Por Gabriel Link
En la noche de ayer, miércoles 22 de junio, Paso de los Libres asistió azorada, como por los micrófonos de FM Argentina se ratificaba públicamente lo denunciado el viernes anterior por FM Sur, en tanto que una empleada municipal narraba en los estudios de aquella radio, ante la requisitoria de sus conductores, Ernesto Medina y Fernando Calia, que Griselda Alegre le quita la mitad de su sueldo cada mes. Esto ocurrió apenas un día después que el concejo rechazara “por improcedente” el pedido desesperado de los gremios para que se detenga ésta práctica deleznable de hurtarles la mitad del salario a los empleados contratados. En cualquier lugar del mundo la sola publicación del video hubiese motivado un pedido de juicio político, aquí se rechazó por improcedente y eso fue un hecho vergonzante en sí mismo. Pero la mayor vergüenza se circunscribe, sin dudas, a que apenas 24 horas más tarde la población haya asistido en vivo a la declaración de Laura Gonçalvez confirmando el 100% de lo que decía en el video, que había sido descartado como prueba porque -afirmaban- en él “se la inducía a decir cosas”. ¿Nadie la llamó para chequear que la información fuera veraz?, ¿el video no ameritaba que la citaran para escuchar lo que tenía para decir?

Ladrón/ona: adj. y s. Que hurta o roba.

Hurtar: tr. Tomar o retener bienes ajenos contra la voluntad de su dueño, pero sin hacer uso de la violencia:


Los concejales, a tono con su historia, evitaron el martes que la doctora Griselda Alegre fuera sancionada por lo que, a todas luces, encuadra en la comisión de un delito. El hecho había sido denunciado días atrás por FM Sur y luego replicado por otros medios, en el video difundido por nuestra emisora (su audio) y más tarde publicado por nuestra página web, la empleada municipal Laura Gonçalvez asegura que Alegre la obliga (como condición para mantener su cargo) a entregarle el 50% de su sueldo. La declaración de Gonçalvez, a pesar de haberse hecho pública en varios medios (sin que fuera desmentida por la edil), fue desechada como prueba por el concejo deliberante, al tiempo que ninguno de los fiscales reclamó el video, lo cual deja claro que tanto el poder legislativo como el judicial son partícipes necesarios del vaciamiento que está ocurriendo en el municipio, puesto que ni los unos ni los otros actúan en el sentido prioritario de sus múltiples funciones, el control del estado.

La pregunta que el cronista se hace cada vez que el fracaso tiñe la ilusión de los pocos que nos atrevemos a denunciar la corrupción reinante en Paso de los Libres es, ¿Cuál es el límite?. Evidentemente estamos lejos de descubrirlo, pues, no hay castigos para los que delinquen y ante eso la impunidad reina. El intendente ya acumula al menos siete denuncias penales en su contra y sin embargo no posee ni un solo auto de procesamiento, nadie parece tener dignidad, ni representantes, ni fiscales, ni jueces; todos priorizan sus conchabos políticos o judiciales antes que el bien común, y con sus silencios e inacciones envalentonan a los ladrones, que siguen adelante sin mirar a los lados, sabiendo que ningún funcionario les pondrá piedras en el camino. Roban (o hurtan) a plena luz del día, no se esconden ni disimulan, parecen una plaga de langostas, plenas de avidez, que pretenden comer hasta reventar, sin que les importe mucho a quien le quitan que cosa.

Afirmar que Griselda Alegre es la única que ejerce éstas prácticas es tan disparatado como inocente, tomárselas exclusivamente con ella sería al menos de estúpidos o de cómplices pues todos los funcionarios de fuste de éste gobierno municipal participan de la fiesta. Todos ellos cambiaron drásticamente su tren de vida desde que están en la función pública, y el ciudadano medio está acostumbrado a ver como mejora la vida de los políticos, pero esto ya es una exageración. Hurtarles la plata de la comida a personas que ganan 700 u 800 pesos es demasiado vil, demasiado rastrero.

Y no solo los ladrones deben ser observados, quienes evitan su responsabilidad de controlarlos o de exponerlos son tan parasitarios y tan desaprensivos como los ladrones, muestran tanta ingratitud hacia el pueblo, por haberlos elegido, como la que muestran los ladrones; concejales, jueces y fiscales juegan el mismo juego que los ladrones, cada uno en su rol, pero todos son engranajes de la misma máquina trituradora de ilusiones y devoradora de dinero. Dinero que es utilizado para comprar autos de lujo, barcos, caballos de carrera o propiedades, de las que pocos saben, pues ese dinero sirve también para comprar periodistas corporativos que tapan arteramente los delitos cometidos.

Éste martes los concejales libreños se perdieron la oportunidad de demostrar que quienes los criticamos estamos equivocados, nuestros representantes volvieron a probar que los equivocados son aquellos que cuestionan nuestras críticas, reincidiendo en sus actos vacíos de buenas intenciones, llenos de complicidad y falta de compromiso. El concejo es una parodia de lo que debería ser, es apenas un grupo de hombres y mujeres con mucha ambición y pocos escrúpulos, más preocupados por taparse entre ellos y guardar las formas que por cumplir el cometido para el que fueron votados y por el que cobran muy buen dinero. “Espíritu de cuerpo” le llaman a esa complicidad.

Lo cierto es que la denuncia penal contra la concejal Alegre, que fuera radicada por el secretario general de ATE, Rubén Ojeda, en sede judicial, será ampliada en las próximas horas, puesto que un Escribano Público certificó con un acta que la declaración de Laura Gonçalvez es real y que fue realizada por su propia voluntad. Lo que no hicieron los políticos lo volvemos a hacer los periodistas. A ningún concejal se le ocurrió que escucharla podría aportar algo, ningún fiscal pidió el video, ¿la llamará a declarar el juez que atienda la causa?.

Nota de Redacción: la propia Griselda Alegre fue quien sin la menor vergüenza, junto a la Concejal Mónica Obregón, quienes entregaron las llaves de viviendas del INVICO a sus propios hijos, curiosamente seleccionados entre 2000 aspirantes a las mismas.

Jueves, 23 de junio de 2011