Juan Manuel Martínez, a los 20´, coronó una gran jugada colectiva para poner en ventaja al combinado albiceleste pero Paulinho, de cabeza, marcó el empate. Desábato cometió un penal en el último minuto, y Neymar puso el 2-1 definitivo.
En Goiania las dimensiones son grandes. El estadio Serra Dourada se estira sobre 110x75 metros, medida superior a la media de las canchas del mundo. Es por esto que, con la intención primordial de achicar los espacios para que los rápidos jugadores de ataque en Brasil no encuentren terreno libre para inventar, Alejandro Sabella dispuso una línea de cinco defensores.
Si bien es un partido amistoso que tendrá revancha la semana próxima en el Chaco, al técnico argentino no le interesaba traerse una abultada derrota del terreno carioca. Ganarlo pasaba simplemente por lograr conectar eficazmente una pelota parada con la cabeza de algún marcador central, o bien de Hernán Barcos, el nueve de área en esta oportunidad. También existía la posibilidad de un pelotazo en profundidad, a la espalda de los centrales, que Burrito Martínez pudiera convertir en gol. La idea de juego, la intención de jugar, fue nula.
Lógicamente el dueño de casa fue quien debió hacer circular el balón. Al menos en el principio de la noche la intención fue tocar en corto, generar pequeñas sociedades capaces de generar algún hueco en el férreo bloque defensivo rival. Si lo primero no salía, allí estaba Neymar pronto para realizar algún quiebre de cintura y desairar a su marcador.
Sin embargo, contra todos los pronósticos, cuando la Argentina perdió el miedo escénico atacó a fondo y convirtió. Una jugada que comenzó con Maxi Rodríguez por derecha terminó con centro de Clemente Rodríguez que Burrito Martínez canjeó por el 1 a 0 tras controlar con el pecho.
Pero poco le duró la alegría al equipo de Sabella. Herido en su orgullo, el local jugó desde la vergüenza deportiva y, en la réplica, estableció la igualdad en el tanteador. Un desborde por la zona de Clemente, Paulinho sacó provecho de una posición adelantada y clavó su cabezazo en el fondo de la red, lejos de las manos de Oscar Ustari.
Desde entonces, con varios minutos por delante, los de amarillo se adelantaron. La última línea, parada en tres cuartos de cancha, obligaba a los delanteros brasileros a jugar mano a mano con los defensores. Fueron, esos minutos, apenas insinuaciones cariocas sin mayor peligro para Ustari.
Sobre el final, Brasil insistió sin mayores ideas en la ofensiva, hasta que Desábato cometió un penal innecesario, al bajar la pelota con la mano en la última jugada del partido. Neymar lo cambió por gol, y Brasil se llevó el triunfo.
Formaciones:
Brasil: Jefferson; Lucas Marques, Dedé, Rever, Fabio Santos; Paulinho, Ralf; Lucas, Jadson, Neymar; Luis Fabiano.
Director técnico: Mano Menezes.
Argentina: Oscar Ustari; Gino Peruzzi, Lisandro López, Sebastián Domínguez, Leandro Desábato, Clemente Rodríguez; Maximiliano Rodríguez, Rodrigo Braña, Pablo Guiñazú; Juan Manuel Martínez y Hernán Barcos.
Director técnico: Alejandro Sabella.
Jueves, 20 de septiembre de 2012