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Política
Ante la Asamblea General de la ONU, la Presidenta definió a la crisis financiera como “el efecto jazz"
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Miércoles, 24 de septiembre de 2008

Cristina Fernández de Kirchner dijo ayer en Nueva York que no se puede hablar del "efecto tequila, caipirinha o arroz, sino de "el efecto jazz”, que va desde el centro de la primera economía y se expande a todo el mundo" y criticó la “economía casino”.

Cristina Fernández de Kirchner dijo ayer en Nueva York que no se puede hablar del "efecto tequila, caipirinha o arroz, sino de "el efecto jazz”, que va desde el centro de la primera economía y se expande a todo el mundo" y criticó la “economía casino”.
. Reclamó a Irán que permita juzgar a los acusados del atentado de la AMIA. “La aceptación de este pedido sin lugar a dudas, contribuirá a dar verdad para todos".
. Instó a Gran Bretaña a que se siente a discutir sobre la situación de las islas Malvinas, porque es "una vergüenza" que exista "un enclave colonial en el siglo XXI".
. Revindicó la lucha por los Derechos Humanos como política de Estado.
. Abogó por la "multilateralidad" en oposición al unilateralismo.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner reivindicó la intervención del Estado en la economía de los países, al señalar que la crisis financiera de Estados Unidos es "una oportunidad histórica para revisar comportamientos y políticas" y reafirmó que Argentina llevó a cabo una estrategia "correcta" desde 2003.


Cristina dijo que hoy no se puede hablar del "efecto ’tequila’, ’caipirinha’ o ’arroz’, que siempre denotaba que la crisis venía de los países emergentes hacia el centro" y recordó que había propuesto un nombre para la crisis actual: "el efecto ’jazz’, que va desde el centro de la primera economía y se expande a todo el mundo".

Al hablar ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, la mandataria hizo un nuevo llamamiento al Reino Unido para "negociar en paz" la soberanía de las Islas Malvinas, en tanto que reclamó a Irán que los ciudadanos de ese país involucrados en el atentado contra la AMIA puedan ser juzgados en Argentina en un proceso "público y transparente".

La Presidenta también abogó por la "multilateralidad" en oposición al unilateralismo, y en ese sentido mostró como ejemplo el apoyo al proceso democrático de Bolivia brindado por todos los países de América latina nucleados en la Unasur.

En el primer discurso de una presidenta argentina en ese organismo, del que participan 192 estados miembros, la jefa de Estado habló durante 15 minutos y repasó los temas de la agenda internacional: derechos humanos, Malvinas, atentados contra la embajada y la AMIA, y el pedido de reformulación de los organismos multilaterales.

Los párrafos más salientes del discurso de Cristina -que habló luego de los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Estados Unidos, George W. Bush; y Francia, Nicolas Sarkozy, entre otros- rondaron sobre la crisis financiera internacional y la asistencia por 700 mil millones de dólares que el gobierno de Estados Unidos propuso para hacer frente a la crisis.

"Se nos dijo a los países de América del Sur durante la vigencia del Consenso de Washington que el mercado todo lo solucionaba y que el Estado no era necesario", señaló.

"Sin embargo se produce la intervención estatal más formidable de la que se tenga memoria desde un lugar donde nos habían dicho que el Estado no era necesario, en el marco de un fenomenal déficit fiscal y comercial", expresó Cristina.

En tanto, reiteró que "no nos pone alegres esta situación" de crisis financiera mundial y consideró que "es una oportunidad histórica para revisar comportamientos y políticas". En contraste, expuso la situación de la economía argentina que, "de seguir creciendo este año como lo viene haciendo desde el 2003, cumpliría el ciclo de crecimiento económico más importante de sus casi 200 años de historia".

"He sostenido siempre la necesidad de la presencia de un Estado, porque el mercado no asigna recursos a los sectores más vulnerables y porque concebimos al Estado como un articulado entre los intereses de la sociedad y del mercado", defendió y agregó que "ha sido correcta la estrategia "que siguió Argentina desde 2003.

En ese marco, consideró "imprescindible una revisión, con mucho ejercicio de humildad intelectual, de lo que está pasando en los mercados y cuáles son las soluciones" y dijo, con una cuota de ironía, que la "gran ventaja" de Estados Unidos, con la que "no contamos los países emergentes, es que no vendrá una calificadora de riesgo ni el FMI a decir lo que tiene que hacer este gran país".

Tal como lo hizo ayer, la Presidenta volvió a criticar la "economía de casino o de ficción", en la que "se ha creído que el capitalismo solo puede producir" y sostuvo que "el dinero solo no produce más dinero, sino que tiene que pasar por el circuito de la producción, bienes, servicios, para que pueda generar bienestar a la sociedad".

En otro tramo del discurso, Cristina volvió a mencionar la necesidad de la reformulación de organismos como las Naciones Unidas, así como los de crédito, para "reconstruir la multilateralidad que se ha perdido y ha tornado el mundo más inseguro" y con el objetivo de "poderle dar funcionalidad, operatividad y resultados" a estos organismos.

Destacó además el "ejercicio de la multilateralidad" del UNASUR, que integran los países de América del Sur, que pudo dar "testimonio en este último tiempo de cómo se reconstruye la multilateralidad a pesar de las diferencias de enfoque y visión que podemos tener los distintos gobiernos de la región".


"No es un discurso de ocasión, sino una profunda convicción y una construcción política objetiva que tiene resultados en los países que se nombran como emergentes, y que somos capaces de dar ejemplos de construir multilateralidades para la superación de conflictos", añadió.

En ese sentido, Cristina puso como ejemplo la reciente reunión en Chile por la situación que vivió Bolivia, donde se respaldó el gobierno democrático de Evo Morales, o la anterior reunión del Grupo Río en la República Dominicana, donde se "logró encausar una conflictividad que en otro momento hubiera derivado en un hecho armado" entre Ecuador y Colombia.

Finalmente, al dirigirse a los hombres y mujeres gobernantes de los países miembros de la ONU, la mandataria abogó por una "transformación de la política a nivel internacional" y pidió "revisar comportamientos y paradigmas, y aceptar con humildad que es necesario construir un mundo diferente al que hemos tenido hasta ahora".


Miércoles, 24 de septiembre de 2008

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