El 81% de los hombres encuestados por la revista Cuore prefiere una mujer con curvas, frente a una delgada; escogen un poco de panza al vientre plano; se inclinan por una cara bonita antes que por un cuerpo escultural, sin importarles la celulitis. Nada de tatuajes y tampoco músculos y sobre todo, al natural, fuera maquillajes.
De la encuesta realizada se deduce que el hombre del siglo XXI aboga por el triunfo de la naturalidad. De nada sirven las dietas o las interminables horas pasadas en el gimnasio y la peluquería, ya que actualmente son indiferentes ante unos kilos de más o un poco de celulitis.
Gran parte de los varones admite que admira más una mujer sin maquillar y vestida de modo natural que a una artificial. Confiesan que un poco de panza no es algo que les eche para atrás, sino al contrario. De hecho, solamente hay que ver las redondeces de la mujer más sexy del mundo: Scarlett Johansson. Marilyn Monroe, que todavia hoy sigue personificando la sensualidad, es otro de los iconos que lucía la "curva de la felicidad".
Aunque si hay algo que no soportan, es a las teñidas. Son contrarios a mechas y tintes, decantándose por las morenas frente a las rubias. Asimismo, prefieren una larguísima melena antes que un corte de "melenita" o "a lo chico". Y es que una cabellera como la de Jennifer López o Penélope Cruz hace las delicias de la mayoría del género masculino.
Frente al tópico que asegura que la altura sí importa, los chicos insisten en asegurar que les es indiferente que ellas les superen en altura. Y entrando en terreno arenoso, ¿cuantas se han avergonzado por el volumen de sus glúteos? Pues adiós a esos complejos. Pese que a las mujeres les resulte incomprensible, ellos son fanáticos de colas con generosas proporciones. No obstante, los miembros del sexo masculino se posicionan contra las mujeres musculosas, favoreciendo la feminidad.
Entre una cara y un cuerpo bonito, eligen la primera y a ser posible sin adornos de ningún tipo, ni exagerados peinados, ni joyas, ni capas de maquillaje, sólo un 8% asegura preferir a la mujer más arreglada.
Aunque para ser sinceros, ellos dicen ser más adeptos a las mujeres que usan tacones que a las que van en zapatos planos, porque además de estilizar sobremanera la silueta les confiere un aire sexy y muy coqueto.
En cuanto a la depilación, a pesar de que dicen que es más cómoda e higiénica una mujer bien rasurada, no consideran fundamental la dama perfectamente depilada para mantener relaciones sexuales.
En cambio, un 80% se muestra exigente a la hora de opinar sobre lencería. Tampoco le gustan las uñas largas o las medias de rejilla, que consideran vulgares.
Jueves, 13 de noviembre de 2008