El bloque regional decidió impedir que los barcos con bandera de las islas recalen en sus puertos en solidaridad con la Argentina, que reclama la soberanía sobre el archipiélago
"Estamos muy preocupados por este último intento de la Argentina para aislar a la población de las islas Falklands (denominación británica de las Malvinas) y dañar sus sustentos, que no tiene ninguna justificación", declaró el ministerio británico de Relaciones Exteriores.
"No está inmediatamente claro qué impacto práctico, si hay alguno, tendrá esta declaración, que refleja el lenguaje ya utilizado por la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) en 2010. Estamos discutiendo esto urgentemente con países en la región", agregó en un comunicado.
El texto remarca: "Pero nadie debe dudar de nuestra determinación de proteger el derecho de los habitantes de las Falklands a determinar su propio futuro político", concluyó la declaración del ministerio.
Los países del Mercosur con costas -Argentina, Brasil y Uruguay- acordaron el martes 20 de diciembre impedir que los barcos con bandera de Malvinas recalen en sus puertos, en la cumbre del bloque que se celebra en Montevideo. La declaración establece que éstos adoptarán "todas las medidas susceptibles de ser reglamentadas para impedir el ingreso a sus puertos de los buques que enarbolen la bandera ilegal de las Islas Malvinas".
Además, aquellas embarcaciones que hayan sido rechazadas por ese motivo en algún puerto de la región "evitarán solicitar el ingreso a otros puertos de los demás Estados parte del Mercosur y Estados asociados, mientras sean portadoras de dicha bandera".
"Quiero agradecerles a todos su inmensa solidaridad con Malvinas, pero sepan que cuando están firmando algo sobre Malvinas a favor de la Argentina lo están haciendo también en defensa propia", aseguró la presidente argentina, Cristina Kirchner, al hacer uso de la palabra para asumir la presidencia pro témpore del bloque regional.
"Malvinas no es una causa argentina, es una causa global, porque en Malvinas se nos están llevando recursos petroleros y pesqueros", sostuvo la mandataria. "Y cuando hay necesidad de más recursos, los que tengan la fuerza los van a ir a buscar a dónde sea y cómo sea", por lo que "estamos defendiendo soberanía y multilateralismo", advirtió.
El presidente José Mujica había anunciado, días atrás, la decisión de Uruguay de impedir el ingreso a sus puertos de buques que utilicen la bandera de las Islas Malvinas, lo que provocó la reacción del gobierno británico, que el pasado viernes 16 convocó al embajador uruguayo en Londres para pedir explicaciones por un hecho que calificó de "potencialmente inquietante".
Antes de la cumbre, Mujica había señalado en una columna publicada en la página web oficial de la presidencia que la decisión era una medida de "solidaridad" con Buenos Aires. "En Unasur (Unión de Naciones Sudamericanas) y Mercosur reiteradamente hemos apoyado las reivindicaciones de Argentina (...). Ello implica, por el momento, considerar de hecho a ese territorio como una posición colonial inglesa en nuestra América, y en consecuencia, no puede reconocerse su bandera", expresó.
La soberanía de las islas Malvinas, situadas a unas 400 millas marinas de la costa de Argentina y ocupadas por el Reino Unido desde 1833, ha sido reclamada con insistencia por la Argentina ante la ONU y otros organismos internacionales. En 1982, el Reino Unido y la Argentina libraron una corta, pero sangrienta guerra por la soberanía de las islas. El conflicto, que duró 74 días, costó la vida de 255 británicos y 649 argentinos, y terminó con la rendición de las tropas argentinas, que habían ocupado el archipiélago austral.
Jueves, 22 de diciembre de 2011