El acto contó la presencia de decenas de “ex soldados” correntinos que estuvieron combatiendo en el conflicto bélico del año 1982. Por primera vez, la Cámara Baja de la Legislatura Provincial testimonió el “agradecimiento de todo un pueblo por el sacrificio y valor” de todos los “veteranos”.
La Cámara de Diputados de la Provincia rindió homenaje a los Ex Combatientes de Malvinas en un marco de profunda emoción y bajo el concepto claro y concreto de “reconocer el valor y sacrificio”, de todos los soldados argentinos, pero especialmente de los correntinos.
La apertura del acto estuvo a cargo del presidente de este Cuerpo Parlamentario Pedro Cassani quien en su alocución destacó la necesidad de testimoniar la “gratitud” de todo un pueblo hacia quienes afrontaron una situación “cruel e injusta” en la que murieron -en forma directa- 649 comprovincianos.
Posteriormente, y tal lo previsto, el catedrático Dardo Ramirez Braschi comenzó su disertación diciendo que “no es fácil recordar los hechos que duelen” para continuar luego con una magistral conferencia donde remarcó “el coraje y la entrega de los correntinos por la Patria”.
Finalizó su exposición arengando “gloria y honor para los veteranos de Guerra y para la Provincia de Corrientes”.
Para concluir la ceremonia, en representación de todas las asociaciones de veteranos de guerra de Corrientes José Galván agradeció este “primer reconocimiento y distinción por parte de la Cámara de Diputados de la Provincia”.
Párrafo aparte se refirió al ex soldado Miguel Angel Britez, a quien “recuperaron”, tras haber deambulado éste muchos años en búsqueda de trabajo, y que fuera repatriado desde Uruguay, hace pocos días. “Los correntinos siempre estamos haciendo historia”, señaló para acotar que aún queda en la memoria de todos ellos, las voces de los camaradas que murieron en la guerra, los que quedarán “como raíz enterrada que algún día ha de brotar”.
Finalmente Galván señaló su interés de que se recuerde al Veterano de Malvinas no solo en vísperas del 2 de abril, sino todos los días.
Vale mencionar que si bien se entregaron distinciones a los distintos centros de ex combatientes de la provincia, para que sean ellos los re-transmisores del mismo a sus camaradas, recibieron todo el afecto y gratitud de los legisladores, los ex soldados presentes: Bernardo Quetglas (ex diputado provincial y funcionario gubernamental), Pedro Romero, Alberto Alegre, Guillermo Miño, Mario Prado, Ruben Velozo, Anibal Verdún, Tomás Bordón, Cleto Nuñez, Mario Baez, Ramón Luis Valenzuela, Juan Andrés Ortiz, Anastasio Carvallo, Mario Alberto Castillo, Ricardo Antonio León, Jorge Cantero, Raúl Fernández, Omar Centurión, Ramón Aguirre, Ramón Orlando Acevedo, Oscar Roberto Frutos, Juan Carlos Coronel, Paulino Soto, Guillermo Miño, Mario Aníbal Prado, Paulino Chávez, Pedro Romero, Martín Sosa, Alfredo Ramírez, Ernesto Daniel Acevedo, Bacilides Ayala, Marcos Sandoval, Mario Sánchez, Miguel GarcíaSimeón Franco, Amado Rivero, Armando Tito Pavón, Julio Humberto Navarro, Germán Navarro, Ramón Sotelo, Baltazar Vallejos, Ramón Eladio Galarza, Luís Eugenio Sosa, Ramón Alejo Cáceres, José Alberto Duarte, Rodolfo José Sosa, Luís Roberto Valenzuela, Raúl Melgarejo, Julio Sánchez, Pedro Antonio Meza, Pantaleón López, Feliciano Sánchez, Daniel García, Gabriel Monzón, Walter Alderete, Raúl Ramírez, Gilberto Zeniquel, Víctor Eulogio Soto, Fernando Echavarría, entre tantos otros, que se hicieron presentes desde distintas localidades junto a sus familias.
Alocución Cassani
Textualmente el titular de Diputados dijo: “un veterano de guerra dijo: “nuestro verdadero enemigo no es el que vive en una tierra lejana, cuyos nombres o políticas no entendemos, el verdadero enemigo es un sistema que hace la guerra cuando es rentable.
Nuestros enemigos no están a cientos de kilómetros de distancia. Ellos están aquí, en frente de nosotros”.
Entre todas las calamidades que afligen a la humanidad, ninguna tan grave, ninguna tan desastrosa como la GUERRA: todo sucumbe ante su poder destructor.
No hay guerras justas. El empleo de la fuerza, la violencia y la muerte como mecanismo para resguardar un derecho, por mas nuestro que éste nos parezca, no justifica el accionar de los Estados en este sentido.
A comienzos de los ´80, el modelo económico impuesto por el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional dió claras muestras de agotamiento, lo que provocó numerosas tensiones sociales: 90% de inflación anual, recesión profunda, interrupción de buena parte de la actividad económica, generalización del IVA, empobrecimiento de las clases medias, brusco aumento del endeudamiento externo de las empresas y del Estado, salario real cada vez más depreciado, aumento de la pobreza, etc.
La sustitución del jefe de la primera Junta, Jorge Rafael Videla, por el general Roberto Viola y, luego, de éste por el general Leopoldo Galtieri, fue una consecuencia de esa crisis.
La consiguiente decisión de intentar recuperar las Malvinas fue tomada, entre otras varias razones, tanto por el efecto que podría conseguirse a la hora de desviar la atención social de esos problemas, como por las posibilidades de recuperar el crédito perdido entre determinados sectores sociales sensibles a una acción de interés patriótico como ésa, por lo que esta guerra fue doblemente cruel e injusta.
