El Millonario comenzó mejor pero al final Boca logró imponer su juego. Blandi, en dos ocasiones, marcó la diferencia. Fue 2 a 0 para el Xeneize.
En el partido más esperado en el fútbol argentino de los últimos tiempos, River salió a la cancha con mayor desesperación. Era, de los dos, el que necesitaba imperiosamente el triunfo; aunque por peso específico, en un Superclásico, los dos precisan la victoria es cuestión de orgullo, de frentes en alto. Sin embargo, habiendo descendido en el último julio a la B Nacional, los Millonarios querían regalarle la alegría a su pueblo. Se lo debían.
De entrada nomás, los muchachos vestidos de blanco con la franja roja cruzada en el pecho pisaron el acelerador a fondo. Habían pasado treinta segundos cuando Agustín Orión tocó con sus manos la primera pelota del partido. Y así ocurrió en forma consecutiva hasta el cuarto minuto de juego, con cuatro situaciones de gol a favor de River. Cavenaghi, Carlos Sánchez y Rogelio Funes Mori, todos tuvieron su oportunidad y no supieron aprovecharla.
Mientras tanto, los dirigidos por Julio César Falcioni se mostraban bien parados en el terreno ante los embates rivales. Sin apuros pese a los sobresaltos. Lo fundamental era apuntalar el bloque defensivo. Sin embargo, luego de esas arremetidas iniciales, el Xeneize consiguió la pelota e hizo cuatro pases seguidos que comprometieron al mediocampo rival.
Nicolás Blandi cabecea al primer gol del partido.
Nicolás Blandi cabecea al primer gol del partido.
La jugada derivo en Pablo Ledesma, que demostrar estar en buena forma, y éste cedió de primera hacia Pablo Mouche, medio metro adelantado. El extremo aprovechó la profundad del campo para ganarle la carrera a Arano y ejecutó un centro exacto, a pedir de Nicolás Blandi. El goleador, en su hábitat, cabeceó al gol, echando por tierra los recursos del arquero Daniel Vega.
Desde ese momento, con la victoria parcial de Boca en la chapa, el encuentro se desdibujó. Los ánimos riverplatenses se caldearon, lo que lógicamente afectó el normal desarrollo del partido. A partir del gol quedó la sensación de un Millonario más vistoso ante un Boca práctico.
Eran los de Núñez, nuevamente, encargados de tomar la iniciativa. Lo intentaron. Fue Chori Domínguez quien levantó la bandera de la remontada, mientras estuvo en cancha. Cuando promediaba la etapa inicial, el delantero devenido en enganche se retiró expulsado. Un foul no cobrado sobre su persona lo sacó de quicio, pegó a modo de venganza y fue amonestado. Protestó cara a cara con el árbitro Diego Aval, lo insultó, y el juez le sacó la tarjeta roja. El partido en Chaco se volvía cuesta arriba para los de la zona norte porteña.
De todos modos, el jugador de más no modificó los planes del campeón argentino. Cedió la iniciativa del juego al rival y se dedicó a remarcarle sus errores.
En el segundo tiempo fue expulsado Facundo Roncaglia y el "xeneize" también quedó con diez. Sin embargo, no perdió la tranquilidad, y en una jugada elaborada desde la mitad de la cancha Nicolás Blandi volvió a marcar ampliando el marcador a los 34 minutos del Segundo Tiempo. Desde allí hasta el final, Boca controló las alternativas del encuentro e incluso tuvo alguna chance para ensanchar la diferencia.
"El que no salta se va a la B" y "Con estos (...) no jugamos nunca más" fueron algunos de los cantos elegidos por los hinchas de Boca para burlarse de River, desde el comienzo hasta el final del partido que se disputó en la provincia de Chaco, ante las 25.000 personas que colmaron el estadio.
FICHA DEL PARTIDO:
Boca: Agustín Orion; Franco Sosa, Rolando Schiavi, Juan Manuel Insaurralde, Facundo Roncaglia; Pablo Ledesma, Leandro Somoza, Nicolás Colazo, Cristian Chávez; Pablo Mouche y Nicolás Blandi. DT: Julio Falcioni.
River: Daniel Vega; Luciano Vella, Jonathan Maidana, Ramiro Funes Mori, Carlos Arano; Leonardo Ponzio, Ezequiel Cirigliano, Carlos Sánchez; Alejandro Domínguez; Fernado Cavenaghi y Rogelio Funes Mori. DT: Matías Almeyda.
Estadio: Centenario de Resistencia, Chaco.
Árbitro: Diego Abal.
Hora de inicio: 22.10
Televisa: Fox Sports.
Jueves, 26 de enero de 2012