Tras anunciar que no se presentará a la interna radical que él mismo propuso para el 30 de abril, Ernesto Sanz se recluyó en Santa Fe e ignoró los homenajes a Alfonsín y, por si fuera poco, dejó de ser respetable para Techint, la multinacional argentina que apostó siempre a su proyección presidencial

En la compañía se desató una crisis por su retiro de la competencia electoral y el fusible fueron los asesores políticos que trabajan para la dupla Paolo Rocca y Luis Betnaza, el alfil político de la empresa.

Betnaza estaría evaluando reconsiderar ese asesoramiento que incluye a dirigentes, periodistas, economistas consultores y operadores, a quienes responsabilizan de hacerlos dar pasos en falso.

Ese grupo los demoró a enfriar la elección del presidente de la UIA, al considerar que en marzo se iba a poder endurecer la conducción de la central fabril.

A esa lectura le siguió la creación de la candidatura de Sanz para abril con una fuerte inversión en su campaña. Ahora evalúan sobre la conveniencia de acompañarlo en el camino que trazó hacia la interna abierta del 14 de agosto, donde nadie le ve chances de triunfar.

Tras claudicar de la interna, Sanz continuó su campaña como si nada hubiera ocurrido y desapareció ayer de todos los actos oficiales por el segundo aniversario de la muerte de Raúl Alfonsín.

No fue ni al cementerio de Recoleta ni a Chascomús y en ambas ceremonias participaron activamente Ricardo Alfonsín y Julio Cobos, que dio señales de no estar a gusto con el escenario electoral. Insólito tratándose del presidente del Comité Nacional, de donde sólo tiene una licencia.

Sanz se excusó con su agenda de campaña, que continuó en Santa Fe, donde fue a la Universidad del Litoral y repitió a quien le preguntó que sigue en campaña electoral. Apoyó la candidatura a la interna del Frente Cívico del intendente local, el radical Mario Barletta.

El mendocino tampoco apareció hoy por el Comité Nacional, donde la Junta Electoral decidió que por su retiro el candidato a presidente era Ricardo Alfonsín.

Con Sanz de licencia, el partido quedó a cargo de Ángel Rozas, vicepresidente primero, quien seguramente liderará el próximo jueves un encuentro con las autoridades de todas las provincias con el objetivo de proclamar a Alfonsín como único candidato y abocarse únicamente a la demorada conformación de un frente progresista.

La historia pareció desmoronarse por completo para el senador mendocino: a la presidencia del Comité llegó por acuerdos de alfonsinistas y cobistas, que se pelearon hasta último minuto para definir el resto de las autoridades.

Sanz primero mantuvo una posición equidistante que resignó al mezclarse en el Movimiento de Renovación Nacional (Morena) creado por Alfonsín como punta de lanza de su campaña presidencial. Este año abandonó ese espacio por su candidatura y desafió al diputado a una interna, de la que ahora se excluyó.

Sábado, 2 de abril de 2011