A las 17.03, ante unas 80 mil personas en el Estadio Olímpico, los Juegos 2012 quedaron formalmente inaugurados con una ceremonia que repasa los orígenes y el desarrollo del Reino Unido, entre otros simbolismos.
Ideada por el cineasta Danny Boyle, la celebración, cuyo costo osciló en los 33,2 millones de euros, tiene la participación de 10 mil artistas e incluyó a 10.500 atletas de 204 países diferentes.
El ciclista Bradley Wiggins, reciente ganador del Tour de France, marcó el comienzo cuando hizo sonar la campana del estadio, que precedió al rugido de la multitud.
Desde entonces, el relato se convirtió en un vertigioso recorrido de la evolución sociocultural británica, transmitida para cerca de cuatro billones de televidentes en todo el mundo.
La historia comenzó con referencias a la Gran Bretaña rural, con el campo ambientado como una granja, y mutó en forma continua hasta convertirse en una pista de disco con música dance.
Uno de los momentos más salientes ocurrió cuando el actor Daniel Craig, en su papel de James Bond, el agente 007, visitó a la reina Isabel II en el palacio de Buckingham y la escoltó hasta un helicóptero para depositarla en los palcos del estadio.
Allí le esperaba el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el belga Jacques Rogge, como principal anfitrión del olimpismo.
La época victoria, la Revolución Industrial, el nacimiento del rock and roll, la participación del ex Beatles Paul McCartney y la lectura de JK Rowling, la autora de Harry Potter, entre otros momentos, también formaron parte del variado "zapping" generacional.
Después de una hora y 17 minutos, llegó el turno del desfile de todas las delegaciones, inaugurado por Grecia, nación precursora de la competencia en la que se inspira el olimpismo moderno.
Viernes, 27 de julio de 2012