La historia de la tierra se encuentra “escrita” en las rocas y es el desafío del geólogo poder interpretarla. Qué es la geología
La demanda de expertos en Geología supera largamente a la oferta en Argentina. Actualmente, los escasos geólogos son absorbidos en su mayoría por empresas privadas de minería, petróleo y otras áreas, como los estudios de recursos naturales y medio ambiente. Pero investigadores del Conicet advirtieron que el país no advierte la importancia de apostar a la ciencia y el conocimiento a la hora de potenciar un crecimiento genuino.
La geología es el estudio de la Tierra, de su origen y evolución a través del tiempo; de su composición; forma y tamaño; de los procesos que tienen lugar dentro de ella y en su superficie; del origen y evolución de los seres vivos, etc. La historia de la tierra se encuentra “escrita” en las rocas y es el desafío del geólogo poder interpretarla. HOMENAJE A DOS GRANDES GEÓLOGOS EL DOCTOR EGIDIO FERUGLIO Egidio Feruglio se doctoró a los veintidós años en Ciencias Naturales, en Florencia y luego fue designado geólogo en la oficina Hidrográfica y en el Departamento Químico Agrario de Venecia, para pasar poco después a actuar como ayudante geólogo en la Universidad de Cagliari.
Llegó al país en 1925 contratado por Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF). En 1930 ocupó el cargo de Jefe del Grupo Geológico del Golfo San Jorge, en el que permaneció hasta 1941, pasando luego a la Universidad Nacional de Cuyo para asumir la dirección del Instituto del Petróleo.
A principios de 1927, por resolución del entonces Director General de YPF, General Enrique Mosconi, le fue encargado a Feruglio, la “Descripción Geológica de la Patagonia”. Dicha descripción fue redactada durante su permanencia en la Universidad Nacional de Cuyo, entre 1940 y 1945, y posteriormente durante la realización de otros viajes al interior de Chubut y Santa Cruz, siendo finalmente editada en enero de 1949.
El Doctor Egidio Feruglio, a través de su trabajo “Descripción Geológica de la Patagonia”, difundió en las esferas científicas del país, en los centros universitarios y en las instituciones especializadas del exterior, los resultados de la labor realizada junto a otros geólogos de YPF en largos años de estudios sobre el terreno.
Su trabajo refleja la actuación de un estudioso colaborador de YPF, cuyas investigaciones y comprobaciones complementan y perfeccionan la labor de los esforzados exploradores que se dedicaron al estudio de la Patagonia, desde el esbozo de Darwin en el primer tercio del siglo XVIII y las excursiones iniciales de Ameghino a fines del siglo XVIII, hasta los trabajos cumplidos por los investigadores que desde entonces al presente han proseguido en su incesante labor de cultores de la geología. Extractado de: Prólogo de “DESCRIPCIÓN GEOLÓGICA DE LA PATAGONIA” Tomo I. Enero de 1949.
Alférez de Navío JOSE MARIA SOBRAL Nació en Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos, el 14 de abril de 1880. Perteneció en su juventud a la Marina de Guerra y alcanzó el grado de Alférez de Navío.
Conocemos al Alférez de Navío José M. Sobral principalmente por su extraordinaria hazaña Antártica, que convierte su figura en un símbolo de nuestra soberanía. Cuando el explorador noruego Otto Nordenskjöld realizó su expedición al continente Antártico, José M. Sobral fue destacado por el Ministerio de Marina y fue el único argentino que compartió casi dos años las penurias y aventuras de los expedicionarios. En 1904 resumió esos hechos en el libro “Dos años entre los hielos”.
Los tres científicos que convivieron con él en la Antártida, pertenecían a la famosa y centenaria Universidad de Uppsala, que marchaba a la cabeza, justamente, de los estudios geográficos, geológicos y mineralógicos.
Cuando quedaron apresados por los hielos antárticos, los náufragos fueron rescatados por la corbeta “Uruguay” y llegaron a Buenos Aires el 2 de diciembre de 1903. Luego de que pasó la euforia del rescate y recibimiento de la corbeta, Sobral pidió la baja de la Armada y se dirigió a Suecia, a estudiar a Uppsala. El entonces Alférez Sobral formó allí su hogar y se graduó en filosofía en 1913, se especializó en ciencias geológicas.
Al regresar al país después de diez años de ausencia, prestó servicios en Yacimientos Petrolíferos Fiscales como geólogo. Su extraordinaria preparación lo llevó a ocupar la Dirección de Minas y Geología de esa Institución desde 1922 a 1930, jubilándose en YPF en el año 1936.
Desde 1940, José M. Sobral realizó una magnífica obra de divulgación Antártica, despertando el interés de los argentinos para que fortalecieran sus derechos e investigaciones en el sexto continente. Su obra escrita es muy valiosa, constituyendo uno de los más completos estudios técnicos en geología, mineralogía y petrología. Uno de estos trabajos: Problemas hidrográficos de los Andes Australes, publicado en 1921, es un extraordinario enfoque de los problemas de límites con Chile.
En Suecia su labor fue reconocida. Un mineral nuevo, fue bautizado “Sobralit”, inmortalizando su nombre, con una distinción que sólo se otorga a las grandes eminencias científicas.
Es indudable que sin la hazaña Antártica que lo exaltó a la posteridad, la personalidad científica de Sobral, por sí sola, tiene relieves que lo hacen digno del bronce y del recuerdo agradecido de sus compatriotas y de los científicos de todo el mundo. Era un sabio de relieve internacional. Murió en Buenos Aires el 14 de abril de 1961.
Fuente: Material cedido por la Biblioteca de Infantería de Marina de Río Gallegos
Lunes, 9 de junio de 2008