Lo anunciaron el ministro de Planificación, Julio De Vido, y el secretario de Política Económica, Axel Kicillof. Además, presentaron un duro informe sobre Repsol.
La intervención de YPF llega a su fin y el lunes habrá asamblea de accionistas. Así lo anunció el ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, Julio De Vido, en una conferencia que compartió con el secretario de Política Económica, Axel Kicillof, en el Palacio de Hacienda.
Además, los funcionarios brindaron un informe detallado del estado de la petrolera. Según el ministro de Planificación Federal, la intervención en YPF logró incrementar 4,7% la producción de petróleo y 10% la de gas, además de elevar la utilización de las destilerías que pasaron del 80% a más del 90%.
También aseguró que la "desinversión" de Repsol YPF era "total", y que "reorientamos algunos gastos" para apuntalar la producción, como también remarcó que los equipos locales lograron "trasladar los equipos informáticos con los datos de YPF que estaban en Madrid y no acá".
El ministro reveló que a partir de la intervención se aumentó el stock de las estaciones de servicio en 8%, ya que se desabastecía mientras el combustible era exportado
En tanto, el viceministro de Economía, Axel Kicillof, explicó que para comprar YPF, Repsol se "endeudó hasta la coronilla" e inició una "loca carrera" para devolver esa plata, por lo que en los primeros años "liquidó los activos internacionales" que eran resultado de la política de expansión de YPF cuando era estatal.
"Cuando compra YPF su activo se incrementa 142%, lo que significa que Repsol era mucho menos que YPF cuando la compra, y ahí empieza el negocio especulativo, porque para comprar tienen que endeudarse y crece su endeudamiento mas del 100%, endeudándose hasta la coronilla, pero después entrar en una carrera para ganar a corto plazo", explicó el funcionario.
El viceministro de Economía aseguró que en manos de la empresa Repsol, YPF era "una compañía en liquidación, en achicamiento", con una "política comercial" que apuntaba a "reducir sistemáticamente la producción" de petróleo y de gas, al tiempo que también reducían las reservas.
"Todos los indicadores de YPF hablan de ganancias enormes, entonces no es una compañía que le iba mal, lo que pasa es que al negocio al que apuntaban era otro. La plata que tenían acá no la usaban para producir más, sino para expandir el grupo Repsol, donde YPF queda como una compañía subsidiaria", señaló el viceministro de Economía.
"Podrán tratar de echarle la culpa al gobierno, a la crisis mundial, a los problemas de España, a la Santísima Trinidad, a los que quieran, pero ésta era la política comercial de Repsol y la iban a profundizar en los próximos años", afirmó el funcionario. Y apuntó que "en términos de reservas de petróleo, son la mitad de lo que eran en el 2001 y de gas menos de la mitad", por lo que concluyó que esto significa que YPF en manos de Repsol es "una compañía en liquidación, en achicamiento".
Por otro lado, Kicillof planteó: "Es interés nacional el autoabastecimiento en hidrocarburos y por eso con YPF queremos no importar energía desde el exterior revirtiendo las políticas del neoliberalismo".
El viceministro de Economía dijo también que la gestión de Repsol en YPF generó "un problema macroeconómico", porque transformó el superávit comercial de más de 11 mil millones de dólares en 2011, en un saldo deficitario, después de contabilizar las compras de energía,
Destacó luego que los análisis realizados en los últimos meses en YPF permitieron corroborar "con mucho mayor detalle los diagnósticos que llevaron al Estado a tomar la medida de intervenir en el mercado de hidrocarburos".
En ese sentido, sostuvo que los archivos secretos de Repsol permitieron ver el "daño" provocado y constatar que los planes futuros de la multinacional "iban a configurar un vaciamiento".
Viernes, 1 de junio de 2012