Cuarenta millones de niños en el mundo trabajan como sirvientes domésticos a partir de los seis años, y cerca de 10 millones permanecen ocultos en las viviendas de sus empleadores.
Cuarenta millones de niños en el mundo trabajan como sirvientes domésticos a partir de los seis años, y cerca de 10 millones permanecen ocultos en las viviendas de sus empleadores, según denunció ayer la organización Save the Children en la presentación del informe Esclavos puertas adentro, con motivo de la celebración hoy del Día Mundial Contra el Trabajo Infantil.
Actualmente hay 218 millones de niños trabajadores en el mundo, con edades entre los cinco y los 17 años. Más de la mitad realizan trabajos peligrosos, y unos ocho millones y medio están atrapados en el trabajo ilegal, "degradante y peligroso", en condiciones de esclavitud, según explica la ONG en su informe.
Además, estos niños viven en condiciones que incluyen amenazas físicas, violencia sexual o pobreza crónica y están obligados durante años a trabajar largas jornadas, de hasta 18 horas diarias, y son considerados por sus "dueños" como objetos.
Así, el trabajo doméstico es la primera ocupación para las niñas menores de 16 años, y cuando estos niños cumplen los 18 son los expulsados de los hogares para los que trabajan.
Labor de caridad. Según el informe, esta situación se ve alimentada por la creencia popular de que los empleadores ejercen "una labor de caridad y filantropía", frente a estos niños y sus familias, al proporcionarles techo y comida, promete "mejores perspectivas" para el futuro de los niños, y en muchos países es visto "como una preparación para el matrimonio".
El vicepresidente de Save the Children, Eduardo González, añadió que uno de los mayores problemas que genera el trabajo infantil es que estos niños "se ven negados a la escolarización, al juego y a la socialización básica", pero que lo peor de todo es que "se les despoja del afecto y apoyo familiar".
Jueves, 12 de junio de 2008