Por Gabriel Link
A la hora del análisis político todo el mundo coincide que el gran perdedor de la jornada de ayer fue el intendente Vischi, quien, con sus 12 o 15.000 bolsitas y más de 300 vehículos (se estima que sus autos “acarrearon” a más de 7.000 personas) apenas logró superar los 3.000 votos, lo cual muestra un verdadero papelón electoral del intendente. El espejo le mostró a Vischi la peor cara, la de la derrota, con guarismos muy similares a los de la última elección. Solo que al revés, la parte del león, esta vez... fue para los buenos.
NR: La foto sonriente es de antes del resultado electoral

El resultado alcanzado en la elección de ayer demuestra que Cristina es imbatible en Corrientes y, superando incluso las expectativas, ganó de manera inapelable, logrando atravesar los más aceitados “aparatos” radicales, tanto Vischi como Osella en Goya perdieron por escándalo. Ambos intendentes, “estrellas” del radicalismo vernaculo, quedaron ayer en ridículo frente a la opinión pública que no termina de comprender la elección y de su gobernador quien todavía no logra entender bien que les pasó a sus “chicos malos”. Osella y Vischi son los principales culpables de la catástrofe radical, son quienes conducen los dos distritos más grandes y ambos ganaron sus elecciones hace menos de dos años con porcentajes superiores al 70%.

En una demostración de poder similar a la goyana Vischi entregó ayer entre 12 y 15.000 bolsitas (a razón de 4 o 5 por voto), sacó a la calle más de 300 autos con el “trébol de la buena suerte” y apenas logró aportarle al candidato radical algo más de 3.000 votos. Evidentemente el “aparato” municipal fue utilizado por el pueblo como una suerte de servicio público, sin costo y hasta con beneficios sustantivos para los usuarios, al bajarse le entregaban un souvenir. Y el pueblo utilizó ese servicio eventual para votar a quien tuvo ganas de votar. Está más que claro que Peteco ayer acarreó gente para Cristina, y no poca gente, sus autos trasladaron a más de 5.000 votantes “K”. Esta vez, el jodido fue el jodedor!

Peteco perdió ayer mucho más que una elección, perdió esa facilidad que mantuvo hasta 2009 para infundir miedo sobre el electorado pobre, a quienes con unas chapas o una indigna bolsita de comida lograba presionar hasta lograr el objetivo. Fue así que logró los impresionantes 15.000 votos que lo llevaron a la reelección.

¿Qué pasó entre aquellos 15.000 votos de hace apenas dos años y estos vergonzantes 3.000?. Pasaron dos cosas, la Asignación Universal por Hijo y la Jubilación Universal. Dos simples medidas adoptadas por el gobierno popular de Cristina Kirchner, que en 2009 todavía no tenían incidencia suficiente en el electorado como para torcer la historia, hasta ese momento una bolsita, diez chapas y un colchón hacían la diferencia entre la gente más pobre. Hoy ya no, hoy esas cosas ya no le cambian la vida a las familias más desprotegidas, y no se las cambia sencillamente porque sus vidas ya cambiaron, y sus vidas ya cambiaron justamente porque ya no son familias desprotegidas. Hoy el estado se encuentra en el lugar en que debe estar, no subsidiando -como dicen radicales y duhaldistas- sino compensando décadas de abusos y desfalcos, décadas en que el estado intervenía solo para quitarles a los pobres y darles a los ricos, hoy esa ecuación se invirtió y la gente se dio cuenta, pero además de darse cuenta el pueblo ya no se siente abandonado y por tanto, al sentirse respaldado no se deja presionar, sigue agarrando lo que le den, y lo bien que hacen, todo eso es de ellos, solo que sin aceptar ningún condicionamiento.

Si bien es cierto que ayer no estaba la figura de Vischi en la boleta esa excusa se pierde en lontananza cuando se observa la abismal diferencia entre un resultado y otro. Está claro que no puede esperarse que el intendente arrastre para otro lo mismo que arrastrá para sí, pero tampoco es lógico que Vischi haya perdido “todo” el manejo del aparato radical, y eso es lo que quedó reflejado ayer, pues la estructura movida por el jefe comunal es la misma que la aplicada en 2009 para su reelección, con lo cual, podía esperarse que hubiera una merma, pero no de ésta dimensión.

