajo esta municipalización que para lo único que sirvió fue para que cuatro vivos llenaran sus bolsas a costa del trabajo de toda una comunidad, y vuelvo sobre el principio a nuestro carnaval Sra. Grudke no hay que recuperarlo, hay que preservarlo, porque a las manifestaciones populares y culturales hay que preservarlas en su esencia, sino pierden identidad, como les ocurre a todos estos muchachos, nuevos yupies, que quieren cambiar todo lo que encuentran en aras de un mercantilismo obsceno.
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Domingo, 6 de febrero de 2011