En el día del veterano y de los caídos de Malvinas, hacemos un alto en el camino para testimoniar nuestra gratitud hacia todos los compatriotas que participaron en esa guerra.
En la historia de nuestra patria, el apoderamiento ilegítimo de las islas producido el 3 de Enero de 1833 por Inglaterra , es tal vez la más evidente de una serie mucho más numerosa de usurpaciones de nuestros derechos cívicos, de nuestra voluntad política, de nuestros mandatos, de nuestra propiedad, de nuestra dignidad como personas y como Nación.
Esas acciones usurpadoras llevadas a cabo tanto por agentes externos cuanto por agentes internos, tienen en común que en ningún momento han perseguido el Bien Común de los argentinos, sino lisa y llanamente intereses individuales y sectoriales, conjugados por la mezquindad y la estrechez de miras de seres humanos espiritualmente claudicantes.
El contexto agobiante creado por el continuo bombardeo a que estuvieron sometidos nuestros soldados, no logró quebrar su voluntad de lucha y sus creencias esenciales. Ellos superaron esa prueba.
Pero a su regreso al continente encontraron tal vez las municiones más letales contra las que tuvieron que lidiar, y las que provocaron más heridos y bajas: La indiferencia frente a lo ocurrido y al futuro común, la desunión para superar las dificultades, el desinterés por el prójimo y sus necesidades, el individualismo como primera actitud, la prioridad del sector sobre el conjunto. Esta ha resultado ser la prueba más difícil de superar, porque ese es el rostro que aún conserva nuestra Argentina.
Tomemos conciencia que cada uno de nosotros, simples ciudadanos, no somos los culpables, pero SÍ los responsables de cambiar esta situación.
El 2 de abril constituye una ocasión inexcusable para hurgar nuestra conciencia colectiva de NACIÓN.
Enfrentamos un momento histórico con dificultades que no son otra cosa más que el fruto crónico y reiterado de no solucionar los problemas que nuestro país padece desde hace tiempo.
Nuestra dirigencia hasta aquí ha explotado y promovido la tendencia argentina de huir de los mismos tras cualquier ilusión y actuar como si no existieran.
Cada tanto olvidamos que quien aspira a PARECER renuncia a SER.
Pero los tiempos se acortaron y el fracaso emergió. Y el hecho de que este sea común a casi todos, no lo hace más tolerable. Ni debería hacerlo para ningún argentino.
No tendría justificación alguna para explicárselo a los 649 héroes que quedaron enterrados en Malvinas.
La sociedad está cansada de las actitudes sectarias y mezquinas. Ya advirtió que fueron ellas las que atentando contra el bien común, prosternaron a nuestra patria.
Un gran filosofo romano, afirmó con mucha razón No nos falta valor para emprender ciertas cosas porque sean difíciles, sino, que son difíciles porque nos falta el valor para emprenderlas.
Ante la imprevisión y la falta de anticipación, la experiencia nos ha resultado ser una maestra que ha cobrado muy caro sus lecciones.
Los combatientes de Malvinas hace tiempo pusieron de manifiesto que el valor de la Argentina, de nuestra Argentina, no es otra cosa más que el valor de cada uno de los argentinos que la integramos.
Y que nadie ama a su patria porque sea grande sino porque es SUYA.
Esta fecha tan cara a los sentimientos de los argentinos y en especial de los correntinos, que resaltamos con el respetuoso recuerdo de quienes ofrecieron sus vidas, y con la grata presencia de sus veteranos, nos invita a reflexionar sobre la gesta de Malvinas, el desarrollo de los hechos, los valores humanos que se pusieron de manifiesto, los defectos que se evidenciaron y las consecuencias que la misma trajo aparejada en todos los ámbitos de la vida de los argentinos.
Ese aprendizaje es una obligación de cada uno de nosotros, especialmente frente a aquellos que obrando en nuestro nombre, en defensa del legítimo derecho, del honor y del patrimonio histórico de Argentina, hoy yacen sepultados en nuestra tierra austral.
Nuestros soldados nos legaron la enseñanza de que con escasez de medios, con material obsoleto, con falta de información, con ausencia de coordinación entre las fuerzas, sin estrategia y muchas veces en soledad, se puso en aprietos al principal aliado de la primera potencia mundial. Lo hicieron con la fuerza de espíritu que da el convencimiento de estar actuando con justicia.
Nuestros problemas actuales se empequeñecen frente al dilema imperativo de vida o muerte que ellos enfrentaban y debían resolver en cuestión de segundos.
Por ello es que no tenemos excusas ni justificaciones, que nos eviten combatir contra aquellas actitudes sectarias y mezquinas que, atentando contra el bien común, han sido una constante desde el 2 de Abril de 1982. HOY MAS QUE NUNCA DEBEMOS ESTAR A LA ALTURA DE SU SACRIFICIO.
El pueblo argentino no puede ni debe olvidar lo ocurrido, ni permitir jamás que sus representantes lo traicionen, subordinando lo justo a lo conveniente, lo jurídico a lo político, lo ético a lo económico, el bien común al interés individual.
NO RENEGUEMOS DE NUESTRO PASADO. APRENDAMOS DE ÉL Y VALOREMOS DEBIDAMENTE LOS SACRIFICIOS DE NUESTROS HERMANOS MALVINENSES. OBREMOS CON JUSTICIA. MUCHAS GRACIAS”.
Miércoles, 28 de marzo de 2012