Se sabía que la UCR tendría una mala performance en los sectores medios de la sociedad libreña, pero nadie esperaba que el golpe fuera tan artero y mucho menos que la gente “acarreada” por el intendente agarrara la bolsa y votara a Cristina.

El FpV le ganó al radicalismo de manera inapelable, casi sin gastar plata, no tenía bolsitas y sacó a la calle la mitad de los autos que tenía su rival, así y todo quintuplicó el resultado de la UCR, lo que infiere que también le ganó en la clase media. Pero eso no fue lo más llamativo de la elección de ayer, el duhaldismo, sin poner siquiera un solo auto en la calle consiguió casi la misma cantidad de votos que el intendente Vischi, y lo hizo sin nada… ¿Cómo se explica que Peteco perdiera también en los sectores medios?.

Evidentemente el libreño medio perdió la fe en su gobierno, el pueblo creyó en Peteco, lo apoyó desde el principio y hasta le ofreció su voto para que se reeligiera, sin embargo los años pasaron y nada cambió en Libres, el gobierno comunal apenas dejó ver la clásica “cosmética” radical, no hubo un solo cambio estructural importante que pudiera traerle beneficios a la sociedad, la obra pública es escasa y de mala calidad, las calles jamás estuvieron tan sucias ni tan rotas como actualmente y los servicios son cada vez más deficitarios. A eso se le suma la increíble opacidad de una administración cerrada y corrupta, basada en la impunidad que le garantiza un concejo sumiso y anodino que no ofrece las respuestas que niega el gobierno ni los controles que establece la carta orgánica municipal.

La política libreña está en crisis, y el electorado envió un fuerte mensaje al corazón del gobierno conservador, en el sentido de “Nos gusta como se gobierna el país, y vemos que ustedes son el polo opuesto a lo que se observa en Buenos Aires”. Evidentemente el ataque a una radio y la denuncia realizada por nosotros sobre el robo del 50% del sueldo a muchos empleados municipales por parte de funcionarios y concejales, entre quienes se encontraba hasta la presidenta de la UCR caló hondo en el electorado libreño. Peteco no supo meter guadaña a tiempo en el gabinete municipal ni en el comité partidario, tampoco quiso cambiar sus métodos de acción y comunicación, y ayer pagó las consecuencias.

Una curiosidad, Cristina ganó con el 63% en una provincia gobernada por radicales, y, paradójicamente logró más votos en los municipios gobernados por intendentes radicales que en los que tienen gobiernos peronistas, creo que el pueblo correntino les está diciendo a todos sus gobernantes que no le gusta lo que está pasando, en mayor medida se lo expresó a los radicales, pero también lo hizo con los peronistas; el mensaje fue lacónico, “el país está cada vez mejor, ustedes están cada vez más ricos y nosotros no recibimos beneficios sustanciales de esas mejoras”.

Para el final una reflexión para el PJ local, están haciendo las cosas bien, por primera vez en la última década se ve cierta homogeneidad en las líneas internas y muy buenos candidatos para octubre, pero no cometan el error de creer que ustedes ganaron la elección de ayer, si creen eso, en lugar de montarse sobre el triunfo para recién “comenzar” a construir poder… septiembre los va a tratar tan mal como los trató hace dos años, cuando el espejo primaveral le mostró a Vischi su mejor perfil y lo cubrió de pétalos. Por eso les recomiendo a mis amigos peronistas que no recreen errores viejos, piensen que tienen en Cristina a la mejor candidata que podrían imaginar para octubre y en Fabián Ríos al próximo gobernador de Corrientes, y recuerden cada día una frase que grafica perfectamente estos hechos políticos y que el intendente no tuvo la destreza de aprender: “Los muertos que vos matáis gozan de buena salud”.


Martes, 16 de agosto de 2011