El ex gobernador e intendente de Corrientes acusó a la corporación judicial de querer aniquilarlo a él y a su familia. Cargó contra un "Poder Judicial (que) es ?salvando las honrosas excepciones- un casi indestructible encadenamiento de intereses, enlazados a partir de la autodefensa, el entrecruzamiento de vínculos familiares, el reparto indisimulado del poder interno, la hermeticidad de la organización, la eternización de sus mandatos". Lo calificó de "mercado persa" . que dictaminó que Tato "no debe volver, no debe vivir, deben borrarse todos los vestigios de un pensamiento diferente, debe garantizarse que el sistema siga gobernándose con políticos del propio sistema". "Aquí estoy" es la respuesta a la persecución.
TRECE AÑOS DE PERSECUCION: CAUSAS DE UN PROCESO INTERMINABLE
"Como siempre, hoy nuevamente la Justicia ha fallado en contra de Tato, como lo viene haciendo sistemáticamente hace trece largos años".
La Cámara Criminal habría determinado una insólita e ilegal ?unificación de pena?, cuyo significado es, ni más ni menos, que debo ir nuevamente a prisión en causas por las que estuve detenido hace más de diez años.
No es el momento de alegar acerca de mi inocencia, de la que ya casi nadie duda.
Pero seguramente, el ciudadano, la gente común, las personas bien intencionadas, se preguntarán las causas de esta interminable cadena de iniquidades en contra de ?perdón por la inmodestia- quien ha gobernado de cara a los más humildes, de quién no ha transado con los intereses sectoriales y corporativos, de quién ha mantenido una conducta política y personal inalterable en contraste con la transa, los arreglos personales, el travestismo político, el acomodarse al sistema, tan común en estos tiempos.
Y, dicho en breves términos, la razón de este kafkiano trámite de ?ajusticiamiento?, es haber liderado un proceso político que arrinconó a los sectores corporativos privilegiados del sistema y puso en peligro sus intereses mezquinos, aunque ?lamentablemente- no tuvimos el tiempo necesario para neutralizarlos.- Son esos sectores los que han detentado ?y lo continúan haciendo- el verdadero poder en esta Provincia.
Y como soy un ?turco? porfiado, que no da el brazo a torcer por más cárceles y tormentos psicológicos personales y familiares que apliquen, hace largo tiempo han pronunciado la verdadera sentencia: ANIQUILACION HUMANA, PSICOLOGICA Y ECONOMICA PARA TATO.- No debe volver, no debe vivir, deben borrarse todos los vestigios de un pensamiento diferente, debe garantizarse que el sistema siga gobernándose con políticos del propio sistema, que no pongan en peligro los intocables intereses de las sociedades utilitarias.
Y dejando a salvo a honorables y rectos sindicalistas, empresarios, políticos y jueces, debo decir que me estoy refiriendo a las corporaciones empresariales, sindicales, políticas y judiciales.
Hay una en particular, que quizás sea la más poderosa, por las facultades que detenta, por los sólidos vínculos personales y familiares entre sus integrantes, y por el fuerte sentido de pertenencia de sus integrantes: la corporación judicial.
Este grupo de poder, colocó a Tato como su enemigo número uno, y lo sentenció. Los pasos judiciales de estos años, no son sino la ejecución de la decisión.
La Justicia, diseñada a partir de la decisión política de la Intervención Federal, fue conformada íntegramente por quienes son los continuadores políticos de la misma y que hoy ya llevan más de diez años en el gobierno.
De esa manera, el Poder Judicial es ?salvando las honrosas excepciones- un casi indestructible encadenamiento de intereses, enlazados a partir de la autodefensa, el entrecruzamiento de vínculos familiares, el reparto indisimulado del poder interno, la hermeticidad de la organización, la eternización de sus mandatos.
Para colmo, es el único Poder del Estado que tiene facultades para elegir y para remover a sus integrantes. Todo queda en casa. El pueblo no tiene ninguna injerencia, no decide nada respecto a sus Jueces. Una casta irrompible de amigos, familiares, colegas, que por decisión propia o por omisión, conforman una sociedad con reminiscencias medievales, en la que se infiltran, cual mercado persa, espúreos intereses económicos al servicio de sus propios bolsillos.
Hay quien ha dicho acertadamente, que no hay peor dictadura que la ?dictadura judicial?, y eso es lo que hoy pasa en nuestra querida Provincia, con una poderosa organización, indemne al tiempo, que me ha colocado como el enemigo principal, obviamente con el guiño y la complacencia de los políticos del sistema.
No se han detenido nunca, no lo van a hacer ahora, quieren la destrucción de Tato, quitarle la libertad nuevamente después de tantos años, rematarle la casa, arrinconar psicológicamente a su familia.
Debería decir ?basta?, pero no me sale, por eso digo ?aquí estoy?, como antes, como siempre, confiando en Dios que tiene la verdadera vara de la justicia, y no en esta patética organización de la toga manchada, de la venda caída, de la balanza arreglada.
Me mantiene vivo y fuerte, el amor de mi familia, la calidez de mis amigos, y fundamentalmente el acompañamiento de un pueblo que ?votos más o votos menos- guarda en su corazón el recuerdo de otros tiempos, de aquellos en que no se gobernaba para las corporaciones sino para todos, que se atendía al desposeído, al débil, al enfermo, que se hacía verdadera acción social, que se ofrecía la mano abierta y no el puño cerrado.
Ante este nuevo ataque judicial, que pone en peligro inminente mi libertad, no puedo hacer otra cosa que la que siempre hice: hacerles frente, con la mirada puesta en Dios, abrazando a mi familia y sintiendo de modo inmanente la simpatía y el acompañamiento del pueblo humilde.
Podrán intentar aniquilarme personalmente, pero no podrán con la memoria ni con la decisión inclaudicable de continuar la lucha.
Aquí estoy y aquí estaré: la farsa judicial no sirve para sacarme de la política ni del corazón de nuestra gente.
CORRIENTES, 19 de febrero de 2012
RAUL ROLANDO ROMERO FERIS TATO
Lunes, 20 de febrero de 2012