Por Gabriel Link
Sectores internos del Partido justicialista local se resisten a cerrar alianza con el Partido de la Victoria, de Beto Hantouche, y así, reflejar en Libres la tendencia que se da en todo el país, uniendo los partidos kirchneristas para conformar el Frente para la Victoria. Cansado del “franeleo” peronista el “atlántico” avisó -tropas adentro- que no espera más y comenzó a delinear su lista, en la que se destaca Esteban Arias, y que llevaría en lugares preponderantes, a integrantes de La Cámpora y del espacio político de Alicia Kirchner, Colina.

Se acerca el cierre de las alianzas y el partido Justicialista sigue luchando contra sí mismo, la joven comisión todavía no se terminó de acomodar y ya está sumergida en una pelea intestina que podría determinar un nuevo fracaso electoral. Si bien el presidente Yardín expresó siempre que es “frentista” las cosas no terminan de facilitársele desde dentro del partido y el parto le viene de cola.

Candidatos que no quieren correrse de los lugares estipulados internamente; dirigentes que nunca terminaron de asimilar la imposición de las figuras de Yardín-Jouliá y entonces utilizarán cualquier coyuntura para expresar su descontento; y hasta sectores más cercanos a Vischi que al Kirchnerismo atentan contra una alianza que se da en el país entero y que en Libres, posiblemente no podrá verse. El Frente para la Victoria.

Algunos apuestan a que la alianza se terminará cerrando en Corrientes, a última hora con un arreglo de cúpulas provinciales, algo que para el PJ sería lapidario en rigor de la construcción autónoma que el partido requiere para fortalecerse como opción de gobierno, y que por propia incapacidad no se consigue desde la muerte de Sanabria.

El Partido Justicialista no es una agrupación oportunista, ni un partido provincial que se monitorea desde Corrientes, es el partido más importante del país, es el brazo político de un movimiento férreo y verticalista que requiere de líderes fuertes para funcionar plenamente, pero pareciera que su dirigencia permanece en una lucha interna, decadente e infructuosa, que permitió que la UCR se adueñara de la escena política, en lo que supo ser “la capital del peronismo correntino”.

Nadie le arregla las alianzas al radicalismo local (que se parece mucho más al PJ que el PJ libreño mismo), Vischi jamás permitiría que alguien se inmiscuyera en su armado, pues sabe perfectamente que eso lo debilitaría políticamente. Pero el peronismo sigue diciendo gre-gre… y Gregorio no aparece.

Ante la falta de respuestas Beto Hantouche, quien se sintió “ninguneado” en el acto de Carumbé, decidió no esperar más. “Se terminó, si no son capaces de hablar de frente no vale la pena hacer la alianza, que vayan por su lado y que Dios los acompañe” dicen que dijo el “atlántico” en una reunión con su gente, en la que comenzó a delinear la lista del partido de la Victoria.

“Beto viene dialogando con gente de Colina para que integre nuestra lista y le ofreció un lugar concreto a los muchachos de La Cámpora, que son los dos sectores que mejor representan en Libres el pensamiento nacional que nosotros buscamos encarnar desde nuestro espacio, y a pesar de que siempre se mostraron renuentes a integrar las listas somos optimistas, acá no hay ´aparato´, que, creo es lo que siempre los acobardó a ellos, somos apenas un grupo de gente laburante, que no vive de la política y que se ve representada en un 100% por el modelo que encarna la presidenta, y es eso lo que queremos poner a consideración de la gente el 18 de setiembre”, aseguró alguien del entorno de Hantouche, “miramos a La Cámpora y a Colina porque ahí es donde encontramos gente a la que le apasiona la política sin pensar en la plata que la política pueda llegar a dejarles”, agregó el dirigente.

Pero la falta de acuerdos coyunturales no parece ser el principal problema de los peronistas, puesto que, de confirmarse la no conformación de la alianza, no son pocos los dirigentes justicialistas que, con el solo afán de debilitar a la conducción actual, optarían por apoyar al Partido de la Victoria, por más que esto signifique una ruptura del acuerdo “atado con alambres” que se dio a principios de año para evitar la interna partidaria.

El PJ libreño tiene por delante una semana movida, que hasta puede tornarse en determinante para su futuro político, el lunes se inscriben las alianzas y el partido parece perderse otra chance de construir poder y centrar su objetivo en el 2013, ¿seguirá el peronismo decretando sus propias derrotas o lograrán sus conductores vencer el miedo al poder que padecen desde hace una década?


Jueves, 14 de julio de 2011