En el seleccionado argentino jugaron todos -Messi, Higuaín, Pastore y Ricky Álvarez-, pero los aplausos se los llevó Clemente Rodríguez. Bolivia ganaba 1 a 0 por un error garrafal de Demichelis en el comienzo del st, pero Pocho Lavezzi decretó el 1 a 1 final.
El elenco argentino comenzó mal ante un rival que acumula dieciséis partidos sin victorias, y terminó del mismo modo. Lógicamente, el juicio dependía de cuán alta fuera la expectativa en la previa. Al máximo. En el once inicial estaban todos. Ciertamente, lo acontecido resultó lógico ya que la parte ofensiva del equipo dirigido por Alejandro Sabella necesita de minutos para conocerse. Sus cuatro cartas de ataque nunca habían compartido un terreno de juego.
Entonces, claro, el inicio costó como pocas veces. El cuarto de hora inicial encontró a los dueños de casa con una última línea firme en las cercanías de Sergio Romero. Esa firmeza de la que se habla se refiere puntualmente a dónde se acomodaron Zabaleta, Burdisso, Demichelis y Clemente Rodríguez, no a la solidez que ofrecieron. Un solo delantero rival, en este caso Martins, alcanzó para desnudar las falencias del bloque defensivo albiceleste.
En la mitad de la cancha, a Ricky Álvarez le costaba encontrar su posición. El juvenil surgido en Vélez Sarsfield entró en la convocatoria por la ventana y, de la noche a la mañana, se ganó la titularidad. Su participación le guiñaba un ojo a la ilusión, más cuando uno podía imaginarlo juntándose a tocar en corto con el propio Messi y Pastore. Pero no ocurrió, a tal punto que se retiró de la cancha en el segundo tiempo.
En ese lapso, la única jugada que acarreó peligro sobre el arco defendido por Carlos Arias fue obra y gracia del crack rosarino que milita en Barcelona. Una apilada por el centro del ataque terminó con un fallo polémico del juez Vera. Un defensor visitante chocó a La Pulga, mientras que el balón resultó para Javier Pastore, quien había definido cruzado al gol, pero el árbitro decidió retrotraer la jugada y sancionar foul. Inédito.
Al poco tiempo, otra andada individual pudo abrir el marcador. Fue el ex Huracán y Palermo, actualmente en el PSG francés, quien tras un caño definió con justeza desde la medialuna del área. Una obra de arte que se incrustó en el poste izquierdo, una pena.
La Argentina no era una tromba, bastante lejos de eso estaba. Sin embargo, a partir de ese momento, Ricky se cerró para abrirle paso a Clemente Rodríguez, y el 3 de Boca empezó a hacer de las suyas por la banda izquierda. Marcó pases y obligó a los locales a utilizar el ancho del terreno para luego ser profundos. Comenzó a verse un poco de juego asociado, con Fernando Gago como usina generadora.
De todos modos, cuando se terminaron los 45 minutos iniciales, el saldo dejó más del lado del debe que en el haber. Sin embargo no todo estaba dicho. Apenas comenzada la etapa final, Demichelis y un grosero error acrecentó la columna deudora.
A la salida de un lateral, el zaguero pifió en el control de pelota y Martins aprovechó. Se adueñó de la bocha y pasó entre el propio defensor de Málaga y Burdisso, para definir con violencia ante la salida de Romero. Increíble pero real, 1 a 0 a favor de Bolivia en 10 minutos del segundo tiempo.
La reacción inmediata desde el banco de suplentes local fue hacer ingresar a Pocho Lavezzi en lugar de Ricky Álvarez. Así las cosas, Pastore quedó suelto por detrás de la línea de ataque, con libertad para moverse; al igual que Messi. Adelante, el ex San Lorenzo y Pipa Higuaín.
El cambio dio resultado. Una nueva recuperación de Gago devino en pase a Lio, que hizo extensivo el balón para Lavezzi. El delantero de Napoli acomodó de derecha y remató con la zurda para decretar el empate parcial.
Lo que quedó, sirvió para escuchar el veredicto de la gente. Silbidos desaprobadores a Demichelis, indiferencia con el resto, y ovación para Clemente. Los hinchas valoraron el sacrificio y la rebeldía. Habrá que ver si desde el banco de suplentes se toma nota a futuro.
Sábado, 12 de noviembre de 2011